I'll Be Fine // Jainico

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Pude ver como el Naiko se separaba unos centímetros del pecho del Jaime para poder alcanzar su cara y rozar sus labios, tal como yo lo había hecho alguna vez en el pasado. No pude ver como concretaban ese beso, tuve que bajar la mirada. ¿Por qué me hizo eso? Le di tantas cosas y le quise como nunca antes lo había hecho con otra persona, ¿y cómo me paga? Metiéndose con un weón mejor que yo. Llevábamos casi un año siendo algo, algo que nunca supe que era. Éramos mucho más que amigos, pero mucho menos que pololos. Éramos un punto medio que dolía en el corazón. Creí que íbamos lento para que nuestra relación funcionara bien, sin apuros y sin sentimientos precipitados. Creí que íbamos de puta madre, pero de un día a otro me entero (no de él, si no que de alguien de mi curso) que el muy puto esta pololeando con otra persona a las dos semanas de haber entrado. Cuando volví a ver al Jaime después de que me contaran, se veía como siempre. Incluso me miró y me sonrió. Hipócrita de mierda.

Tampoco es que le obligaría a quedarse conmigo. Si el Jaime lo prefiere a él, nada puedo hacer; hay cosas que deben nacer de uno, como quedarse, querer quedarse.

Así que sólo lo deje.

No puedo creer que creí todas las palabras que me dijo, todo lo que me prometió, todas esas cosas bonitas y tiernas que me dijo... ¿Acaso los "te quiero" que me dedicó habrán sido falsos en su totalidad? ¿Me habrá querido realmente un tiempo? ¿Habré sido alguien importante en su vida? ¿Habría sufrido si le hubiera dicho a mi viejo que aceptara ese traslado a Concepción y hubiera desaparecido de su vida para siempre? ¿Habré sido su juguete todo este tiempo? Bueno, eso hace el amor. Hace que uno se comporte como un idiota, que no tenga sentido común, que haga un montón de cosas por sólo una persona y que no importa si son humillantes para ti, si esa otra persona está feliz por eso, lo haces. El dolor aumentaba cada vez que pensaba en todo lo que ha ocurrido las dos últimas dos semanas. Recordar cómo lloré cuando llegué a mi casa ese día, o cuando hablé del tema con él y me dijo que sólo me quería como su amigo o como los mejores amigos del Jaime me compraron un chocolate después de la noticia solo empeoraba mi estado. Ese chocolate me daba pena hasta verlo, lo sentía como un premio de consuelo; un "lo intentaste" o un "casi lo logras". Era un suplicio pensar en eso, pensar en toda la mierda que me había hecho pasar a cambio de nada.

Llega a ser divertido y gracioso cómo las personas que realmente amas, te apuñalan por la espalda.

Mientras pensaba todo esto, sentí las manos del Edgar y del Manu en cada uno de mis hombros. Apoyo. Eso era lo que me animaba y no sentirme tan mal conmigo mismo. Ellos han estado conmigo siempre, tirándome pa' arriba. Siempre estaré con ellos, en las buenas y en las malas. Ellos nunca me traicionarían.

Caminamos al lado del grupo que rodeaba al Jaime y pasé con la mirada en el suelo, pero sentía sus miradas, de todos ellos. De sus amigos, del Naiko y en especial del Jaime. Entre ellos surgió un silencio.

Sé lo que ellos deben estar pensando: "uf, el ex del Jaime", "se ve muy mal, ¿no?", "debería superarlo ya", "debe estar llevándolo fatal", "si ni siquiera eran pololos".

Ellos nunca entenderán como me siento.

No me siento enojado con él. Lo debería de odiar, lo sé, pero no siento eso. Más bien me siento triste y decepcionado, y sinceramente no sé qué es peor.

La mayoría de las miradas ya se habían esfumado, pero aún sentía que alguien me observaba. Miré hacia atrás un milisegundo y vi como el Jaime me miraba con gran atención y formaba una sonrisa en su rostro. Estaba que iba y le empezaba a tirar chuchás varias. "¿Qué se sintió tocar a alguien que no era yo conchetumare? ¡De verdad espero que lo hayas gozado, caliente de mierda! ¡Hijo de la perra!". Tenía tantas cosas que decirle, pero estoy seguro que si lo tuviera enfrente las palabras se acumularían en mi garganta impidiendo que cualquiera salga.

Ya posicionados en la mesa que siempre ocupamos, mis amigos empezaron a hablar sobre el tema.

-Nico, no te preocupes por él. Él se lo pierde. Eres una increíble persona, tal vez demasiado para él- Me animaba el Manu.

-Si wn, el Jaime es un aweonao' por dejarte por el Naiko- decía el Oscar.

-Sí, tranquilo nomah'. Hay muchos peces en el mar, pronto llegará una persona que sepa valorarte- agregó tiernamente el Manu.

-Si querí que alguien le vaya a sacar la chucha, yo voy. Sólo tení que pedírmelo- el Oscar tan violento como siempre.

Lo miré algo divertido y se entristeció al verme. Debió haber notado que yo nunca le pediría eso, porque en el fondo aún lo amo. Soy un idiota y un masoquista.

El que únicamente no había dicho nada al respecto era el Edgar. Él estaba en silencio observándome con una cara de preocupación y amargura. Cuando lo miré, este se paró, se acercó a mi puesto y se agachó a mi lado.

-Nico, ¿estai bien?- su mirada reflejaba lástima y aflicción, pero también una comprensión acendrada, por lo que yo sólo baje la cabeza mientras negaba y soltaba una pequeña y triste risa al mismo tiempo.

-Estaré bien-.

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First Wea

El día que escribí esto (fue como en Marzo o Abril del 2016), me sentía súper mal.

Eso xd

Beshitos en el ñe<3

Andy fuera:33

Drabble // JaidefinichonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora