Mía

No quería despertar... Era de esos sueños disfrazados de pesadillas. Sentía cómo se desgarraba de a poco, consumiéndose todos sus huesos y dejando hasta su alma desgastada, sin embargo un abrupto susto la despierta finalmente, ahogada en llantos. Fue sin embargo, que dio cuenta de que era un sueño y el llanto no cesó sino se acrecentó. ¿Era realmente una pesadilla el morir? Mía no lo pensaba así. Se sentía tan bien para ella ver su propia destrucción, como todo el mal se iba, llevándose a ella consigo y terminando su lucha diaria para lidiar con la vida.
Mía no logra quitarse la idea de la cabeza: quiere morir. Y este sueño no hace mas que reafirmárselo.