"¡Dieciocho años! ¡Vaya!" Dijo Connor mientras se servía un poco de tocino en un plato.

"Lo sé, es extraño" Dije con una sonrisa. Mi boca se hacía agua con el olor de los waffles.

"¿Quieres que te lleve a la escuela?" Me preguntó mi padre mientras se sentaba.

"No, está bien. Axel me esperará en el parque" Contesté mientras me servía un vaso de jugo de naranja.

Terminé mi comida y me lavé los dientes rápidamente. Salí de la casa corriendo, al darme cuenta de que iba tarde.

Llegué al parque y Axel aún no llegaba. Le mandé un mensaje de texto, preguntándole dónde estaba. Me contestó después de unos segundos de que iba en camino.

Vi la camioneta roja acercarse y me acerqué a la calle.

"¡Lo siento! ¡Me quedé dormido!" Gritó desde la ventanilla. No pude evitar reirme al ver su cabello despeinado.

Me subí rápidamente al vehículo y miré por la ventanilla, las calles y las personas saliendo de sus casas. Cada uno con lo suyo, yendo por sus propios caminos.

"Mierda" Dijo mi amigo, mirando su iPhone preocupado.

"¿Qué sucede?" Pregunté curiosa.

"Es Joe. Anoche salió y está con resaca. Me ha pedido de que vaya por el" Axel suspiró frustrado. "Te voy dejar en la escuela y después voy por él"

"No te preocupes, vamos por Joe" Le tranquilicé.

"Está bien" Axel dio la vuelta y nos desviamos hacia una parte que yo desconocía de la ciudad. "Te ves distinta"

"Es mi cumpleaños..." Dije sin darle mucha importancia.

"¿Es en serio? ¡¿Por qué no dijiste nada?!" Reí por su reacción. "¡Feliz cumpleaños! Lo siento de que tenga que comenzar de esta manera"

"Da igual" Vi a Joe a lo lejos con la camisa sucia, arrugada, la corbata desordenada y su cabello alborotado.

La camioneta se detuvo y Joe tenía los ojos entrecerrados. Como si la luz le molestara.

"¡Viejo! ¿Por qué te demoraste tanto?" Gritó alzando ambas manos. Abrió la puerta del copiloto y abrió los ojos como plato al verme.

"Se me olvidó decirte que venía con Sarah. Van a ir algo apretados..." Dijo Axel, rascándose el cuello.

"Hola" Saludé tímidamente mientras el olor a alcohol invadía el interior de la camioneta.

"Hey" Me dijo con voz ronca. Me incomodé al notar que me estaba mirando asique miré mi iPhone.

Tenía un nuevo mensaje de Dean y Nina. Me desilusioné al no ver nada de August.

"Es el cumpleaños de Sarah" Comentó Axel sin quitar su mirada sobre el manubrio. Le dediqué una mirada asesina a Axel.

"¿En serio? ¿Por qué no dijiste nada?" Preguntó Joe.

"No lo sé, supongo que no me gusta que la gente sepa" Me encongí de hombros. "¿Qué bebiste?" Arrugué mi nariz y Axel se rió.

"Man, cómete un chicle de menta por lo menos" Axel y yo reímos mientras Joe cerraba sus ojos.

"Ya tengo suficiente con este puto dolor de cabeza" Era divertido verlo de mal humor.

Miré mi pierna, que tocaba la de Joe. Su mano fría rosaba mi rodilla, lo cúal me ponía la piel de gallina.

Controla tus hormonas Sarah.

Al llegar a la escuela, el día continuó normal.

En el almuerzo, me comí un sandwich con los chicos.

"¿Y? ¿Vas a celebrar tu cumpleaños?" Preguntó Joe.

"Shh, no lo digas en voz alta" Le supliqué. "Cindy me invitó a una fiesta que va a dar en su casa. Por favor vayan conmigo, no quiero ir sola" Axel miró de inmediato a Joe, esperando su respuesta.

"¿Va a haber alcohol?" Preguntó Joe intentando no darle importancia.

"Sí" Mentí. La verdad esque era muy probable de que hubiese pero no tenía ni la menor idea.

"Entonces vamos" Dijo Axel con una sonrisa.

"Aunque deberías tomarte una ducha antes de ir" Le dije a Joe. "No creo que vayas a lograr conquistar a una chica así como estás" Axel rió.

"¿Te crées divertida chica nueva?" Preguntó alzando una ceja. "Pues quiero ver tu cara después de que yo diga..." Joe se puso de pie sobre la mesa y mi pecho se hundió al darme cuenta de lo qué estaba por hacer.

"¡Joe! ¿Qué demonios estás haciendo? ¡Bájate de ahí!" Le supliqué con la mirada de que no lo hiciera.

"¡Eh! ¡Pueden todos prestarme atención por unos segundos!" Gritó, atrayendo la atención de todos. Miré a Axel con el rostro serio. "¿Podemos por favor todos desearle un feliz cumpleaños a mi nueva amiga, Sarah White?" Todos los ojos se volvieron hacia mi. Mis mejillas ardían y miré a Joe con ganas de matarlo.

"Te has pasado, viejo" Dijo Axel cuando toda la cafetería se quedó en silencio, prestando atención a nuestros movimientos.

Tomé mis cosas y salí de ahí caminando rápidamente.

Caminé por los pasillos vacíos y escuché la voz de Joe a mis espaldas.

"¡Sarah! ¡Vamos! ¡Era solo una broma!" Gritó mientras me alcanzaba.

"Vete Joe, vete con tus mierdas de bromas" Intenté seguir mi camino, pero tenía mucha más fuerza que yo.

Su brazo me tiró hacia los casilleros de manera cuidadosa. Se puso delante de mi. Estaba muy cerca de mí.

"Lo siento" Sentí su repiración contra mi piel y mi pulso se aceleró.

"Joe..." Intenté apartarlo pero no pude.

"No sé por qué lo hice, supongo que yo..." No quería escucharlo. 

No quería que nada de esto sucediera.

Vi que su rostro se comenzó a acercar al mío, me quedé ahí viendo como su cuerpo me empujaba contra los casilleros, nuestros pechos chocaban y el  humedecía sus labios.

Al sentir su aliento cálido con olor a alcohol chocar contra mis labios, desperté de mi trance y lo aparté con mis brazos.

"Joe, somos amigos. Eso no tiene por qué cambiar. No vuelvas a hacer lo que sucedió en la cafetería ni lo de ahora, nadie puede saberlo" El tragó saliva y yo me aparté.

"¡Chicos!" Gritó Axel a lo lejos. El ambiente estaba muy incómodo entre Joe y yo. "¿Pasa algo?" Preguntó al acercarse a nosotros.

"No, no pasa nada" Dije mirando directamente los ojos de Joe. "¿Verdad Joe?"

"Sí, no pasa nada" Contestó con su mirada clavada en mi.

Feliz cumpleaños para mi.

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