—No estoy seguro, pero creo que aún no la he conocido.— sonrió y acomodó los lentes de marco negro. Se le veían hermosos y le daba un aspecto un poco más intelectual.

Aunque estos no fuesen lentes reales.

—Lo siento, se me pasó por alto.— hice un ademán con las manos y reí.

—Descuida.—enunció e inspeccionó su reloj de mano —¿uh?, Ya estamos diez minutos atrasados para la clase.

Los dos abrimos los ojos lo más grande que pudimos mirándonos uno al otro, y la escena parecía ser demasiado graciososa. Nos pusimos en pié casi de un brico y recogimos nuestras cosas lo más rápido posible para luego echarnos a correr por los pasillo como dos locos desquiciados, y al estar frente al salón nos detuvimos en la puerta.

—Tú primero.—Murmuré empujando por la espalda a Jackson, pero éste se reusó a dar el primer paso.

—¡¿Yo?! —Inquirió incrédulo.—¡yo soy el nuevo!.— se excusó volviéndose a mi espalda y empujándome de la misma manera.

—¡No sabía que eras tan gallina!.— masculle frunciendo el ceño, pero luego reí debido a que todo esto me parecía gracisos. Nunca había estado fuera del salón, en ocasiones si llegaba tarde, pero a la hora de descanso para volver al salón era puntual porque a veces ni siquiera salía del ahí.

—¿Quién es la guía aquí?— inquirió dejándome sin que decir, se las daba muy bien para defenderse. Formó un ridículo puchero en el rostro intentando hacerme sentir compasión, pero lo único que ganó de mi parte fue un pequeño golpe en la parte superior de su hombro.

—¡Qué salvaje!.— se quejó en cuanto sintió mi pequeño puño chocar con sus grandes músculos. Reí.

Pero todo momento de broma golpes e indecisión por elegir quien entra primero, quedó atrás al oír la voz de la maestra Song Hyo atravesar nuestros oído.  

—llega tarde, señorita Song.— alzó una ceja y dejó el marcador líquido sobre el escritorio.

—Lo siento.— jugueteé con él dobladillo de mi falda hecha un manojo de nervios, no quería tener una falta y mucho menos que me marque una fuga en el casillero de asistencia. 

—¿Su excusa?— demandó sin más, como siempre con su imponente presencia presente en cada paso que daba.

—Yo...—interrumpió mi mal elaborada excusa La cual estuvo a punto de ser expulsada por mis labios.

Guardó silencio y deslizó sus verdes ojos por detrás de mi hombro, sin pensar seguí el camino de sus pupilas y me encontré con el blanco en donde apuntaban descaradamente.

—El muchacho de atrás, ¿quién es?.— inquirió apuntando a mis espaldas con su dedo.

—Ah, sí. El es Jackson Wang, estudiante de intercambio.— presenté  dándole paso al muchacho para que estuviese más cerca a la puerta, dado que parecía huir de las clases.

Los ojos de Jackson chocaron de la misma manera con los ojos curiosos de la maestra Song Hyo, hizo una reverencia, tomó su mano y beso delicadamente el dorso de esta, justo como lo haría un galán de dramas. El ambiente entre ambos era algo tenso, podría decirse que era tensión sexual entre ellos, y yo me sentía sobrar en la escena.

—Pueden... tomar asiento.—indicó y Jackson se movió hacia su pupitre casi sin despegar la vista de la maestra al igual que ella, mientras volvía a retomar la clase.

—Creo que estos dos pueden tener algo escondido mas adelante. —Sonreí para mis adentros.

Ambos se veían muy interesados el uno con el otro, y la manera con la que la miraba en clase me parecía tierna, no le despegó la vista de encima ni un segundo y ella de vez en cuando deslizaba una mirada por encima de sus libros hasta llegar a él.

yo era ahora cómplice de algo tan claro.

—Jackson, te dije por milésima vez que no está casa, no tiene una relación amorosa.—me paré en seco y lo miré enternecida dado que desde que las clases habian concluido, no habia parado de hacerme preguntas sobre la maestra.

—¡¿En serio?!, ¡¿no mientes?!.— inquirió dando pequeños brincos en su lugar.

—Por qué razón mentiría.— concluí dándole a entender que estaba diciéndole toda la verdad.

La maestra Song Hyo no había tenido ningún tipo de citas desde hace un par de años y hace poco el maestro Lee de químicas estuvo intentando algo con ella, pero falló en el intento dado que la maestra nunca le dio esperanzas. Con Jackson tal vez podría ser diferente dada la intensidad con la que se miraban.

—Me encantaría llamarla noona.— sonrió aún más, parecía que la sonrisa le llegaría hasta las orejas.

—te veo muy ilusionado con ella, ¿te gusta mucho?.— inquiri pasando un mechón por detrás de mi oreja y volviendo a meter las manos en mi chaqueta.

—Es como de otro mundo, ¿Has visto sus...?—lo corte de inmediato al saber lo que preguntaría.

—Si, claro. Lo entendiendo.— caminamos hasta la estación de auto-buses y nos sentamos a esperar el siguiente.

—¡Labios!, qué mojigata y pervertida eres.— enunció burlón y reímos a la par. —No lo sé ¿sabes? Tal vez podría estar enamorado de ella, pero no iría más allá de una relación sexual.

Jackson volvió la mirada hacia mí.

—tal vez suene ridículo, pero tú debes saberlo. ¿Te has enamorado alguna vez?.—Inquirió de repente.

Mi sonrisa se volvió nada y mis ojos parpadearon rapidamente. descendí mi rostro sin nada que decir, y me mordí el labio inferior evitando cualquier cosa que pudiesen salir se mis labios. Fue ahí cuando me volví a hacer la misma maldita pregunta.

¿Lo amaba de verdad?

PUPPET  [ T#1 TERMINADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora