-Ahora resulta que soy una distracción -dije molesta.
-No, mi niña, por supuesto que no. Eres lo más bello que tenemos tu padre y yo -intervino esta vez mi madre -solo será por un tiempo, luego volveremos a ser la familia que somos.
-¿Y quién es ese señor o qué?
-Creo que su apellido era 'Paqueli' o 'Pasqueti'. En verdad, no lo recuerdo, ya se me va a acordar. Creo que es italiano.
-¿Y yo que?
-Bueno, el señor Pasqueti ofreció brindarnos una casa para ti, el único inconveniente es que es en París.-dice mi madre.
-Sabemos que era uno de tus sueños visitar París ¿no, mi amor?-Replicó mi padre con una sonrisa.
-Si... pero yo imaginaba estar con ustedes, juntos -Dije triste.
-Cariño -Mi padre levanta levemente mi mentón –, sólo será por un corto tiempo. Te lo prometo, y luego podremos ir a donde tú quieras. ¿Ok?
Suspiré- Tengo miedo.
-Ay amor, nosotros también, pero debes ser valiente.
Suspiré nuevamente- Está bien.
Carolina Pov.
Agustín ofreció llevarme a casa, algo que agradecí en mi interior ya que no quería seguir bajo la lluvia. Al llegar a ella, me bajé de su auto torpemente, me dirigí hacia mi casa y recordé que no había nadie. Lo había olvidado; Mi madre se encontraba en una junta de negocios en Uruguay y mi padre estaba visitando a la abuela Matilda. Ambos no llegaran hasta mañana.
Me giré para observarlo y despedirme con la mano, él estaba apoyado contra la puerta de copiloto con sus brazos cruzados en su pecho.
No puedo creer que vaya a decir esto:
-¿N-no quieres entrar? –Cuestioné, él parecía sorprendido. No lo culpo; yo también.
-No creo que a tus padres les agrade la idea.
-En realidad, estoy sola –repliqué nerviosa –Mis padres llegan mañana.
-Entonces ¿quieres que te acompañe? –Cuestionó ahora incorporándose.
-S-si... No, Bueno si quieres... m-me puedes acompañar, pero si no quieres no t-ti –él comenzaba a acercarse –Pensándolo bien, es mejor que te vayas a tu casa, seguro t-te están esperando y no deberías llegar tarde –Respondí nerviosa.
-Tranquila, yo vivo solo.
-ah... pues, si quieres, entras...-dije abriendo la puerta –. Bienvenido –pronuncié una vez que estábamos dentro de la estancia.
-Wow, que linda casa.
-Gracias... ¿Quieres algo de tomar?
-Agua está bien.
Le tendí el vaso con agua con un ligero temblor en la muñeca y él lo cogió.
-¿Estas bien?
-S-sí.
La tensión se sentía en el aire, casi que se cortaba con un cuchillo. Yo me senté en el sofá mirando de un lado a otro sin ningún punto en específico, pero mi mirada no daba cruce alguno con la de Agustín, él en cambio, me observaba detenidamente a cada detalle y movimiento que realizaba. Me comencé a alterar.
-¿Por qué estás tan nerviosa?
-No lo estoy
-¿Sabes qué?... Ya estoy cansado de este juego absurdo de que ambos nos tratemos como si nada pasa –Sus palabras resonaron en mí e hicieron que una alarma se activara.
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Viviendo con el Enemigo ||Ruggarol||
Fanfiction"Este zumbido me carcome el alma; Este dilema me duerme en un sueño moribundo. ¿Qué será el amor? ¿Qué será el orgullo? Porque entre el amor y el orgullo me hallo aprisionado. Sólo espero que un beso tuyo me saque de este hoyo de pena y dolor" Se...
|Capítulo II|
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