Da media vuelta y comienza a buscar entre los miles y miles de vestidos que le pidió que nos trajera a la señorita que nos atiende. Y de pronto el rostro se le ilumina y levanta una prenda oscura de entre todas las demás. Se acerca a mí rápidamente y me hace entrar en el vestidor sin siquiera dejarme ver el vestido antes.

Suspiro cansada y me cambio de vestido por milésima vez en esta tarde. Pero en cuanto me miro en el espejo afuera del vestidor, inmediatamente niego con la cabeza a Janet.

—¿Cómo que no te gusta, Hayley? ¡Se te ve hermoso! —exclama alegre, como suele ser siempre ella, pero yo me miro nuevamente en el espejo y vuelvo a negar con la cabeza.

El vestido es completamente negro y tiene un gran escote en forma de “V”. La espalda está completamente descubierta y la tela cae desde mi cintura hasta mis talones. Este vestido es demasiado revelador para mí a pesar de que no tenga aberturas en los costados como el vestido de Janet. Definitivamente no pienso que sea lo indicado para mí.

—Este es tu vestido perfecto, Hayley, definitivamente —asegura Janet mirando el vestido a través del espejo, pero yo me giro a ella y la miro totalmente indecisa

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—Este es tu vestido perfecto, Hayley, definitivamente —asegura Janet mirando el vestido a través del espejo, pero yo me giro a ella y la miro totalmente indecisa.

—No creo que en verdad sea para mí —murmuro incómoda acomodando el escote para que no se me vea nada, pues no puedo llevar sujetador con este vestido.

—Claro que sí, se te ve genial y no quiero escuchar más quejas, jovencita —comenta divertida, pero su celular suena de pronto interrumpiendo nuestra charla.

Se aleja para contestar la llamada mientras yo me quedo mirándome delante del espejo. A pesar de que el vestido sea muy revelador debo de admitir que este sí me queda muy bien. Nunca he sido de las chicas que se obsesionan con su imagen, nunca me ha importado lucir mi cintura o estar perfectamente delgada para encajar en algún hermoso vestuario, pero ahora, delante de este espejo y metida en este vestido negro, no puedo creer que sea yo la persona en el reflejo. La cintura y la cadera resaltan y mi piel blanca contrasta con la tela negra del vestido.

Me acerco más al espejo sin poder creer que sea yo la chica del otro lado, pero conforme más me voy acercando sólo puedo ver con más claridad que sí, que en realidad soy yo. Ahí está mi rostro, ahí están las pequeñas y casi invisibles pecas de mi rostro, ahí están los pocos pero notables lunares en mi cuello y en mis hombros... Sí, definitivamente esa soy yo.

Janet regresa de pronto algo decaída y me interrumpe de inmediato.

—Mi padre salió de viaje sin avisar de nuevo y no podrá asistir al baile como el director le había pedido —comenta cabizbaja, y yo me acerco a ella rápidatamente.

—¿Y qué hay sobre tu madre? —le pregunto llegando a su lado, pero ella suspira cansada.

—Mi madre está en una conferencia en California sobre la empresa, se fue hace unos días y dijo que su estadía se iba a aplazar por que está en busca de un contrato con otra empresa allá... Tal vez piensan expandirse, como sea —explica tratando de restarle importancia, aunque se nota a kilómetros que le importa, y mucho.

My Beautiful Nightmare (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora