Estoy impaciente, estos minutos se me están haciendo eternos, es como si llevara esperando aquí fuera desde hace horas. También podría entrar y hablar con ella en persona, pero seguro que lo empeoro todo y acabamos discutiendo otra vez. Al fin veo aparecer el rojo cabello de Mike entre la gente y no puedo esperar a que me lo cuente todo. Soy patético parezco un puto acosador. Estoy agobiado por una niña pija a la que conozco de hace dos días. Lo que me contó me dejo un poco tocado, pero no cambia nada, creo. Al final quedamos con los demás en un bar para tomar unas cervezas. Desde ahora de supone que estos son mis amigos así que no estará mal pasar rato con ellos. Les cuento que ha pasado y blablabla... Y por fin Mike se decide a contarme lo que han estado hablando Tessa y él.

Estoy borracho perdido, no se como ni cuando he llegado a este punto. Necesitaba distraerme de alguna manera y que mejor manera. Estoy borracho y solo en un bar en el que no conozco a nadie. No recuerdo bien el camino a casa, pero cojo la moto igual. Se que no debería pero ahora mismo me importa todo una mierda. Cuando me desmonto de la moto me encuentro justo en frente de la casa de Tessa. No se que coño hago aquí, tendría que estar en mi casa o de camino a ella no aquí. Solo por curiosidad y porqué no tengo nada que hacer, doy la vuelta hasta el jardín trasero, no veo luces en ningún lado. Es normal son las 5:00 de la mañana. Al volver a la moto se me ilumina la cabeza de borracho que no me deja pensar con claridad y al fin me sirve de algo. No me lo pienso dos veces, arranco y voy al hospital. Soy consciente de lo que va a pasar o de lo que es más seguro que pase. Llego al aparcamiento con la cabeza un poco despejada pero aun estoy bastante mal. Entro en el hospital tambaleando me y voy directo a la sala de espera. Al pasar por administración escucho una voz.
- Señor ¿se encuentra bien? - esa voz procede de mi espalda y me giro con vagancia.
- Estoy perfectamente, deja me en paz - contesto borde.
Puedo observar el gesto de horripilación en su cara. Se ha levantado de su silla giratoria y me esta mirando. Puedo ver las arrugas de su cara y las notables ojeras por debajo de sus ojos.
Le miro serio y me vuelvo a girar, para seguir caminando en ni dirección.
- Vuelva aquí señor - dice la señora desde su puesto, levantando la voz sin llegar a gritar para no molestar a los enfermos y familiares que residen aquí, pero esta vez no le hago caso.
Recorro los pasillos que tan familiares me resultan, aun en mi estado. Avanzo apoyando me en la pared hasta al fin llegar a la sala blanca en la que espero encontrar a Tessa. Llego a la entrada de la sala y me apoyo para no perder el equilibrio. Observo a mi alrededor detenidamente esperando encontrarme a Tessa, pero no la encuentro, hasta que en una esquina de la sala, sentada en una de esas sillas de plástico distingo una figura, medio borrosa. Es Tessa, su pelo la delata. Esta encogida en la incomoda silla, con las piernas dobladas y las manos sujetándolas para que no se caigan. Su cabeza esta apoyada en la pared de manera que no se hace daño en el cuello. El pelo le cae por delante de la cara, y si ya me costaba ver sus facciones ahora más. Es la única en la sala, el resto de la gente se habrá ido a dormir a sus respectivas casas, pero ella se tenía que quedar aquí y romperse la espalda. Me extraña que no esté en la habitación de su madre, se supone que hoy la dejarían verla. Habrá pasado algo. Me acerco torpemente a su lado y me agacho para poder verla mejor. Le aparto el pelo de la cara y se lo coloco detrás de la oreja. Tessa lo nota y se remueve en su asiento despertándose poco a poco. No me muevo de mi posición esperando a que se acabe de despertar. Entreabre un poco los ojos, mirándome adormilada y los vuelve a cerrar. Espero sin decir nada, apoyando me en la pared para no perder el equilibrio. La miro fijamente, cuando de repente Tessa abre los ojos de golpe, asustando me y haciendo que caiga de culo hacia atrás.
- Pero....¿Que demonios haces aquí? - dice observándome mientras me palpo la cabeza debido al mareo que me acaba de entrar.
- Yo... eeh... - ni siquiera se que decir. ¿Se supone que me debo disculpar?. Tengo la cabeza muy turbia. Esto a sido mala idea no debería haber venido.
- Y bien ¿piensas decir algo? - rechista cruzada de brazos. Me mira enfadada y la verdad me intimida.
- Esto... eeh si. Quería disculparme por lo de antes - me tiembla la voz. No entiendo porque estoy tan nervioso. Me siento como un niño pequeño al que le están echando la bronca por haber hecho alguna travesura.
- ¿Estas borracho? Oh dios mio estas borracho - no se si lo dice preocupada o disgustada. No logro interpretar con claridad su expresión.
- No, no lo estoy - miento, aun que en vano.
- Oh venga ya, solo hay que verte - su voz suena decepcionada.
- Bueno puede que lo este un poco, pero estoy bien - me excuso.
- ¿Te estas escuchando? Te has presentado aquí en el hospital, borracho como una cuba y ¿para que? Para intentar disculpar te por lo de antes, de una manera pésima por cierto - no me llega a gritar, pero estoy seguro de que si no estaríamos en un hospital lo haría. Me lo merezco, lo se, además mis escusas no es que sean de las mejores. No quiero volver a discutir con ella y menos estando así de borracho.
- Tessa no quería decir lo de esta mañana ¿vale? No sabia lo que decía - me disculpo, más o menos.
- Ah y ahora borracho perdido si - que cabezona es, no entra en razón ni aun que le paguen.
La agarro por la muñeca y la arrastro a la calle pese a la resistencia que opone para evitarlo. Necesito que me de el aire y si nos vamos a gritar prefiero hacerlo aquí fuera.
- ¡Suelta me Luke! - grita una vez fuera, pero no pienso hacerlo. Llegamos a las viejas escaleras de incendios, la siento y entonces la suelto.
- Calma te ¿quieres? - me siento al lado suya. Me quedaría de pie, pero si lo hago tarde o temprano acabaré en el suelo.
- ¿Como me voy a calmar? Has aparecido borracho en el hospital después de decirme, o mejor dicho gritar me, que solo me querías para follarme. ¿Te parece que estoy como para calmarme? - joder tiene razón pero si aun que sea me dejara explicarme.
- No me has dado la oportunidad de disculparme - me estoy empezando a cabrear pero se que si lo hago lo único que haré es empeorar la situación - No quería decir eso esta mañana, no lo pretendía - digo relajando me, bajando la voz.
- Pues parecías muy seguro de lo que pretendías decir - me dice, esta vez mirándome. Esta muy enfadada, sus ojos están cansados debido a la hora que es, pero puedo ver la furia reflejada en ellos. Esos ojos verdes que tanto me gustan ahora están oscuros, y esa felicidad que suelen transmitir ha desaparecido.
- Estaba furioso ¿vale? Lo único que has hecho es enfadar te porque te he llevado a mi casa después de quedarte dormida encima mía. Solamente quería que me darías las gracias, no cuesta tanto. Pero no, tenías que cabrear me, tenías que hacer que te dijera eso - me he levantado sin poder evitarlo, esta sacando lo peor de mi.
- Yo... No sabía.... - le tiembla la voz.
- ¡No sabías que Tessa!- le grito sin querer. Pero no lo retiro, quiero saber como reacciona.
- No sabía que tenía que darte las gracias, estaba confusa y tu me lo estabas poniendo más difícil - no se si esta llorando o no. Puede que la haya asustado.
- No soy un monstruo Tessa, no es como si no me importara nada - digo acercándome a ella, poco a poco.
- A veces lo pareces - susurra.
- Lo se - me mira atónita. No esperaba que lo escuchase, lo ha dicho lo suficientemente bajo como para que no lo escuchara nadie, pero lo he hecho. A mi también me extraña.
- Tessa di algo, me esta costando mucho mantener una conversación mas o menos coherente, no estoy para silencios - reclamo. Su silencio me esta matando, no se si se lo esta tomando bien o mal o si le da igual. No se que opina.
- No se que decir Luke, esto me puede, toda esta situación esta acabando conmigo. No me han dejado ver a mi madre, y no se que hacer contigo, no se quien esta mas confundido, hay veces que me entran ganas de darte una hostia como esta mañana, otras que estamos súper bien, y luego ahora que no se que pensar. Ni siquiera se que somos, ¿amigos? - se calla. Esperaba que siguiera, no se que contestarle, tiene razón. Pero yo no soy el único raro, ella también tiene sus ratos. Hay veces que esta irritable, otras que no parece ella y luego pues esta como ahora.
Me siento con ella, muy pegado a ella y le levanto la barbilla, girándole la cara para que me mire. La expresión de sus ojos parece haber cambiado, ahora parece... triste.
- No se que somos, pensaba que me lo dirías tu - le digo susurrando. Apoyo la frente en la suya sin poder soportarlo, me encanta la sensación de notar su piel contra la mía. Le acaricio un poco la mejilla intentando sentirla un poco más. La miro, tiene los ojos cerrados ¿en que estará pensando? Le miro a los labios, esos labios rosados que tanto me gustaría probar... No se si debería, no se si voy a empeorar las cosas o no pero lo necesito.
Levanto un poquito su barbilla y me acerco más a ella. Abre los ojos y me pierdo en ellos, como siempre. Acerco mis labios a los suyos y los rozo suavemente. Se aparta, sorprendiéndome sin saber cual va a ser su próximo movimiento.

BLONDE - Hasta Que El Amor Se Agote ( Luke Hemmings )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora