Recuerdos Quemados.

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Luke a su lado también corraboró.

- No es que vaya a hacer la gran cosa éste idiota. Preséntalos.  -

Es redundante volver a narrar lo que ocurrió. Quedó maravillado por ella. Quedó impactado por su belleza exótica y mirada cautivante. Podría decirse que se enamoró con locura.

Dylan se encontró con el primer rechazo de su vida.

Lo cual lo descoloca completamente.

Los días siguientes, Dylan saturo el celular de Piper con mensajes de amor y adulaciones, las típicas que harían caer a una mujer corriente rápidamente. Pero Piper, estaba muy lejos de ser corriente. Los 188 mensajes al día fueron ignorados exitosamente.

Cuando eso no funcionó, la segunda semana que siguió..., empezó a amenazarla.

Piper estaba aterrorizada, pero no era cobarde. Era valiente hasta los pelos. Llamó a la policía, estando en los acogedores brazos de su novio.

Pero la policía, no podía hacer nada frente a la asquerosa mafia.

En la tercera semana.

Piper desapareció.

Se podría decir que Jason sólo pestañeo y ella desapareció.

Fue desesperado junto a Percy. Él era su amigo. Y él amigo de Dylan. Solo él podría ayudarlo pues la policía se había quedado sentado apilando botellas de cerveza al mismo tiempo que contaban sus billetes. Billetes que llenaron sus bocas y sus ojos, hasta dejarlos ciegos para ver cualquier injusticia que ocurriera esa semana.

Percy se rio, y dijo confiado que solo pudo haber perdido el celular estando en un centro comercial de por ahí. Tal vez, quedo sin batería en medio de una solitaria ruta con una de sus ruedas pinchadas.

Dylan, no es tan extremista para raptarla. Sentenció.

- Estás paranoico, Jason. - Dijo Percy dándole un golpe amistoso en su hombro.

Jason sonrió temblorosamente. Tragó saliva, y le pidió ayuda, de nuevo.

Jason y Percy se separaron. Quedaron en que si uno de los dos la encontraba primero, avisaría de inmediato al otro. El otro esperaría para actuar, hasta que el otro llegará.

Una regla impuesta por Percy, y rota por él mismo.

Jason fue hacia Brooklin para revisar una casa abandonada en el interior de un bosque. Era una posibilidad. Mientras que Percy, tomó otro camino, y sin esperanzas realmente en encontrarla. Fue a dos edificios viejos y mohosos.

Encontró el auto de Dylan en una cabaña abandonada muy lejos de la ciudad. Encontró en el suelo pisadas que parecían de pelea y resistencia. Y encontró un arete con forma de paloma. Solitaria y triste.

Percy pestañeo confundido, cuando vio la blusa de una mujer tirada en el suelo, casi hundiéndose en el barro.

Se quedó parado ahí, y se engaño así mismo diciendo que Dylan a pesar de todo. Jamás cometería tal atrocidad. Ni siquiera se lo imaginó. Era ridículo.

¡Impensable!

Subió los escalones del pórtico. Posó su mano en el picaporte, pero recordó que debía llamar a Jason.

Apenas iba tecleando, escucho un grito que desearía no haber reconocido. Deseo estar equivocado. Su voz alegre y cálida jamás sonaría de esa manera tan cruda y aterrada.

Eso se dijo para mentirse. 

Guardo el celular y se introdujo en la habitación.

Subió las escaleras lentamente con su respiración creando humoradas por el frío. Arriba, detrás de una puerta se oía un lloriqueo de un animal muy lastimado. Tocó la puerta.

PERCY PUNK - PERCABETHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora