Se giró y se tambaleó un poco, las chicas la miraron con curiosidad.

—Bueno, no eres una cosita bonita.— Él arrastró las palabras, y su aliento apestaba a alcohol. —Pequeña, pero has de ser toda una fiera, ¿eh?— Preguntó.

Ella sonrió y asintió. —Vi lo que le hiciste a la chica de la barra.— Dijo con voz tranquila.

Él sonrió. —Sí, esa perra ni siquiera me dio la oportunidad de darle una buena noche.— Él se burló.

Inhaló profundamente, tratando de contener tanto como fuera posible. —Sí, eso es porque está felizmente casada.— Ella dijo.

Él se burló de nuevo. —No vi ningún anillo.—

—Eso es porque no estabas mirando.— Ella dijo y levantó la mano. —Se mira igual que este.—

Él miró el anillo en su dedo y las chicas en la mesa se miraron mutuamente, amando como ponían en su lugar a este hombre.

—¿Ella es lesbiana?— Preguntó aparentemente disgustado.

—Ella es mi esposa.— _____ dijo y en un rápido movimiento se había quitado el anillo y le había dado un puñetazo en la cara. Él tropieza, antes de caer, debido al alcohol en su sistema. Se volvió a poner el anillo. El hombre intentó ponerse de pie mientras sostenía su nariz que en ese momento estaba chorreando sangre.

Las chicas en la mesa la miraron con admiración. Una alzó su mano para chocar los cinco y _____ se río entre dientes mientras se los daba.

—¡Eres increíble!— Una dijo emocionada.

—Gracias, estoy al final del bar, por si este idiota,— dijo pateándolo, pero no con fuerza en la pierna. —Las molesta otra vez, me avisan.—

Asintieron y vieron a la morena alejarse.

~.~

Ni siquiera media hora después, _____ vio como Lauren entregaba una bandeja de bebidas a una mesa cercana. Eran un grupo de universitarios ruidosos y ella mantuvo una sonrisa amistosa todo el tiempo mientras la miraban sin vergüenza y le decían comentarios groseros.

Uno le dio una palmada en el culo mientras ella se alejaba y _____ la miró mientras se volvía y le decía algo. Él la miró sin importancia y le arrojó un billete de cinco dólares, ella lo recogió y se fue.

Cuando ella se fue, la morena otra vez se levantó de su taburete y caminó hacia la mesa de niños ruidosos.

Ella no dio ninguna advertencia cuando agarró al tipo por la nuca y golpeó su cara contra la mesa. Los otros se quedaron en silencio en estado de shock mientras levantaba la cabeza y la sangre goteaba de su nariz.

—Ten un poco de respeto.— Ella gruñó tomando su mano y rompiendo sus dedos hacia atrás. Se rompieron fácilmente y gritó de dolor mientras sus amigos, borrachos más allá del límite, solo miraban y soltaban una risita, sin darse cuenta del dolor en el que estaba realmente.

No dijo nada más mientras regresaba a su lugar, donde el otro bartender había rellenado su vaso de agua helada.

Él sabía porqué ella estaba allí, y solo negó con la cabeza con una sonrisa. Ella estaba protegiendo a su esposa, ¿quién era él para detenerla?

One-shots||Lauren Jauregui & Tú||Where stories live. Discover now