El ambiente ahora era extraño, frío e incómodo, entre a la cocina, para ver si él se encontraba ahí, pero no había nadie, la luz parpadeante, proveniente del refrigerador me brindaba un poco de luz, encontrándome con un gran desastre, cereal tirado, platos rotos, las sillas rotas, la mesa estaba goteando, pero no podía distinguir que era lo que caía, busqué el apagador y encendí las luces. Salte hacia atrás asustada, sobre la mesa estaba él, descuartizado, me deje caer en el suelo, soltando lágrimas, llore en silencio, voltee hacia la pared, en ella estaba escrito con sangre: RANDY NO ES REAL.

¿Quién era Randy? Quería salir a investigar, pero la escena de Charlie me destrozaba, pero a pesar de eso, no podía dejar de verlo, pero de nuevo algo más llamo mi atención, entre las sillas rotas había otra cinta, me acerque a ella y la tome, traía conmigo la grabadora, pero no me atrevía a escucharla, aunque tal vez podría ayudarme a saber que era lo que había pasado, un poco indecisa inserte el cassette.

"Este es nuestro primer día viviendo juntos", se escuchaba la voz de Charlie, ~entonces él si vivía, o vive con alguien~ pensé, sintiéndome mal por aquello.

"Vamos di algo, no seas tímida", esperé a que contestara, pero la cinta solo llegaba hasta ahí, me levanté dispuesta a marcharme en busca de ayuda, salí de la cocina, pero no sin antes ver por última vez a Charlie. Me dirigí a la puerta de salida, pero al acercarme al lugar me di cuenta que no había puerta, aterrada corrí al balcón, al llegar vi que mi sospecha era correcta, no podía salir de aquel lugar, estaba en medio de la nada, como si estuviera la casa flotando por el espacio, pose mi mano en mi frente y suspire frustrada, era imposible que fuera un sueño, pellizqué mi mejilla, esperanzada, pero nada paso.

Me senté en el sofá e intenté prender el televisor, pero este no se encendió, me levanté para revisar que estuviera conectado, encontrándome con otra cinta, desesperada la inserté y la reproduje.

"Otra vez soy yo, últimamente ella se comporta raro, hoy ha tirado el cereal favorito de Randy, tendré que ir a comprar más"

Esa cinta no proporcionaba muchas pistas, así que comencé a revisar la casa, entre al baño encontrando el espejo roto, me acerque, percatándome que a través del espejo estaba Charlie, abrí los ojos sorprendida, él estaba bañándose, me sonroje, al instante una imagen me vino a la mente, en donde él estaba conmigo bañándose, ~No debes pensar en eso, al menos no en este momento~ saque toda idea pervertida de mi mente, escuche un ruido, haciendo que volteara de nuevo al espejo, la puerta del baño se abrió dejando ver a...

- ¿¡Qué!?- grite -pero, esa, ¿Soy yo?

Mi yo se acercaba a Charlie, introduciéndose en la bañera, acerco su mano intentando tocarlo, él volteo y la vio sorprendido, se miraron varios segundos, hasta que poco a poco fueron acortando la distancia entre ellos, sus labios se rozaron y yo desesperada comencé a golpear el espejo.

- ¡Aléjate de él, es mío, no lo toques! - gritaba desesperada, golpeando cada vez más fuerte, haciendo que pedazos del vidrio cayeran. Y como si fuera un milagro, Charlie volteo asía el espejo.

- ¿Oyes eso? - pregunto mirando el espejo - parecen golpes y vienen del espejo- intento acercarse, pero la mano de la chica lo detuvo

-No es nada grave, recuerda que hay vecinos, quizá estén clavando algo, ven vamos a comer- lo convenció, empujándolo fuera de ahí, pero antes de salir volteo al espejo sonriéndome victoriosa.

- ¡Maldita! - golpee el espejo por última vez, haciendo que este cayera por completo, descubriendo otra cinta, quería saber que le había pasado al otro Charlie y no quería que a mi Charlie le pasara lo mismo, así que decidida inserté el casete.

RenosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora