21. Trajes y tacones

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— Lo sé – suspira él con cansancio, sin siquiera darnos tiempo a Dom o a mí de contestar – Pero el novio de Dominique es de su tamaño, de su misma altura – comienza a explicar – Y si ella usa tacones, entonces los ojos de Namjoon estarán a la altura de esta área – casi balbucea, gesticulando con su mano libre la zona de su propio tórax, lo que hace que una carcajada brote desde el fondo de mi garganta mientras que las mejillas de mi hermana se tornan de un brillante color rojo – Y no puedo soportar pensar en ello. Dominique es una bebé delante de mis ojos todavía, Sun.

No dejo de reír al ver el rostro de Sun, tan entretenida de las palabras de su esposo como yo lo estoy, al contrario de Dom, quien se ha sonrojado a una velocidad preocupante.

— No te rías demasiado, Theodora – ahora Calvin me reprende, posando sus ojos rasgados sobre los míos y yo me obligo a dejar de reír, juntando los labios e inflando las mejillas como única forma de mantener las carcajadas para mí misma – Tú mantendrás un ojo en Dominique y en Namjoon – demanda, cruzándose de brazos en un segundo – No quiero que esos dos se fuguen en ningún momento. Tampoco quiero que te escapes con Seokjin a algún lugar privado, ¿entendido, Theo? Ambas son unas bebés para mí y no quiero que se vayan por ahí a hacer más bebés.

Mi única reacción, es rodar los ojos hacia él y negar con la cabeza, sin poder ocultar mi diversión ante sus exageradas palabras.

— ¿Seokjin? – inquiere Sun, proyectando confusión al hacer su pregunta – ¿Quién es Seokjin y qué tiene que ver él con Theo?

Miro a Sun y ella a mí. Calvin traga, como si hubiese dicho algo que no debió haber pronunciado en voz alta, al menos no delante de Sun ni de mi hermana, la que ahora lleva una mano a su boca y alza ambas cejas, esperando por la explicación que Cal debe estar maquinando dentro de su cabeza.

Lo miro con cierta curiosidad, más cuando él se aclara la garganta y habla, tomando ambas manos de Sun al mirarla a los ojos.

— Le prometí a Theodora guardar este secreto, pero eres mi esposa y te prometí a ti que no habría secreto entre nosotros – habla, carraspeando de vez en cuando – Pero atrapé a Theo de la mano de Seokjin paseándose por la agencia hace un par de días, le dije que no le diría a nadie y aquí me tienes, confesándolo frente a ti, la mujer que amo con todo mi corazón.

Niego con la cabeza, entretenida de escuchar el dramatismo en su discurso.

— Ya te expliqué lo que sucedió ese día, Cal – me hallo rodando los ojos hacia él – y con respecto a los tacones y a tus preocupaciones por esta zona – digo, entretenida, al señalar mi tórax y el de mi hermana – ambas trajimos elegantes zapatos sin tacón para bailar sin problemas.

Mis palabras terminan con el timbre del ascensor anunciándonos que hemos llegado al ultimo piso del elegante edificio, lugar en donde toda la velada destinada a celebrar a Jungkook y a Bang PD Nim se llevará a cabo.

Abandono el elevador, seguida por los demás, y me encuentro a mí misma mirando cada rincón de la terraza, asombrándome con las luces adornando el techo y colgando de este de la misma forma que las luces del Seúl nocturno se observan a lo lejos.

Camareros van y vienen al ritmo de la suave música que se escucha por lo bajo, dejando que los murmullos de los invitados sean los protagonistas de la noche, por el momento.

No transcurre ni siquiera un minuto, luego de haber llegado a la terraza, en el que Calvin llama mi nombre y el de mi hermana, sonriéndonos a medias cuando nos volteamos para enfocarlo.

— ¡Señoritas! – suelta Cal en una especie de llamado militar, torciendo sus labios con diversión – Antes de que se escapen a buscar a sus chicos, necesitamos conseguir una fotografía familiar.

6:20  [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora