POV Charlie.

Llegue a mi casa del maldito infierno que hacían llamar escuela. Era jueves y afortunadamente tenia todo el día siguiente libre para pensar en lo que me habia metido por estúpido. Haber invitado a Tania al bar donde todos mis demás compañeros irían no habia sido tan buena idea pero si tenia que fingir un mugre interés hacia ella por tal de acercarme a su amiga valía la pena. Me dirigí a la cocina y pedí a mi nana que me hiciera algo de comer, sentía mucha ansiedad por alguna razón y lo único que quería era calmar mi mente y estomago si hacia falta.
-Daniel, tenemos que hablar-dijo la voz más odiosa de la casa.
-¿Que quieres Alex?-dije lo más sereno que pude. Quisiera ignorarlo pero me era imposible ya que el seguía siendo mi tutor y aunque Nick ya se había librado de tener que obedecer sus estupideces a mi aún me quedaba tiempo.
-El sábado Hayley nos ha invitado a cenar a casa de sus padres así que no hagas ningún plan porque...-hablo hasta que interrumpí.
-No me interesa ningún plan que tengan tú y ella, además que tengo un compromiso.
-Escucha, he sido muy paciente últimamente contigo, haz llegado a casa más ebrio de lo que deberías y-volví a interrumpir.
-Tu no eres nuestro padre Alexander además Hayley aun no es tu esposa y te guste o no yo no tengo porque estar obedeciendo tus órdenes.
-Claro que debes, al igual que el inútil de Nick ambos dependen de mi.
-¿Te refieres a que dependemos de ti económicamente o que?-dije.
-De la manera que sea, tú irás a esa cena quieras o no-respondió.
Estaba cansado de la escuela y tener que soportar los regaños de Alexander me ponía aún peor, odiaba que aún no se largara y nos dejara vivir nuestras vidas siento que crecí amargado por tener que soportarlo desde que era tan solo un niño. Estaba tan furioso que arroje lo más fuerte que pude un plato de vidrio al suelo provocando que mi hermano se pusiera peor.
-¿Crees que todo lo que tenemos es por ti?-dije-Es hereditario Alex, tú no haz echo nada por tu cuenta todo esto que tenemos nos los dejaron nuestros padres, sin el dinero de ellos tú no hubieras podido sacarnos adelante porque eres un idiota peor que Nick, el abuelo tiene razón cuando se refiere a ustedes dos ambos fueron una decepción para la familia y como te dije y vuelvo a repetir no iré a esa maldita cena pueden irse mucho a la mierda tu noviecita y tu-dije gritando mientras salía de la cocina y posterior de la casa. Alexander solo gritaba que esto no se quedaría así entre muchas idioteces más.
Ni siquiera tome mi auto decidí mejor irme caminando hasta que cuando casi llegaba al final del vecindario escuche una voz femenina llamarme.
-¿A donde vas tan solo?-dijo Margot mientras quitaba uno de sus audífonos. Ella vivía en el mismo vecindario por lo que era común encontrármela por algo nos habíamos echo tan buenos amigos ella si pertenecía a la misma clase de persona que yo a diferencia de otros de mis compañeros.
-Solo quería tomar aire-respondí.
-Te pasa algo, anda cuéntame-dijo acercándose-te vez mal.
-Estoy mal-dije. Quería hablar con alguien pero en el fondo no quería contar que era lo que tenía en realidad.
-¿Porqué no vienes a mi casa?-respondió-mis padres no están y mi hermana fue a ballet, podríamos hablar más tranquilos ahí.
Asentí y la seguí, su casa no quedaba lejos un par de cuadras y listo, ambos entramos y pude notar al fin que Margot únicamente llevaba puesto un top y shorts deportivos, no es que ella no fuera atractiva pero nunca la había tomado en cuenta como para tener algo podría decir íntimo sin embargo nose si era el coraje que había pasado o simplemente mi instinto de hombre que no podía parar de verla.
-Ahora si Charlie, que tienes-dijo mientras se sentaba frente a mi.
-Tengo uno que otro problema en mi casa pero ¿sabes? No quiero hablar de eso-respondí-solo necesitaba un poco de mi amiga.
-Dime la verdad, yo te vi muy mal tenme confianza-dijo.
-Es verdad lo que te dije, solo quiero un poco de mi amiga vaya es todo.
-Un poco de tu amiga hmm, que convencedor-dijo ella-¿y como que es lo que necesitas de mí? -cambió su tono. Mi amiga no tenía fama de Santa por alguna razón y era obvia, no lo era. Había entendido tal vez por mi mismo tono o esa ereccion que probablemente comenzaba a surgir que lo ultimo que quería era hablar.
Me acerqué a ella y bueno no era la primera vez que yo ponía mis labios sobre los de ella sin embargo está vez todo era más intenso, la recosté sobre una mesa que había en su misma sala y las cosas fueron subiendo más y más de tono hasta que, no pude.
Me alejé unos centímetros de ella y al ver su cara me di cuenta que no sentía lo mismo que antes, mi excitación fue sustituida por odio, odio pero hacia mi por lo que estaba a punto de hacer ya que Margot era mi amiga pero eso no era lo que me incomodaba si no que no podía pensar en otra persona más que en ella, tenía la cara de Ivy en mi cabeza.
-Charlie que tienes, sigue-dijo mientras colocaba sus dos manos sobre mi cara.
-No puedo-dije mientras me paraba pero ella me sostuvo del brazo.
-¿Qué es lo que no puedes?-dijo-anda no me puedes dejar así.
-Te estoy diciendo que me tengo que ir,suéltame.
-Pero ¿porque?-continuaba insistiendo.
-¡Porque no!-dije subiendo de tono-no puedo estar contigo tu... tú no eres ella no puedo Margot.
-¿Ella? Ella quien-dijo mientras volvía a jalarme y esta vez ya no iba soportar más.
-¡Tu no eres Ivy!-dije exaltado para luego arrojarla lo suficiente fuerte al sillón provocando que esta misma se cayera.
-¿Te gusta la estupida niña esa? La prefieres antes que a mí-dijo parándose y lanzándome uno de los cojines de su sala.
-NO LE DIGAS ESTUPIDA-grite mientras en el momento que menos pensé tenía su cuello entre mis manos, no podía controlar mi furia todo se me había juntado y ni los momentos con mi mejor amiga me hacían razonar en esos momentos hasta que después de unos segundos la logre soltar para salir lo más rápido que pude de su casa. Solo pude mirar de reojo como Margot tocaba su cuello en shock y se tiraba al piso.
Había actuado como un monstruo por una simple chica, una simple chica que ni siquiera se dignaba a dirigirme la palabra por si misma y al contrario de las demás ella era la que me ignoraba. Camine lo más rápido que pude hasta regresar a mi casa aunque esto era lo ultimo que quería necesitaba pensar en lo que había pasado, todas las imágenes se repetían y repetían en mi cabeza y no sabía como arreglarlo.

💫

SADISTICWhere stories live. Discover now