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Dario sonrió al ver como John los miraba mientras ambos se acercaban con sus manos entrelazadas, Rebecca estaba que se moría de la vergüenza, y su novio estaba que se moría de curiosidad al saber que cara iba a poner su abuelo paterno al enterarse

−¿Qué hacen aquí?− el anciano les sonrió, su nieto Dario había tenido que separarse de su padre, tras el divorcio con su esposa, las cosas no habían salido bien y Salomón, jamás había vuelto a comunicarse con ellos, y aunque Dario era su nieto, lo veía como un hijo al que debía de cuidar

−Vine a presentarte a mi nueva novia ¿Es linda verdad?− El anciano sonrió aun más, esa chica estaba haciendo cambiar a su nieto y todo para bien

−Es hermosa− la alago el anciano, Rebecca estaba incómoda o más que eso, tenía vergüenza que ambos hombres la estuviesen tratando así, sintió como John la abrazaba sin ningún indicio, ella al sentir aquellas manos a su alrededor no pudo evitar relajarse, la cabaña, el pasto, todo el lugar, estaba tal y como la ultima vez que había visitado al anciano −Vamos a dentro, prepararé algo para celebrar

Dario entro a la casa, de inmediato había ido a su habitación mientras Rebecca iba a la cocina a ayudarle a John que de inmediato acepto su ayuda, Jamás había visto a la chica sonreír, solo llorar, pero eso no quitaba que era una buena chica, y que él estaba completamente orgulloso de la nueva pareja de su nieto.

−Bienvenida a la familia Rebecca...Dario es un poco testarudo, pero se nota a leguas que le importas mucho − Ella lo miro, él anciano preparaba la carne mientras ella cortaba las verduras cuando de pronto vio a Dario entrar a la cocina

−Ven...− la tomo del brazo y la jaló hasta donde él estaba, John les sonrió mientras Rebecca se dedicaba a seguir sus pasos − baila conmigo − la música lenta empezó a escucharse, estaban en el jardín, en un maravilloso atardecer, Rebecca negó, esas cosas no iban con ella

− No sé hacerlo − Dario sonrió, y tomándola de la cintura se acercó más a su novia, todo era perfecto, si le hubiesen dicho que una relación sería de esa forma, hubiese estado en una desde hace mucho tiempo, o quizá era la relación que tenía con Rebecca, a penas se conocían, a penas habían convivido, pero estaba tan seguro de ser la pareja de la chica robot, qué, no le importaba nada, ni nadie a su alrededor

−Sé que si...solo sígueme − Dario empezó a moverse lento, mientras ella intentaba con todas sus fuerzas seguir su paso, con algunas veces pisando lo, mientras él sonreía, John los miraba desde la ventana, esos chicos locos, esos niños, sus chicos estaban enamorándose cada vez más, estaba feliz de la felicidad que ambos transmitían en aquel momento

−Te estoy pisando mucho − En ese momento Dario inclino su rostro y la beso, como amaba besar esos carnosos labios, Rebecca asunto sin saber que pasaba, le siguió al beso y separándose, el unió sus frentes

−¡Chicos vengan a comer!−Dario tomo de la mano a asumir novia y la llevo hasta donde estaba el anciano, mientras Rebecca aun perpleja de lo que había pasado, no reaccionaba con nada, jamás había pasado por un noviazgo, que la besarse tantas veces al día, hacían que ella se sintiese de una forma extraña

−¿Sabes Rebecca? Cuando Dario estaba pequeño le gustaba bailar esa misma canción pero con una escoba y cuando su abuela podía, lo hacía con ella −la castaña miro a su novio que le sonrió con sarcasmo a asuuonrio abuelo, su novia no tenía que saber cosas vergonzosas de él

−¿Bailabas con una escoba? −pregunto a su novio, se sentía bien, le daba un poco de gracia todo, pero en su expresión no se reflejaba, siempre era lo mismo, no podía demostrar más de lo debido −Yo lo hacía con mis muñecas − confesó la chica mientras seguía comiendo, Dario la observo, cada día esperaba que sonriera, pero nunca lo hacía, cada día esperaba algo que hiciera ver en ella un poco debido alegría, pero en ese momento no lo miraba ¿Cómo iba a ser su relación cuando las emociones solo salían por parte de suya? Pero tampoco podía presionarla, él y nada más que él, había tomado la decisión de estar a su lado, aún sabiendo todas estas cosas, además que su novia fobia pasado por muchas cosas, pensaba en que si alguna vez se encontrará con alguno de esos hombres, no iba a tener cuidado con sus actos, odiaba a aquellos hombres que le habían hecho tantas cosas

−¿Dónde están tus padres?− Dario cerro los ojos, no le había dicho nada a John, no podía culpar por saber, pero tenía miedo que en ese momento Rebecca se derrumbara

−Murieron...hace algunos años atrás −John jamás se había esperado esa respuesta, Rebecca miro at otro lado, era obvio que aún le afectaba lo de sus padres

−Lo lamento mucho −Rebecca asintió, mientras seguía comiendo, su mirada había cambiado, y los dos hombres lo habían notado de inmediato, Dario estaba consciente que su relación no iba a ser fácil, pero debía de hacer todo lo posible para que, su novia se abriera más a él.

Ceniza de SonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora