Asiento sin importancia.
—Sí, era él —contesto.
—¿Qué hacía aquí? —Susurra nuevamente.
—No lo sé, estuvo hablando con Lana, algo sobre un trato que tienen entre ellos.
Sus ojos por fin me miran y su entrecejo se frunce.
—¿Lana, tu amiga? ¿De qué "trato"?
—No tengo idea, no dijeron mucho —resoplo.
—Eso es bastante raro.
—Ni que lo digas.
Se queda en silencio por unos segundos, frunciendo el ceño antes de verme a la cara.
—¿Y tú qué haces aquí? —Pregunta con curiosidad.
—Duh, es obvio que vine a la fiesta —sus cejas se elevan, haciéndome rodar los ojos— Vale, literalmente es la primera vez que sé de esta fiesta y tuve la mala suerte de morir antes de poder asistir, así que no me mires así, los fantasmas también podemos asistir a fiestas.
Su rostro se relaja, aunque impidiendo que una sonrisa se asome por sus labios
—Bien, no voy a juzgarte —levanta sus manos en son de paz, lo cual me hace resoplar—. ¿Crees que lo del agente y tu amiga sea un tema del cual deberíamos preocuparnos?
Mi resoplido se intensifica.
—A estas alturas todo lo que pasa a mi alrededor me preocupa —respondo, cerrando los ojos— Pero no quiero hablar de eso. Estás en una fiesta, deberías estar bailando y disfrutando, no hablando con una fantasma —abro los ojos, encontrándome con el tono miel que adorna los suyos.
—No tiene nada de malo —se encoje de hombros sin interés— Eres mi amiga.
Mis cejas se levantan con ironía sin que yo pueda evitarlo.
—¿Sí te das cuenta de lo absurdo que eso suena? —Pregunto haciendo una mueca.
—No para mí —sonríe levemente, llevando ambas manos a los bolsillos de sus pantalones— Pero tomaré tu palabra. Si no te importa, regresaré a lo mío.
Señala con un movimiento de cabeza casi sin querer hacia su novia, la rubia escalofriantemente parecida a Failey cara de mono.
Asiento sin tomar mucha importancia. Su rostro duda por unos segundos.—Mañana temprano iré a buscar al agente Cleanstone y trataré de hacer lo mejor que pueda para que me diga algo sobre... Ya sabes.
—¿Estás seguro? —Levanto una ceja— Escuché que la fiesta terminará hasta el amanecer, estoy segura que lo único que querrás buscar por la mañana serán pastillas para aliviar la terrible jaqueca.
Un pequeño hoyuelo se forma en la esquina de su mejilla al sonreír.
—Lo iré a buscar mañana temprano, te veo en la casa de la mujer... esa, ya sabes, la adivina.
Asiento nuevamente.
—Bien, te veo mañana —. Digo, antes de que él de media vuelta y regrese junto a su novia.
No me muevo del lugar en donde me quedo. No sé cuánto tiempo pasa mientras miro a la nada, pensando en tanto y en tan poco a la vez. Sobre todo y sobre nada.
¿Quién era Lana? Realmente sentía que no la conocía ahora... O más bien, ya no estaba segura de haber conocido realmente a las personas que me rodeaban. Era extraño, dolía pero a la vez era tan molesto. ¿Qué podría tener ella que ver con el agente Cleanstone? Si se suponía que antes de mi muerte ninguno de los dos se conocían, y se suponía también que el agente tenía prohibido tener esa cercanía con mis "amigos" por el simple hecho de que papá lo pidió de esa forma.Siento un dolor punzante y constante en la boca del estómago. Tal vez... No debería sacar conclusiones prontas pero... Todo se había convertido ahora en un juego de adivinar y descubrir al asesino, al mentiroso o al traidor. Podía desconfiar de todos pero, no serviría de nada. Estaba segura que ni de chiste me acercaría a la verdad tan pronto.
Regreso a la realidad como si algo me trajera de vuelta con fuerza. Miro a mi alrededor, notando que la música retumba con energía por todo el lugar y los alrededores. Los chicos y chicas se mueven de un lado a otro, pegando sus cuerpos muy cerca y moviendo las caderas, disfrutando; Viviendo.
Mi mirada se detiene en una pareja. Ambos se dan una mirada cómplice, disfrutando el momento, diciéndose tanto con una simple mirada. Puedo inclusive notar la electricidad que se produce entre ellos dos al sonreír, al abrazarse, al besarse.
Mi corazón se rompe por milésima vez. Como si de un cristal se tratase.
Ver al que fue mi novio y a la que fue una amiga para mí... juntos, compartiendo ese momento tan íntimo que nosotros probablemente nunca tuvimos. A pesar de todo, de que fuéramos pareja, las cosas que pasamos... No recuerdo un solo momento en que él me hubiese mirado de esa forma... Y sí, dolía más que el hecho de estar muerta.
Giré la cabeza, tratando de ver hacia otro lado. Pero para mi mala fortuna, o mi mal tino en la mirada, me encontré con la chica rubia, sonriendo con tanta alegría y esmero entre cada beso. Jeremy la toma de la cintura, logrando pegarla contra un árbol. Sus manos aprietan con fuerza por encima de su ropa, como si sus dedos estuvieran desesperados y ansiosos por poder sentir el rose de su piel contra ellos.
Él la deseaba, se podía ver a kilómetros.Decidí irme. No tenía nada más que hacer en un lugar que no era para mí.
Salí de la casa, tratando con gran esfuerzo de no atravesar a nadie, lo cual resultó algo difícil puesto que todos estaban tan atascados, casi impidiendo el paso. Pero al final lo logré de milagro.
Por un momento me desubico, sin saber hacia dónde o por dónde ir. No tengo de otra más que forzarme a recordar el camino que tomaron Lauren y Caroline para llegar. Pero hay algo que me detiene. Nada del otro mundo. Al contrario; Muy de este mundo.
Entrecierro los ojos, tratando de ver un poco más con claridad para estar segura de que lo que veo es lo que creo que es.
Lo dudo por un momento, antes de echarme a caminar. A seis casas se encuentra un auto estacionado. Pero no cualquier auto; Uno que recordaba muy bien desde la primera vez que fuimos a donde el agente.Llego rápido, sin detenerme a cuestionarme o a dudar. Debo acercarme hasta quedar frente al vidrio de la ventana para poder observar con claridad. Un frío me recorre, como si una ráfaga de viento helado fuera lanzada contra mí.
Estaba en lo correcto. El auto del agente Cleanstone estaba estacionado, y dentro de él, estaba Sam; Recostado en el asiento del conductor, en una posición que lucía demasiado incómoda para mi punto de vista. Al parecer estaba durmiendo, su respiración era tan lenta y relajada, sus párpados estaban completamente cerrados y los músculos de sus brazos estaban relajados.
A un lado, en el asiento del pasajero, un objeto brillante y algo grande, logró llamar mi atención. Al principio casi no lo creí, pero no podía estar equivocada. Por supuesto que reconocí ese bolso, yo lo había comprado hace un año, especialmente para Lana como regalo de su cumpleaños. Era imposible confundirme siendo que el diseño había sido personalizado. No existía otro igual.
Frunzo el ceño, aún más confundida que antes. Esto era demasiado raro y sospechoso. No creo que solamente se tratara de un amorío entre una menor y un mayor que aparte era un agente. Sam no sería tan idiota para hacer algo como eso... o por lo menos eso fue lo que una vez escuché a papá decir.
No hago otra cosa más que quedarme muy cerca del auto, esperando cualquier cosa. Esperando una pista que me diga qué demonios estaba pasando entre Lana y Sam Cleanstone.
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Scars
Mystery / Thriller¿Qué pasaría si un día, de la nada, tienes un accidente y mueres? ¿Qué pasaría si regresas al mundo de los vivos... pero sólo una persona pudiese verte? ¿Qué pasaría si ves sufrir a los que amas, sin poder hacer nada al respecto? Angustia, terror, d...
Capítulo 12.
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