La Extraña Muerte.

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Kennedy se pasó una mano por el rostro y decidió darle otra leída a la descripción de los hechos según los criminólogos. Todo marcaba bien, la investigación que se llevó a cabo les dio por revisar lo que quedó del auto en aquella calle que estaba pasando el parque, y por encontrar pétalos de rosas sueltos y un frasco grande de agua del grifo, les dio la idea de que había ido al panteón a ver a alguna persona fallecida. Hasta que, leyendo ya la mitad de la hoja, en un párrafo separado por dos renglones se decía que el auto no pudo haber chocado contra el poste, y que mucho menos en una casa y haber rebotado hasta la mitad de la calle... aparte, el cadáver estaba en un árbol muy alto, debió de haber ido a mucha velocidad y haber frenado lo suficientemente fuerte para romper el cristal delantero, aparte el poste más cercano quedaba a tres metros de donde se hallaba el vehículo, y las casas de alrededor estaban en perfecto estado...

"No", se dijo el oficial tras releer una y otra vez aquel informe. No podía dar el caso por cerrado y decir que misteriosamente se había estrellado con algo que en realidad nunca estuvo ahí. Entonces, de las hojas de los hechos que aún sostenía cayó otro pequeño documento unido por una simple grapa. A pesar de solo leer la primera hoja no quiso saber lo demás, sobre qué entrevistas hicieron a los alrededores para saber si alguien vio, pero al recoger y darle una breve leída a la hoja caída supo que el caso que tenían por delante era sumamente paranormal, sin explicación, sin culpables.

Sonia Bennet, la única que vio lo ocurrido había dicho a las autoridades que el vehículo había colisionado contra un poste invisible... y rogó varias veces para que no la tomaran por loca... había visto perfectamente como se quebraba a la mitad. Varios policías cerca del parque no escucharon si quiera el golpe pero le dieron la razón a la chica, y eso fue lo que anotaron en aquella hoja antes de dárselas a los criminólogos para que analizaran con detenimiento.

3

Sus padres salieron por el pasillo ya sin las esposas y corrieron como la primera vez a abrazar a Randall, parecían ya más llenos de color y un poco más animados, pero aún tenían ojeras y habrían dado lo que fuera por dormir lo que quedaba de la mañana.

"¿Qué le dijeron a Kennedy?" Preguntó Randall al salir. Estaban siendo transportados por dos policías hacia su casa de nuevo.

"Pues, varios vecinos habían visto como Dave venía a nuestra casa y le dábamos 'buenas cantidades de alcohol' "Respondió Ben enfatizando las últimas cuatro palabras. "A lo que pensaron que nosotros habíamos dado esa noche más de lo debido al señor y pues chocó así de la nada".

"Pero al ver que el auto en realidad iba de regreso a su casa y no de salida entonces comprendieron que no nos había visitado" Agregó Lenna, la madre.

"Entonces ya estamos completamente libres" Dijo Randall sentándose entre los dos en el asiento trasero.

"Pues digamos que no..., Lenna y yo mantuvimos muchos problemas con los Harris, los que viven a la derecha, y pues al parecer ellos nos estuvieron espiando para captar algo ilegal y detenernos al instante."

Randall no respondió, odiaba a todos los vecinos... incluso al señor Dave (aunque estuviera muerto), pero un poco menos que a los demás.

"Entonces" Prosiguió Ben. "¿Recuerdas esa vez que atropellamos una ardilla y la aventamos hacia su jardín?"

El muchacho lo recordaba perfectamente, había ocurrido hace dos meses. 

"Pues por eso, y por otras cosas que no podemos decirte aquí..." Miró a los policías como diciendo que ellos no podían escuchar. "Nos han puesto vigilancia las veinticuatro horas del día... y antes de que empieces a gritar déjame decirte que no hacemos nada malo y no tienen por qué volvernos a traer aquí de nuevo ¿entiendes? Sólo pórtate bien y no hagas nada fuera de lo común, ve a la escuela, regresa, sal a tocar un rato con tus amigos, y no entres ni te acerques por nada a la casa de los Harris, y mucho menos a la de Dave".

Randall asintió y supo que lo que vivieron aún no había acabado. Lo de aventar cosas al jardín de los demás podría haber sido una simple broma, ni siquiera dañaron nada, y según él, las otras veces que habían hecho enojar a los Harris fue cuando Ben puso su grabadora a todo volumen (claro, ya era de noche, y había bebido) y todos los vecinos se habían quejado... y no por eso debían ponerles tanta protección... a lo que lo llevó a pensar que quizás Kennedy no pararía hasta encontrar algo en ellos que tuviera que ver con la muerte del señor Dave.

Miró por la ventana de la derecha, y se limitó a aceptar su nueva realidad, ahora no podría fumar hierba en el jardín mientras sus padres no estaban... hasta que pensó... ¿y si los Harris lo habían visto fumando y era otra de las razones para encarcelarlos?

Le embargó un miedo horrible y esperó hasta el que el auto policial se detuvo frente a su casa, que aún tenía las luces encendidas y todas las puertas abiertas. No quería dormir, y nuevamente sintió otra preocupación que no tenía nada que ver con lo delictivo, no se había aprendido las dos canciones faltantes, y estaba claro que lo haría en lugar de ir a acostarse. Al fin que no disfrutaría del sueño, y seguramente tendría pesadillas.

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