Anastasia Grey Steele.
Esposa del multimillonario Christian Grey. Todas quisieran ser ella. Con una cartera ilimitada, un esposo más que ardiente y una hermosa familia es la envidia de todos. Respetada y admirada. La chica universitaria que atrapó a...
-Exijo respeto para mí hija, Carrick. -el señor Grey asiente. -¿Estamos de acuerdo Christian? -el tono de mi padre no deja lugar a discusión. Doy un respingo cuando a mi lado Christian aprieta los puños y asiente.
-Bien. ¿Esa mujer es tu amante?
-No señor. Ya se lo he dicho.
-¿Por qué está aquí entonces?
-Papi, RP cree que la prensa dejará esto en paz si se hace un comunicado con ambas partes juntas. Así se demostraría que todo lo que se ha difundido es mentira. -trato de hacerlo entrar en razón. Puedo ver cómo mi padre está muy enojado. La vena en su cuello palpita y sus orejas se han puesto rojas.
-¿Tú le crees Ana? -pregunta Elliot señalando a su hermano. -¿Le crees que no son amantes? -me sorprende y mucho su pregunta. Elliot no ha hecho hasta ahora ningún juicio sobre nuestro drama y yo pensaba que le creía a su hermano. Al parecer no es así.
-Yo... Yo... -tartamudeo un poco. -Si, le creo. No hay razón para que me mienta. Es solo un malentendido.
-Yo no le creo. -exclama Mia.
-Yo tampoco. -dice Elliot. -Es más, estoy seguro que ustedes dos nos están mintiendo desde hace mucho. Saben a lo que me refiero.
-Mi posición es clara Christian. Si Annie dice que la presencia de la señorita ayudará entonces puedo tolerarlo aunque sabes muy bien lo que pienso. Pero no voy a permitir que esta señora se quedé para menospreciar a mi hija. -mira a Elena. -Así que ya sabes lo que tienes que hacer. -todos miramos a Christian esperando que es lo que hará. Nesesito saber qué es lo que hablaron entre ellos. Está claro que mi padre tiene cierto poder sobre Christian después de su charla.
-Elena, sabes que no puedes llegar a mi casa así y mucho menos hablarle a Ana de esa manera. Te voy a pedir que te retires, por favor.
-Christian... Tú nunca me habías tratado así.
-Ya lo oyo, señora. Váyase. -Mia sonríe como si fuera el gato de Alicia en el país de las maravillas.
-Grace, Carrick... Esto es humillante.
-Lo siento Elena pero esta es la casa de mi hijo y Ana. No podemos decidir, además, he oído como te has expresado. No puedo hacer nada cuando claramente le has faltado al respeto. No sé que es lo que te pasa.
-Esto es de lo que siempre te he hablado Carrick. Esta niña ha llegado a controlar a Christian cómo un títere. Tu hijo ha cambiado desde que la conoció. No escucha a nadie. Parece que lo...
-Suficiente. -Mia la agarra del brazo. -Fuera de la casa de mi cuñada. -la jala pero Elena se resiste. Ambas forcejan por unos segundos en los que todos vemos la escena como espectadores en un cine hasta que Elena alza la mano y abofetea a Mia.
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