El tercer ejercicio: El laberinto

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—¡Ya basta! —los interrumpió Flux—. ¿Quién va al laberinto?

—Bueno, después de todo, a mí me parece buena idea la del enano —opinó Rain después de pensar por unos momentos, refiriéndose a lo que había dicho Dafs hacía unos momentos.

No estaba nada mal, era cierto que Wany tendría más ventaja que cualquiera de sus compañeros en este ejercicio. Los otros estuvieron de acuerdo y enviaron a Wany.

***

El grupo Número 21 también estaba eligiendo a su concursante para este ejercicio.

—Veamos —pensaba Tad—. Ni yo, ni Slade. Solo Stacey, Pranch o Dafs.

—Dafs tiene visión de rayos X —consideró Pranch—, creo que él debería ir.

A todos les pareció bien.

—Esperen —dijo Stacey—. ¿Dónde está?

Los chicos miraron a sus alrededores y comenzaron a buscarlo desesperadamente. Hasta que al fin lo vieron venir muy campante caminando dando pequeños saltitos hacia ellos.

—¡¿Dónde estabas?! —le preguntó un tanto violento Pranch.

—Estábamos preocupados —le confesó Stacey.

—Yo... estaba...—alcanzó a decir Dafs, pero Slade lo interrumpió:

—Ya, ya, no importa. A ti te toca este ejercicio, así que... ¡go! —Y lo empujó para que fuera donde estaban los demás concursantes.

—"Oh no" —pensó Dafs—. "¿Tengo que competir con Wany?"

***

Finalmente, todos los concursantes fueron puestos en las diferentes entradas del laberinto. Hasta que dieron la señal ¡y todos entraron! El tercer ejercicio había comenzado.

Lo primero que hizo Dafs fue activar su visión de rayos X, y como siempre, sus ojos cambiaron de celestes a rojos, a la vez que la visión de la realidad se le volvía más aguda y podía ver a través de las paredes.

—"¡Allá hay uno!" —pensó, al ver un papelito atascado en un arbusto. Pero justo cuando lo estaba por agarrar, apareció Kiara, una chica capaz de producir cristales, del grupo Número 1, y se lo arrebató.

—"¿Kiara?" —pensó Dafs—. "¿Por qué la habrán enviado a ella? ¿En qué les conviene? Algunos equipos no piensan realmente en enviar al mejor candidato, o quizás era la mejor de los que quedaban disponibles. Por suerte mi visión me ayuda. Espero encontrar una buena frase a tiempo, no sé de qué me sirve verlos si no soy lo suficientemente rápido como para tomarlos, tengo que pensar algo mejor..."

***

Mientras tanto, Wany ya tenía un papelito. Era una "Y".

—¿"Y"? —se preguntó Wany—, "tal vez me sirva para algo" —Y se teletransportó a otro lugar al azar dentro del laberinto.

Por suerte, quedó detrás de un árbol y pudo asomarse sin ser vista, tras escuchar unos extraños susurros:

—Claro que tenemos que ganar, a toda costa, de otra forma las consecuencias serían terribles... no, no es por ellos, es por...

Se trataba de una niña de cabellos rubios con mechones lilas, muy bonita, pero ¿estaba hablando sola? Wany no supo si sería prudente interrumpirla o no y se limitó a observarla. Aunque no pudo hacer esa actividad por mucho tiempo, ya que unos segundos después, la chica miró hacia su dirección y Wany pudo ver que tenía unos extraños ojos lilas.

Escuela de Villanos [1]: Los IniciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora