Entre Notas Musicales || Coco || Marco de la Cruz x Miguel Rivera

Verdades

Los bellos ojos de Marco comenzaron a soltar hilos de lágrimas de preocupación y culpa por lo que estaba a punto de decir.

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Retrospectiva

-Marco de la Cruz, mi tataranieto, ¿Estás dispuesto a levantar mi reputación, a devolver insulto por insulto hasta derrotar a todos los que nos hicieron daño?-

-¡Si si si! ¡Lo juro!-

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-Tenía que...destrozarte, destuirte de alguna manera, para poder vengarme por haber destruido mi vida...pero...-

-Si es así ¿Entonces por qué te acercaste a mi?-

Miguel también estaba llorando, Imelda pensaba que se trataba de una amistad muy fuerte hasta que mencionó la palabra "venganza".

-¿Alguna vez has oído el dicho "debes estar cerca de tus amigos, pero más cerca de tus enemigos"? Yo en ese momento no sabía lo que hacía pero te juro que...-

-¡No me jures nada!-

Miguel le gritó.

-¡Lo sabía! ¡Sabía que eras una mala semilla!-

Héctor lo señaló con el dedo.

-Héctor por favor, es sólo un niño...-

Dijo Imelda, pero cada quien tenía su perspectiva de ver las cosas, aunque Miguel no entendía porqué su tatarabuela se ponía del lado de Marco.

El par de esqueletos se pusieron a discutir, dejando solos a Miguel y a Marco.

-Claro, ahora lo entiendo todo, ¡fingiste ser mi amigo para que no sospechara cuando sintiera la pedrada!-

Miguel estaba enojado, forzaba mucho la voz cuando le gritaba.

-¡Reconozco que así fue al principio está bien si si lo acepto! Pero eso fue al principio...-

Marco quería calmar a Miguel con un poquito de contacto físico, tal vez poner su mano en su hombro, o entrelazar sus manos, pero este lo rechazó.

-¡No me toques!...-

-¡Por favor, Miguel, escuchame!-

-¡No! ¡Ya me cansé de escucharte! Héctor tenía razón...¡Eres igual a él, eres igual a Ernesto!-

Miguel no se contuvo más, sentía tanto dolor que le soltó una bofetada en la cara, quiso seguir golpeando a Marco pero su tristeza no lo dejaba, esa revelación le había dado en la madre y no sentía fuerzas para seguir con los golpes.

Marco no sintió dolor por los golpes si no por la reacción justificable de Miguel, él siempre había soñado con ser igual a Ernesto de la Cruz, pero ahora, al escuchar eso, se sintió bastante ofendido, y más porque él en verdad había cambiado, pero tarde o temprano el problema que había causado debía bajar por una pendiente agravandose hasta las consecuencias.

Héctor e Imelda los separaron.

-¡Eres lo peor que me ha pasado! ¡Ojalá nunca te hubiera conocido!-

Miguel intentaba deshacerse de la atadura de Héctor a sus brazos para evitar una tragedia.

-¡Estate quieto chamaco!-

-Por favor Miguel, ¡Yo te amo!-

Al joven de la Cruz no le importó gritar eso ante toda la familia Rivera, Imelda ante eso se quedó congelada, y en cuanto a Héctor...

-¡¿QUÉ COSA?!-

El esqueleto parecía sufrir de una embolia ante tan sorprendente declaración, pues sentía que todos sus huesos se ponían tensos y sufría convulsiones, literalmente se estaba retorciendo del coraje o sorpresa, provocando así que soltara a Miguel.

-¡Nada! ¡Eres un mentiroso! Y yo un pendejo por enamorarme de alguien que creí que algún día cambiaría...-

-No digas eso, Miguel...por favor. Al principio era indiferente porque nunca había tenido una amistad como la que tu me diste...pero tu me hiciste recuperar mi infancia, la infancia que nunca tuve, tu me enseñaste que hay algo que me importaba más que la música...y eras tú, sólo tú y tu manera de ser-

-¡Eso no es cierto! ¡No eres más que un niño odioso y mimado que no soporta ver triunfar a otros y tiene que hacer trampa para sobresalir!-

-¡Pero es diferente ya! ¡Yo cambié, tu me ayudaste a cambiar!-

-Las personas no cambian...y ya me di cuenta, fuiste mi amigo a base de mentiras y por conveniencia, ¿Qué me garantiza que lo que me dices en verdad lo sientes?-

-Esto...-

Marco tomó de la cintura a Miguel desprevenidamente y se acercó a él para besarlo.

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Les dejare esto para que se contenten uwu