Se le encogía el estómago cada vez que la imagen de la ayudante de cocina volvía a aparecer en su cabeza. Al final terminó por agachar de nuevo la mirada. Se acarició la frente desesperado e intentó controlar sus palabras, pero era difícil no sacarlo todo a relucir cuando los ojos insistentes y preocupados de Leo no le dejaban una salida de emergencia clara.
—¿Por qué pensás que Flor me dejó plantado en el altar?
Era una pregunta sencilla, directa, y aun así Leo tuvo que recostarse en la silla con la mirada fija en la mesa porque no entendía muy bien qué quería que le respondiese. Habían hablado muchas veces de aquello, por mucho que supusiesen al respecto sólo Florencia tenía una respuesta clara. Abrió la boca para responderle, para decirle que lo correcto era mantener de nuevo una conversación con la hermana Estrella, pero antes de que éste pudiese si quiera empezar a hablar, Dani le cortó.
—Yo sé porqué— aseguró el moreno con una sonrisa irónica y molesta en el rostro.
Leo frunció el ceño, se echó para adelante y se cruzó de brazos sobre la mesa.
—Y te aseguro que no lo puedo creer— continuó su amigo —Si no lo hubiese visto con mis propios ojos jamás habría puesto la mano en el fuego por eso.
—Pará, pará— le rogó el recepcionista con calma —¿Qué viste?
Fue difícil contar lo que había visto, relatar lo que su campo de visión recibió desde aquel ascensor. Según escapan las palabras a través de su boca, las imágenes más corrían dentro de su cabeza, como si se tratase de una película perfectamente nítida que podía observar desde el asiento delantero de la sala de un cine. Pero lo sorprendente de todo aquello fue la reacción de Leo, o la no reacción más bien.
El recepcionista asintió con compresión, pero no se desconcertó lo más mínimo, y eso enfureció aún más a Dani, que impaciente porque de verdad necesitaba que su amigo dijese algo al respecto acabó por darle una palmada fuerte a la mesa. Leo cortó con su pequeño instante de reflexión, volvió a centrar la mirada en el moreno suspirando pesadamente tras de sí e intentó reordenar todo lo que iba a decirle a continuación, aunque en realidad sólo le salió un:
—¿Te sentirías mejor si en lugar de tratarse de Jazmín se tratara de Fede, por ejemplo?
Dani frunció el ceño, sacudió la cabeza y le cedió a Leo unos segundos más de margen para que corrigiese su pregunta. Pero no. Parecía no haberse equivocado con ella.
—No se, puede ser— respondió con sinceridad. —Me dejó por una mina, por...
—Jazmín es una persona igual, como vos y como yo.
—¿La estás defendiendo?
Los ojos desorbitados de Dani y la manera en la que se cerraban sus puños hicieron entender a Leo que la conversación estaba cogiendo un camino para nada acertado. No podía seguir por ahí. Nada de lo que hablaban tenía que ver con él, y por lo tanto no quería meterse en ello de una manera directa, pero lo que menos quería era terminar peleado con un amigo.
—No estoy defendiendo a nadie— se justificó pacientemente, esperando que estuviese satisfecho con esa respuesta.
Pero no, y en seguida volvió a contraatacar.
—Es como si no te sorprendiera nada que Flor esté besandose con una mina por los pasillos del Hotel— le reprochó el moreno.
Leo suspiró, se aflojó la pajarita y pensó en por qué había tenido que meter las narices donde no le llamaban. Podía haber seguido perfectamente con su trabajo y sin embargo estaba ahí sentado, tratando con un tipo que estaba demasiado enfadado como para razonar de manera adulta. No le juzgaba. Si se ponía en sus zapatos quizás él actuaría de la misma manera.
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Ven hasta aquí, dentro.
FanfictionFanfiction basado en la telenovela argentina "Las Estrellas". Muchos de los personajes que aparecen en ésta historia no me pertenecen. El resto y parte de las tramas son inventadas. #SupportLGBT
Capítulo diecinueve.
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