Capitulo 31: El fracaso de un plan

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Durante el día no había visto a Jayden ¿Se habría ausentado?
Indagué en mi mochila por mi celular pero no lo tenia y recordé que accidentalmente lo había dejado dentro de mi casillero al inicio de clases.
Establecí el código y efectivamente; el aparato se encontraba sobre el ejemplar "Los cuatro elementos"; agarre el libro y lo sitúe debajo de el resto de objetos, asegurándome de cerrarlo.
No iba a perderlo de mi dominio porque me he percatado que cuando no esta en mi posesión, aparentaba desaparecer de la faz de la tierra y recuperarlo era un milagro. El timbre me indico el regreso y me apresure a mi materia contigua.

SEBASTIÁN:

Después de la discusión con Carter; ninguno quiso interactuar nuevamente, por ende, cada uno selecciono su camino.
Realmente estaba muy enojado y en consecuencia, el viento se alterno; haciendo revolotear a las hojas posadas en el suelo.
Sabía que se lo reproche a Carter pero el podía evitarlo y no tener que acontecer todo esto.

Me encamine al patio posterior del edificio moví mis manos, estableciendo un efecto mas ligero en el aire.
Me interne en el pasillo pues las clases estaban por continuar; percibí como Raquel se desplazo con rapidez a un lado de mi y preferí también apresurarme.
Me instale al final del aula, en uno de los sitios vacíos.

Carter atravesó el umbral de la puerta, sentándose en mi costado; como era frecuente. Durante mas de la mitad de la hora, ninguno se digno a emitir palabra alguna e incluso impedíamos soltar cualquier sonido para prevenir llamar la atención del opuesto.
Mi cólera redujo con el transcurso de los minutos; sin embargo, aun continuaba presente en vista de la inquietante noticia. Y durante el momento de enterar, mis  nervios que se hallaban a flor de piel fueron los que hablaron por mi.
Además, requería de su información para buscar el ejemplar arrebatado.

No obstante, la dificultad seria que el resentido chico ambiguo a mi, logre escuchar el mínimo argumento que tengo por decir.

-...Carter -Susurré para no ser visualizado por la autoridad delante nuestro y fui ignorado, repetí su nombre.

-Creí que no me hablarías -Respondió severo y sin observarme. Celebre internamente al obtener resultado en el segundo intento.

-¿Sabes? Me gustaría que aquel suceso se repita nada mas en los recuerdos y no tener que vivir lo mismo -Confesé, ocultando mi malestar.

-Si; también yo -Denoto cierta aflicción en ese comentario; el suspiro -¿Supongo que todo bien? -Afirme

-Necesito del libro; contiene suficiente información para confirmar teorías -Asintió ante mi comentario.

-Esta bien pero no sera hoy; igualmente ¿Como lograras abrir su casillero? -

-Tengo una idea y no seria necesario saber la combinación -Conteste tocando mi barbilla.
Planificamos lo que seria nuestra siguiente táctica.

Al otro día por la mañana; ambos acordamos llegar mas temprano de lo usual.
Mi espalda descansaba al principio del área de casilleros, esperando a Carter; quien aviso que se demoraría un poco.

Los estudiantes que ya se ubicaban ahí, eran mínimos. Mire mi reloj asentado en mi muñeca, mostrando que la cantidad de minutos, fueron pocos desde mi llegada. Para cuando levante mi mirada, Carter ya se adentraba al corredor, me visualizó y se aproximó.

-¿Cual es? -Interrogue y señalo uno prolongado a nuestra estancia -Bien, la cantidad de alumnos es minúscula pero aun así quiero que te encargues de la vigilancia, tratare de acceder a este -Me detuvo del hombro y me gire interrogante.

-¿Como lo harás? Yo podría de intentar fundir un poco el cerrojo, nunca lo he hecho pero... -Lo interrumpí

-Resultaría lo mismo, ya te has expuestos demasiado y el culpable quedaría en evidencia; además de que si no lo obtienes, solo harías que el metal se dilate, empeorándolo y tendríamos que esperar que se enfríe. Yo lo forzare con la fuerza del viento, quedara intacto y se volverá a cerrar sin prueba de que fue abierto alguna vez -Estaba por disponerme a ello; no obstante, su voz lo suspendió.

-¿Es suficiente la desesperación que sientes por el libro como para ser capaz de violar tus propias normas? -Exclamo con burla y moví la cabeza de derecha a izquierda.

-Aunque no lo aparente; podría ser de gran utilidad y por eso me veo obligado a hacerlo... Y yo no lo denominaría desesperación -Concluí para iniciar la acción predicha; pese a nunca haber desarrollado perfectamente esta habilidad, me esforzaría.
Me retrase mucho y este no cedía en lo absoluto.

-¿Podrías acelerar el proceso? -Preguntó con intranquilidad.

-Lo estoy intentando, Carter ¡Pero es complicado -Gruñí.

-Yo lo haría mas rápido -Hice caso omiso a su comparación -¡Ya basta Sebastián, dejálo! -Habló alterado.

-Espera solo un poco mas -Insistí pero retiro mi brazo precipitadamente -¿Que ocurre? -Indagué con mi ceño fruncido.

-¿Que hacen aquí? -Me alarme al reconocimiento de la propietaria de la manifestación a mi espalda. Procure que conservar mi actitud impasible.

-...¡Carter! El... Quería retirar u-un escrito que... Hizo -Explique lentamente con mis manos unidas.
El aludido golpeo columna con encubrimiento para que la femenina no se reparara.
Ella levanto una ceja con incredulidad -Yo le auxiliaba, adivinando... El código -

De mi mochila extraje un pequeño papel doblado por la mitad sin que la castaña lo apreciara, lo ingrese entre las aberturas que tenia la taquilla; disfrazando aquella actividad como si mi mano se recargara en el metal.
Aquel mensaje era un fragmento de una estrofa dedicado a Yadira, jamas me atreví a dárselo.

-... Entonces... -Carraspeo el pelirrojo, rompiendo el contacto visual que mantuvimos entre Raquel y yo, cuando esta la propicio en el -Me lo devolverías -Murmuro con incomodidad y desviando su mirada a otro ángulo.

-S-si -La chica rápidamente lo abrió agarrando la hoja y se lo dio al pelirrojo -¿Por qué lo dejaste en mi casillero? -Preguntó dirigiéndose a el mas alto.

-En realidad... -Llevo su mano a su nuca inquieto, sin idea de que responder, yo intervine

-No esta concluido; pero tu eras la receptora -Capture el brazo de mi acompañante y deprisa nos retiramos de ahí, con la suficiente lejanía el se libero.

-¡¿Por qué le diste esa respuesta?! ¡Mi reputación! ¡Piensa en mi reputación...! -Pronostique su recriminación; aunque, le tuve que impedir reanudar.

-Es probable que jamas lo comente; no la considero ese tipo de personas y si fuera lo contrario, seria de poca credibilidad. Nunca tendrías esa iniciativa -

-Tienes razón -Concordó y extendió la carta, comenzando su lectura; yo inútilmente trate de recuperarla -En lo absoluto escribiría algo tan cursi -Se burlo y me regreso el objeto, lo mire con incordia y causo su risa soberbia.

RAQUEL:

Concluyendo el horario escolar, tendría otras de aquellas practicas con Aarón y por su petición; debía llevar el libro, nunca quise aclararlo que por decreto de la institución no estaba permitido llevarlo a casa; no obstante, seria una operación sencilla.
Por consecuente; al tener que regresar a mi hogar, me prepare y termine anticipadamente.
Camine por el corredor y observe a dos siluetas frente a mi objetivo; los identifique sin problemas.

Carter indagaba el entorno y Sebastián invadía con su mano lo que era mi casillero. El cabello de el ojigris se mecía con fuerza y ninguna ventilación descargaba en su proximidad

Últimamente; ellos eran los encargados de crear los eventos mas extraños en toda la preparatoria con su inusual comportamiento y me desesperaba el saberlo pero solo el tiempo lo determinaría cuando sea necesario... Y quizás le ayudaría a que esto no demorara.

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Estoy sintiendo nostalgia pues muchos saben que lo que empieza, termina.
Y que se queden para ver su finalización, desde aquellos que son nuevos fantasiosos hasta los que desde el origen de esta historia han perdurado. Me despido.

1° El Inicio De Los Elementales [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora