Call Me Daddy || JinGyeom

s i e t e

JinYoung separó sus labios con un sonoro chasquido y empezó a recorrer con sus labios la quijada de YuGyeom mientras podía sentir como éste temblaba con el mínimo de sus roces.

—Parece que lo disfrutas aun así después de tu tonto discurso. —susurró con tono burlón. —Me dices que quieres dejar esto, pero mira como te pones cuando te toco.

YuGyeom quería discutir eso, pero en su cerebro no se encontraba nada, no podía formular ni una sola palabra, lo único que salía de su boca eran suaves gemidos y los gruñidos un tanto descontrolables.

El pelinegro volvió a juntar sus bocas y comenzó por desabotonar la camisa que traía puesta el castaño, éste trato de impedirlo poniendo sus dedos sobre la mano intrusa en su vestimenta, el pelinegro entrelazó su mano libre con la de YuGyeom para así poder continuar desvistiendo al menor sin que éste se entre pusiera. Minutos después que logró quitarle la camisa, empezó a descender los besos.

El pequeño cuarto se había llenado de ruidosos besos y gemidos entrecortados.

YuGyeom estaba hecho un desastre, labios hinchados, cabello desordenado, ropa a medio poner, y marcas, muchas marcas por todo su cuello y parte de su torax.

YuGyeom se dió cuenta de que JinYoung quería llegar a más lejos cuando sintió como lo tomaba por su pantalón, pero por arte de magia su celular empezó a sonar de manera escandalosa, esto hizo que JinYoung se separara de golpe.

YuGyeom visualizó en su pantalla: "Bammie ♡" e hizo una mueca un tanto extraña.

Se había tomado tan enserio este encuentro con JinYoung que olvidó que estaban en la fiesta de cumpleaños de su mejor amigo. ¿Cuánto tiempo había estado ahí encerrado?

JinYoung pasó su mirada desde la pantalla del celular hasta la cara de YuGyeom.

—Ni se te ocurra contestar. —le amenazó.

YuGyeom dejó pasar la llamada pero cuanto volvió a recibir otra enseguida, decidió contestar.

JinYoung estaba muy enojado, pero, ¿y si algo grave le pasó a BamBam? Y él estaba encerrado en el cuarto de limpieza con el novio de Mark cuando debía pasar este día junto a su mejor amigo.

—¡YuGyeom! ¡¿Dónde te encuentras?! —se escuchaba preocupado. —Derrepente te perdí de vista.

—Ah, emm.... —no se le ocurría qué decir, no podía contarle en donde estaba realmente. —Yo...

JinYoung sólo miraba cómo YuGyeom se quedaba bloqueado sin saber qué decir, así que entonces dió un largo bufido y le arrebató el celular de las manos.

—Está conmigo, no te preocupes. Estaba mareado y salimos a tomar el aire. —el pelinegro rodó los ojos a lo que haya sido la respuesta de Kunpimook. —Sí, claro, en un rato estamos allá, avísale a Mark. Adiós.

Le devolvió el celular y empezó a arreglar su traje arrugado.

Tenía sus cejas fruncidas, estaba realmente muy enojado.

—¿Qué miras? Deberías hacer lo mismo. —le dijo a regañadientes. —Gracias por arruinar el ambiente, aunque esto no se quedará así.

YuGyeom empezó a tratar de mejorar su apariencia mientras tenía su mirada fija al suelo.

Después de unos minutos cuando los dos estaban medio presentables, JinYoung abrió la puerta dispuesto a irse, YuGyeom le tomó de la muñeca para evitar que se vaya sin antes decirle algo.

—Gracias. —le dió una sonrisa sincera y JinYoung solo le miró de mala forma sin entender ni un poco. —Gracias por mentir con BamBam, la verdad no sabía qué hacer, me has salvado. —soltó una risita.

—No lo hice por ti. —le miró como si lo estuviera juzgando. —También tenía que tener una excusa cuando Mark me preguntara en dónde estaba.

JinYoung observó que YuGyeom tenía la mirada fija en su mano tomando su muñeca, cuando el menor levantó la mirada, el economista lo besó de manera lenta.

—El domingo voy a tu casa. —le avisó. —Me debes recompensar lo de hoy.

YuGyeom trató de interponerse, pero para cuando iba a decir algo, el pelinegro ya había salido del cuarto.

...

—¿Te sientes bien? —el peligris le tomó exageradamente por las mejillas. —De seguro es el olor a alcohol, por eso empiezas a sentirte mal. ¿Quieres irte a casa?

YuGyeom había salido minutos después de JinYoung del cuarto de limpieza, trató de ocultarse lo mejor posible los chupetones que cierto pelinegro le había dejado en su cuello. Lamentablemente el rubio no tenía maquillaje en uno de los cuartos de baño que le ayudara aunque sea a cubrirlo un poco.

—No, ya me encuentro mejor. —le dijo quitando las manos de su amigo de su rostro. —Disfruta tu fiesta, para eso te la hice, no para que te preocupes por mi.

BamBam y YuGyeom estaban hablando en la barra de bebidas cuando se acercó Mark seguido de JinYoung.

—¡Mis pequeños! —les abrazó a los dos por los hombros. —Me despido, ya es tarde y mañana JinYoung trabaja, así que nos vamos.

El enconomista tomó una considerable distancia de ellos.

—Muchas felicidades, Bammie. —dijo Mark mirándolo a la cara. —Espero que disfrutes de la noche con mi pequeño YuGy. —les guiñó un ojo a ambos y empezó reír mientras se alejaba de ellos.

Ni siquiera les había dejado tiempo de hablar.

JinYoung solo miró la conversación y cuando Mark se empezó a ir, él solo lo siguió.

Estaba claro que no se iba a despedir del menor, pero por lo menos podía despedirse de BamBam, era su cumpleaños y debía ser más amable cuando había estado en su fiesta.

O quizás solo estaba exagerando las cosas y en verdad se molestó que no se le haya acercado ni siquiera para decirle adiós a él.

¿Cómo es qué ese pelinegro podía controlar sus emociones así de facil? Aveces lo ponía enfadado, después confundido o incluso excitado.

Para cuestiones de segundos, le vibró el celular y le sacó de sus pensamientos.

Daddy
No olvides lo del domingo.
Enviado 01:34 a.m

Y ahí estaba otra vez, jugando con sus emociones..., ahora estaba nervioso.