Sue, de Taasth

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[P.D.V.]: Kyle, telépata y hipocampo.
Me costó acordarme de donde nos encontramos a Nathan.
Dando luz a estancias en otras islas, recordé que provenía de un subreino llamado Taasth.
-¿Cómo van las cosas por allí? -comuniqué a Gianlugi, por nuestra vía telepática.
-Van genial, hicimos trizas al hipogrifo y al pegaso -contestó.
-Muy bien, ¿y el lamasu? -le pregunté
-No aguantó nuestros golpes -me habló el italiano.- Cayó inconsciente, cielo abajo. Jade y Hebreyk bajaron a capturarlo.
-Perfecto -aprobé.
Dejé la conexión con Gianlugi Lotko, ya que volaba cerca del subreino de Taasth.
Planeé bajo y vi, por sorpresa, ¡aldeanos!
Nunca nadie de nuestra tropa había tenido que volver a islas o sitios donde ya habíamos pasado. Se habían perdido el bienestar con el que se vivía.
Al aterrizar en Taasth y con Thunsie en estado crítico, observé como los aldeanos se escondían.
Realmente los vislumbraba a todas, gracias a mi gran visión, con lo cual eso no importaba. Algunos estaban cerca, así que:
-Tranquilos, no vengo de parte del Mal -grité.- Vengo a curar a una amiga, que está con heridas, fruto de una reciente batalla.
Entonces los habitantes de Taasth rompieron su silencio. Salieron un par de criaturas voladoras enormes, de plumaje dorado.
-Esta es Sue, es la única de nuestra especie que tiene conocimientos sanadores muy avanzados -dijo el de la derecha, que parecía su padre.
-¿Usted que hará? -dije, con fuerza.-
-Protegeré a mi especie. Nosotros, los rocs somos muy fuertes -aclaró él.- Además, Sue tiene una magnífica fuerza, similar a la de su padre.
-Me esperan en el paso entre reinos, Sue -comenté a la callada roc.- Por favor, curála y te llevaré.
La criatura de pocas palabras accedió a curar a Thunsie con un solo gesto.
-¿Cómo la ves? -le pregunté.- ¿Mejora?
-Evidentemente, tiene heridas de guerrear -empezó, diciendo sus primeras palabras desde que vine.- La podré curar, tranquilo. Me llevará un rato corto.
-Me alegro. Si aceptas, te llevaré al último reino, con mi tropa -le dije.
-Depende, ¿cuál es vuestro fin? -me contestó, con otra cuestión.
-Acabar con el Mal, derrotando al Señor de la Sombra -aclaré.
-Muy bien, aceptaré -respondía.- Confío en mi padre.
Después de un tiempo que se me hizo largo, Thunsie despertó.
-¿Qué hago aquí? -dijo, alarmada.- Kyle, ¿y los demás?
-Tranquila, estás en Taasth. Te traje ya que Andressa no pudo sanarte -contesté.- Esta roc te curó, es increíble.
-Soy Sue. Soy la hija mayor de Björn, mi padre -se presentaba Sue.- Mi madre murió en una caza de los malvados. Siempre esperé este momento de luchar contra el Mal.
Aceptamos y nos la llevamos al paso entre reinos, donde nos esperarían los otros ocho.
Antes de irse, se fundió en un emotivo abrazo con su padre, también roc.

La Perla y los Cuatro ReinosWhere stories live. Discover now