Capítulo 1: Una historia distinta

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—Sí, lo sé —respondió con un tono de voz gruñón.

—Mañana te llevaré al planeta, por ahora descansa.

Gohan asintió un poco más calmado, intentando sentarse por más de un minuto debido al dolor punzante que le producía tocar el suelo con su trasero. Cuando por fin logró retomar la posición que tenía antes de la interrupción de Shin, tomó nuevamente el libro que mostraba diferentes formas de vida en la tierra. Lo leyó unas cuantas veces, hasta que el sueño se apoderó de él.

Con los primeros rayos del amanecer, el joven Gohan despertó, frotando sus ojos en un intento de acostumbrarse a la luz del sol, se reincorporó, poniéndose rumbo a donde normalmente estaba Shin. Caminó por unos cuantos minutos hasta que cerca de un pequeño raudal, lo encontró sentado junto a Kibito, observando ambos el flujo de agua.

Se acercó con calma, intentando no molestar su tranquilidad. Aunque rápidamente su atención se centró en las curiosas prendas que sostenía el supremo Kaiosama.

Shin al escuchar sus pasos, volteó mostrando una pequeña sonrisa. Se levantó al instante dándole las ropas que traía entre manos, Gohan las tomó, frunciendo el ceño bastante confundido.

—¿Qué es todo esto?

—Tus nuevas ropas —sonrió—. La vestimenta que usan en la tierra es muy distinta a la nuestra.

Gohan posó su vista en los trapos de apariencia extraña que le entregaba Shin. Un traje negro que cubría todo el cuerpo, botas y guantes totalmente blancos, una bata verde que caía desde los hombros hasta unirse en la cadera sujeta por un cinturón, unas hombreras rojas que estaban adheridas al traje, y sosteniendo una capa del mismo color, además de un casco naranja, teniendo en la parte de los ojos un cristal ahumado.

—¿Estás seguro de que usan esto en la tierra? —preguntó incrédulo Gohan.

—Sí, bueno, creo que sí.

—A qué te refieres con creo— le cuestionó mientras se colocaba el casco.

—En nuestra última visita a la tierra —comentó—. Escuchamos a unos terrícolas llamar superhéroe a otro con un atuendo similar.

»Creemos que se trata de un tipo de vestimenta típica de los terrícolas.

Gohan se encogió de hombros resignado, se había dejado cortar la cola, algo que nunca olvidaría por el dolor que le provocó, ahora no se iba echar para atrás por unos simples trapos. Emprendió el vuelo hacia unas montañas lejanas, ocultándose detrás para cambiar su atuendo.

En cuestión de minutos aterrizó nuevamente frente a ellos con sus nuevas ropas, dejando sorprendido a ambos, ¿esas eran las ropas normales de los terrícolas? Aunque por dentro Gohan admitía que eran muy cómodas, tal vez las más agradables que había probado.

Kibito, que también permanecía parado frente al chico, admiraba los extraños trapos que ahora vestía, se acercó dándole una mochila blanca con el símbolo de una estrella estampado en el frente.

—¿Qué es esto?

—Una mochila —respondió Shin.

—Los terrícolas las utilizan para guardar sus objetos —completó Kibito.

—Entiendo.

—Dentro tienes varios instrumentos que utilizan los humanos para guiarse, confio en que puedas utilizarlos —le comunicó Shin

Gohan asintió, abriendo aquel instrumento extraño para sus ojos, encontrado un papel con figuras y líneas, una cajita circular con una flecha dentro, y unos lápices.

—Bueno creo que es hora de irnos —dijo Shin colocando uno de sus dedos en su sien, extendiendo la otra mano hacia Gohan.

—Sí. —Corrió hacia el lado de Shin, tomando su mano—. Nos vemos Kibito.

—Mucha suerte Gohan —respondió sonriendo.

En cuestión de milésimas de segundos desaparecieron, dejando sólo una pequeña ventisca de aire como recuerdo.

Gente ir un lado a otro, vehículos transitar por las avenidas de la gran ciudad Satán, sonidos de todo tipo salir de diferentes sitios, eran sólo unas cuantas cosas de las que rodeaba a un inexperto Gohan. Pero por eso estaba ahí, para descubrir de qué se trataba aquello, conocer un mundo nuevo.

—Bueno Gohan, te deseo mucha suerte —dijo Shin admirando al igual que Gohan todo lo que los rodeaba—. Recuerda por qué estás aquí.

—Sí.

Shin saludando con su mano derecha, desapareció en un instante, dejando al chico solo a su suerte.


Continuara.......

CapituloBeteado por: NatsumiNiikura

Dragón Ball: Otra Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora