- Por tu amabilidad le diste una oportunidad a este odioso hombre de ser tu novio, yo agradezco eso- me sonrió y apretó un poco mi mano.

- Solo no te vayas a aprovechar de mi- le pedí, el llevo mi mano a sus labios, luego la puso sobre su pecho.

- Tú no te vayas a aprovechar de mi, soy débil ante ti, siempre lo he sido- miro a otro lado- tú tienes poder sobre mí, un poder que nadie a tenido y eso me aterra.

- No quiero tener ningún poder sobre ti, yo no sé manejar el poder, ahora yo tengo miedo ¿que pasa si hago algo malo con ese poder que me estás dando?- sus palabras me estaban poniendo nerviosa.

- Shh princesa tú nunca harías algo malo, eres la persona más linda y de buenos sentimientos que haya conocido- Sedrick me abrazo a su pecho desnudo al verme así de nerviosa- lo que me aterra es que uses mi poder para hacer algo bueno, no me importaría hacer algo malo contigo.

- Especifícate antes Sedrick, me acabas de asustar- le dije y el comenzó a reírse, pasaron unos segundos de silencio- ¿ya no me dirás pequeña?

- Algunas veces, es que me gusta más princesa, siento que te queda más, solo te decía pequeña para que no fueran tan obvios mis sentimientos- me dijo, poco a poco me separe de él- eres mi pequeña princesa.

- Tú mi grandulón rey- luego comencé a reír- soy muy mala para los apodos mejor te sigo llamando Sedrick.

- No eres tú, soy yo y me gigante estatura lo que hace que los apodos me queden tan mal- Sedrick se levanto y tomó la copa que había dejado en el suelo, bebió lo que quedaba y lo puso aún lado, yo me levante y quise caminar a la salida pero Sedrick me tomó de la mano y me jalo hasta chocar con su duro pecho- ¿te he dicho cuanto te adoro?

- Eso creo- el tomó mi rostro en sus manos.

- No creo que hayan sido suficientes veces entonces porque no me dijiste que si- se agachó hasta juntar sus labios con los míos, sabía al vino y a menta, era algo delicioso, sus labios son tan suaves y fríos, su boca es cálida, nada que ver una cosa con la otra, su barba le daba ese toque especial que solo el tenía, no quería separarme de sus labios pero Sedrick acabo el beso- si, aún sigue ese sabor de ayer del que te conte hace rato.

- Tú ya no beberás más vino por hoy, luego te embriagaras o lo que pase por beber tanto vino- le dije mientras tomaba su copa, el me sonrió, yo salí de la habitación, el me siguió a una buena distancia, cuando llegue al comedor vi a Vladimir y a Amanda estaban desayunando, ahí estaba la botella de vino.

- Tardaron mucho en bajar, mandamos a Sedrick por ti hace media hora- dijo Vladimir, me voltee para ver a Sedrick, ahora con una sonrisa burlona.

- No me dijo que nos esperaban- le dije mientras veía a Sedrick, el tomó la copa de mi mano.

- Creo que lo olvide- me dijo, creo que el Sedrick de antes no cambio tanto como Amanda dijo, eso me gustaba.

- Ponte una camiseta Sedrick para que desayunes- le dijo su padre, Sedrick lo miro.

- ¿Acaso no puedo desayunar así?- le preguntó mientras estiraba sus brazos y mostraba sus músculos, Amanda se acerco a mi.

- Dile que se ponga una camiseta para que pueda desayunar y no tener problemas con su padre- me susurró Amanda.

- Sedrick hazle caso a tu padre y ponte una camisa- le pedí.

- Lo que mi chica quiera- se fue del comedor dejándome con sus padres, Vladimir comenzó a aplaudir.

- Si así podemos tener a Sedrick controlado los hubiéramos hecho novios hace mucho tiempo- dijo Vladimir, me di cuenta que Sedrick tenía razón, yo tenía poder sobre el, si alguien tiene poder sobre mí entonces esa persona también tiene poder sobre el, esto es una gran responsabilidad- ¿Sheila?

Nueva Víctima #0.5 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora