Por ahora no hagas nada

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SAMUEL – ya no –Irina lo miro y sonrió– y mucho cuidadito porque donde le hagas algo te la vez conmigo –Irina le pego un golpe en el brazo–

IRINA – ya no bromees, y mejor brindamos y pedimos algo de comer

ANDREA – sí muero de hambre –Samuel la observó–

SAMUEL – pero si acabas de comer –Andrea sonrió–

ANDREA – tengo hambre –Irina la miro y recordó sus malestares se mordió el labio y Flavio se acercó a ella–

FLAVIO – ¿Qué piensas? –Preguntó en el oído de Irina en voz baja–

IRINA – después te digo



–Inma se sentó al lado de Anselmo, este la veía y no demoró en darse cuenta que algo le pasaba, aunque Inma siempre estaba triste cuando se encontraba sola ahora aparte de triste se encontraba nerviosa–

ANSELMO – ¿Qué te pasa? –Inma lo miró y suspiro–

INMA – nada importante

ANSELMO – por favor Inma te conozco y sé que algo te pasa, confía en mí –Inma suspiro–

INMA – el pasado regreso y eso me aterra

ANSELMO – ¿cómo que el pasado regreso?

INMA – tú sabes porque, sé que entre Maru y tú tenían mucha comunicación –Anselmo dibuja en su rostro una sonrisa llena de nostalgia al recordar a Maru–

ANSELMO – así es y siento mucho todo lo que has vivido al lado de Fabricio, pero nunca quisiste dejarlo

INMA – lo sé –bajo la mirada– y sé que muchas de las cosas que he vivido han sido mi culpa –suspiro– pero no puedo seguir con esto no ahora que él esta aquí

ANSELMO – él hombre que amaste y te dejo –Inma lo miró con los ojos llenos de lágrimas–

INMA – él no me dejo, todo fue un maldita mentira una trampa del imbécil de Fabricio y mi tía, que siempre quiso dinero y lujos –Inma guarda silencio– ella me vendió –sollozo– yo era muy joven cuando todo eso paso, nunca he tenido carácter –sus lágrimas humedecen sus mejillas–

ANSELMO – lo siento mucho, yo le dije a Maru que contabas con nosotros –Inma le tomo la mano–

INMA – lo sé pero no podía dejar a Fabricio

ANSELMO – ¿por qué? acaso –Inma bajo la mirada–

INMA – me tenía amenazada con hacerle a Irina lo que hacía conmigo –Anselmo la miro horrorizado y quiso preguntar antes de pensar cosas que no eran–

ANSELMO – ¿Qué era lo que te hacía?

INMA – tomarme cada que se le antojaba

ANSELMO – lo debiste denunciar eso es violación –Inma negó llorando–

INMA – tú mejor que nadie sabes el poder y las influencias que tiene Fabricio, al denunciarlo solo despertaría más su ira, y entonces sí sus amenazas las llevaría acabo

ANSELMO – no puedo creer lo que me dices Inma, Irina es su hija –Inma negó– ¿cómo?

INMA – Irina no es su hija –él rostro de Anselmo cambio de inmediato– cuando yo me case con él ya iba embarazada

ANSELMO – ¡qué! Irina no es hija de Fabricio –Inma niega– pero –guardo silencio y recordó las palabras de Saúl diciéndole que Irina era su hermana– pero –la puerta se abrió antes de que Anselmo pudiera decir algo más–

No Te PerteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora