-H-Hyung... - dije, levantando un poco la voz ante la acción repentina de mi hyung. Mis latidos se aceleraron.

-Es mejor que estés en una zona sin demasiada luz y que te recuestes. – explicó mientras cerraba la puerta y luego las persianas de la habitación. La oscuridad inundó el cuarto. Solamente se escuchaban nuestras respiraciones. Sentí su cuerpo cerca del mío. Me abrazó y me meció hasta acostarme en la cama, él a mi lado, sus brazos aún rodeándome.

-Taeh...

-¿Te arrepientes de lo de anoche? – me interrumpió bruscamente. Tragué saliva, el calor ascendiendo a mi rostro.

-N-No...

Besó mi hombro por encima de la tela de mi camiseta, sus brazos atrayéndome a su cuerpo. Me relajé. Taehyung se sentía bien. Era cálido y cómodo. No sé cómo describirlo, pero me agradaba. Y entonces recordé aquellas noches en las que Jimin hyung se pasaba a mi cama y me abrazaba pero luego me pedía que yo lo abrazase. Recordé sentir sus músculos bajo la yema de mis dedos. Recordé las veces que tuve que contenerme para no besar sus labios carnosos. Recordé hundir mi rostro en la curva de su cuello cuando él ya estaba dormido y aspirar profundamente, memorizando su aroma. Olía a canela y a palomitas recién hechas.

-Jungkook, deja de pensar en él.

Me tensé. Pero... ¿Cómo sabía que estaba pensando en Jimin hyung? Quizás simplemente había adivinado. Quizás lo percibía. O quizás yo era demasiado obvio.

-No estaba pensando en él.

-No me mientas, Jungkook. Eres malo para eso. – contestó e hizo que me diese media vuelta, ahora enfrentándolo. Apenas podía divisar sus rasgos faciales. Y era mucho mejor así.

-Hyung, ¿puedo preguntarte algo? – no tenía ni idea de dónde había sacado el valor para decir aquello, pero ahora no podía acobardarme.

-Dime. – susurró, casi demasiado cerca de mi rostro.

-¿Hace cuánto que tú...? Bueno, ya sabes... Haces... Esto... - pregunté, rogando que comprendiese a qué me refería y no me hiciese repetirlo. Él suspiró.

-Hace poco más de un año, en realidad. Nunca me importó demasiado el género, ya sabes eso. Me siguen gustando las chicas. Pero tuve una experiencia con Hoseok y no fue del todo desagradable y desde entonces soy bisexual. – explicó.

-Oh... Espera, ¿Hoseok? ¿Nuestro Hoseok? – volví a preguntar sorprendido.

-Sí. Vamos, ¿acaso vas a decirme que nunca sospechaste que Hoseok estuviese metido en esa clase de cosas? – contestó divertido aunque había un dejo de vergüenza en su voz.

-No lo sé... - me lo había preguntado varias veces, a decir verdad.

-¿Y tú?

-Hace un par de años, cuando me di cuenta que me gustaba Jimin. – respondí. – Pero nunca... Nunca había tenido una "experiencia" con otro chico. Ni siquiera un beso. – podía sentir mi rostro arder.

-Eso es lo que tú crees... - o al menos eso es lo que creí oír.

-¿Qué?

-Nada. No pienses en Jimin.

-¿Y eso a qué viene?

-Sé que ahora volviste a pensar en Jimin. No pienses en él. Piensa en mí, Jungkook. – Sus labios acariciaron mi mejilla, sus manos deslizándose por mi espalda, bajando por mi cintura hasta agarrar mis caderas y empujarme hacia él. Podía sentir su bulto en mi muslo e imágenes de la fricción que había sentido la noche anterior volvieron a mí. – Bésame, Jungkook. Quiero que me beses; que tú decidas hacerlo ahora que estás completamente sobrio.

Era verdad que no podía quitarme a Jimin hyung de la cabeza. Era verdad que solamente pensaba en él. Era verdad que, hasta cierto punto, deseaba que las manos que me estaban tocando fuesen las de él, al igual que la boca que se posaba en mi cuello. Todo eso era verdad. Pero también era verdad que debía olvidarme de él, porque era algo imposible. Era verdad que me lastimaba. Era verdad que tenía que cambiar para no romper nuestra amistad. Todo eso también era verdad.

Y también era verdad, por más que no lo quisiese admitir, que quería besar a Taehyung. También era verdad que quería sentir todo lo que había sentido la noche anterior. También era verdad que lo había disfrutado. También era verdad que no estaba tan ebrio como para no recordar lo que había ocurrido. También era verdad que la noche anterior había decidido claramente que aquello pasase por voluntad propia.

Y en ese preciso momento, era verdad que lo estaba besando apasionadamente, llorando a Jimin hyung por un lado pero deseando a Taehyung por el otro.

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Jungkook es todo un pillo. J-Hope es la puta de todos y nadie me va a convencer de lo contrario. El próximo capítulo se viene con salseo ( ͡° ͜ʖ ͡°)

-Fato.

Forget Him [Vkook] - PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora