Prologo

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  –Tu crees que debemos entregar nuestro experimento a esos ... países –un científico agarra su nueva creación, algo que revolucionaría al mundo–. Mi mente solo analiza darle a China por los artefactos que ha construido que facilitó mi invento

–Debemos darles porque no somos como ellos, nosotros queremos un mundo sin guerras, debes entenderlo querido amigo –el otro científico agarra una botella de agua para tomar, luego sonríe a su mejor amigo mientras veía aquella semilla creada artificialmente–. Con esto, todas las personas ya no morirán de hambre, daremos prosperidad y no pediremos ningún centavo, es un regalo de la Federación Sudamericana ante el resto del mundo.

Un joven abría sus ojos para ver la belleza del día, estando en el desierto de Atacama, a lo lejos había cientos de aves esqueléticas, todas muertas por culpa de la radiación, deambula por varias horas hasta encontrar una casa abandonada pero en buen estado, el recordaba que estaban en construcción decenas de asentamientos humanos para proteger y cuidar a los hijos de la Federación, pero solo en un día el mundo se revolcó y causo la mayor destrucción hasta la fecha.

Los pocos sobrevivientes se juntaron hasta la capital de la Federación que es en Buenos Aires, pero solo es un rumor y el muchacho quería arriesgar todo.
Al estar en esa casa, abre su mochila y saca su laptop para usarlo, espera 3 minutos para que este prendido y con la batería al 100% gracias a un chip chino de electricidad inagotable haciendo que este lo configurara hasta tener energía inacabable, podría hacer funcionar cualquier tipo de material con solo incrustar el artefacto.

–Maldición, ¿donde estas? –se preguntaba el chico mientras buscaba la aplicación que mostraba todo el mundo a través de un satélite hecho por Sudamérica con ayuda de China–. Bien, te he encontrado

Estando conectado al satélite desde su ordenador, busca su coordenada logrando observar que habían sombras moviéndose hacia su dirección, pero los deja de lado para ver donde habían personas para entregar "la semilla", comenzó con las antiguas capitales de los países que conformaron la Federación pero ni bien empezó viendo Lima, notó como todo estaba destruido, los animales se acercaban a comer la carne putrefacta de los muertos, las ratas del desagüe salían de su hogar para darse un festín, las cucarachas se organizaban para comerse a todo lo que se encontraba a su alrededor, era un estado deplorable aquella ciudad.
Va pasando hacia Quito, Asunción, Bogotá, Brasilia, Caracas, Montevideo, Sucre, Santiago de Chile contemplaba el estado similar de la primera ciudad, cuando se iba a disponer a investigar la capital de la Federación y antigua capital de Argentina, su computadora le informa de actividad humana a pocos minutos en el que se encontraba.

Enseguida guarda sus cosas y corre hacía el norte para no ser capturado, pero esos humanos van con mayor velocidad que el rodeándolo con mucha facilidad.

–Give us the seed if you dont want to be killed in a painful way (Entréganos la semilla si no quieres sufrir una muerte dolorosa) –el militar estadounidense apunta su Barrett REC7 hacia la cabeza del chico–. Right now! (ahora mismo!)

–No se ingles malditos perros, ¡¿por que no se murieron en la guerra?! –el joven recibe una patada de uno de ellos en el estómago ocasionando que escupa sangre

–Entréganos la semilla maldito sudamericano si no quieres sufrir una muerte dolorosa –el militar le habla en un perfecto español apuntando su arma de fuego en la cabeza

–Lo más gracioso de todo esto es que yo no tengo la semilla, fue escondida y nadie sabrá de ella, no dejaré que caiga en manos enemigas –eso es lo único que pudo decir

Todos los militares apuntan en su cabeza mientras esperan la señal de su superior, el comandante mira a sus muchachos y ordena a 3 que investigue la casa en la cual el estaba y, con el resto seguían apuntándolo.
El comandante mueve su dedo apretando el gatillo hasta el fondo.  

ToshiultsWhere stories live. Discover now