Enslaved {KyuSung}

Capítulo 11 "Cortejo"

–No debería caminar por los corredores usted sola cuando los guardias revisan los alrededores antes de las luces se apaguen en el palacio, princesa.

–Mi guardia y mi sirvienta esperan al otro lado del pasillo, probablemente si escuchan algo sospechoso estén aquí mucho antes de que yo pueda pedir su presencia –explicó– y en cuanto al regalo de esta mañana, podría malentender sus intenciones.

–Dudo haya algo que malentender, princesa, es normal que muestre respeto y amabilidad por la joven que se convertirá en la consorte del rey al que sirvo.

–¿Quiere decir que le habría dado el mismo cumplido a cualquier señorita de ser la prometida de su rey? –preguntó con una sonrisa oculta, intentando no ser descubierta en su pequeña broma porque estaba segura de que al igual que el antiguo rey y los sirvientes, era simple cortesía.

Y aunque al principio no comprendió, le tomó solo un par de segundos entender la referencia –no –respondió antes de voltear a mirarle–. Si soy sincero, dudo le hubiera dicho lo mismo a otra doncella si no fuera tan hermosa como usted.

Su sinceridad era abrumadora, su voz no titubeó ni tampoco su mirada cuando pronunció las palabras.

–Debe disculparme, pero debo continuar con el patrullaje, princesa –hizo una inclinación y se retiró casi en silencio igual que las brisas que agitaban sus cabellos.

–¿Alguna vez has recibido el cumplido de un hombre, Jiyoung? –preguntó a su sirvienta mientras esta le cepillaba el cabello esa noche en la habitación.

–Si, su alteza –respondió–, aunque estoy segura de que usted ha recibido más cumplidos que esta criada.

Sonrió con amabilidad y se quedó pensativa un momento –y... en ¿algunas de esas ocasiones has sentido que hubo un hombre que te hizo sentir más especial que cualquiera, aunque sus palabras pudieran ser como la de los otros?

–Suena a que se ha enamorado –dijo sonriente–, su majestad el rey es un hombre apuesto, solo era cuestión de tiempo para que se enamorara de él.

–Si... –dijo en un suspiro–, pero ¿cómo sabes que estoy enamorada?, ¿acaso tú ya has estado enamorada antes? –cuestionó siendo que Jiyoung apenas tenía su edad y cuando volteó a mirarla esta esquivó sus ojos, pero sus mejillas sonrosadas la delataron.

–No, alteza.

–No deberías mentirle a tu princesa.

Se rio un poco, incluso jugueteó y agradeció que su padre no estuviera ahí para reprender su comportamiento, especialmente porque dudaba que encontrara divertido que permitiera que la menor se comportara así con ella, pero era lo más parecido que tenía a una amiga además de sus hermanas.

***

–¿Cómo van los planes?

–Bien, su alteza.

–Eso espero, comienzo a cansarme de tener que darles cumplimientos a los deseos de mi padre y a la hija del rey de Butzina, ¿sabes qué tan agotador es fingir tener interés por una mujer con la que no piensas desposarte?

"A estas alturas, temo saberlo demasiado bien"

Trató de conservar los guantes puestos mientras ayudaba al príncipe a vestirse sabiendo que sería reprendido si estaba herido, pero no fue el aroma de las hiervas medicinales lo que el mayor notó, sino su nulo interés en él.

–¿Por qué no has admirado mi cuerpo? –cuestionó mientras el castaño terminaba de entrelazar las telas que sostenían sus ropas de dormir–, ¿acaso mi desnudez te ha dejado de ser interesante desde que ella llegó al palacio?

–¿Alteza?

–No soy estúpido, ni mucho menos ciego, sé que has estado mirando a la princesa Taeyeon, incluso más que mis hombres. –Su voz era áspera al igual que su mirada–. ¿es acaso esa mujer más interesante que tu rey?

Silencio.

–Responde.

–Incluso si lo hiciera, ¿qué ganaría con saberlo? –rebatió–, dudo que su orgullo se dañe simplemente porque un hombre piense diferente.

Había fuego en su mirada igual que en todas aquellas ocasiones en que no podía controlar sus palabras y a pesar de que tuvo intenciones de tirar de su collar para recordarle a quién pertenecía y debía lealtad, se sorprendió cuando su mano enguantada sujetó su barbilla y le miró con seriedad.

–No debería sentirse celoso de una mujer, majestad –murmuró con una mueca sonriente que le hizo sentir fastidiado, especialmente al usar una palabra tan burda como los celos, pero su enfado no duró mucho porque los labios del más alto pronto se unieron con los suyos; el menor parecía ansioso, pero no le importó realmente.

Su respiración estaba acelerada cuando sus labios se apartaron y le miró en silencio–perdonaré tu osadía por esta vez, pero dudo haya una segunda.

Un beso.

–Le agradezco, alteza.

–Si estás agradecido, entonces muestra tu gratitud –pudo ver al castaño comenzar a desnudarse frente a él y sus ojos no pudieron evitar recorrer su piel como si no la conocieran, preguntándose si sería igual que siempre o algo habría cambiado en esos días en que sus caricias se habían ausentado.

–¿Acaso mi desnudez no le es suficiente? –preguntó al encontrarse con una expresión seria.

–Tu desnudez nunca será suficiente –respondió porque de haber sido así, nunca le habría tocado desde que le confirió su papel como concubino.

Sonrió –y ¿qué sería suficiente para usted, majestad? –cuestionó de forma sugerente, rozando sus labios contra su cuello, sintiendo a la piel estremecerse– ¿desea que le tome acaso? –murmuró contra su oreja–, ¿eso desea?

–En este momento deseo muchas cosas –respondió, permitiendo que sus manos se adentraran entre sus ropas.

–Entonces, permítame mostrarle mi gratitud... –masculló con una sonrisa.

Y mientras el rey practicaba la intimidad con su concubino, un hombre tenía sus propios planes en otra ala del castillo.

Tomó el papel y lo acercó a una vela en el cuarto de baño, viendo al documento encenderse en tonos naranjas mientras se quemaba y entonces dejó que el agua terminara el trabajo.

–Supongo que tendremos que adelantar las cosas, rey de Maljut... – murmuró viendo el blanco dentro de un pequeño frasco de cristal antes de guardarlo entre sus ropas y abandonar la habitación para regresar a su posición. Sonrió.

~°~

Nota: cuando se menciona a Jiyoung (hay muchas y muchos con ese nombre), se refiere a An Jiyoung de Bolbbalgan4 ♥