HEART DANCE

UN SUEÑO... UN NUEVO COMIENZO.

CAPITULO 1.

Una joven miraba por de la ventana del avión o al menos eso parecía pues la realidad era que sus pensamientos estaban a varios kilómetros de distancia para ser exactos en la ciudad de Chicago ya que había dejado su vida por perseguir su sueño, lograr ser la primera bailarina de la compañía más prestigiosa de Nueva York, sabía que el camino sería largo y difícil pero se sentía capaz de conseguir sus metas aun que al hacerlo tuviera que renunciar a todo aquello que amaba. El timbre del celular no paraba de sonar con insistencia, un joven estiro su largo brazo para sujetar el aparato en su mano y poder contestar.

- Hola – contesto un poco adormilado – Susana no te parece muy temprano para llamar – el joven miro la hora – son seis y media de la mañana – dijo como reclamo - ¿Qué?, no lo recordaba- el joven aventó las sabanas – te veo allá – acto seguido colgó el teléfono – que tarde es – se puso de pie y casi de inmediato se metió a la ducha, no recordaba que ese día serían las audiciones en la compañía de danza Strafford, aunque la cita era a las nueve él tenía que estar antes, pues era la primera vez que sería parte de dichas audiciones y lo que menos quería era que lo tacharan de impuntual, reacciono cuando el agua caliente cayó sobre su larga y castaña cabellera, se enjabono el cuerpo, se enjuago y repitió la acción, tomo una toalla para secarse la amarro a la cintura, limpio el vidrio que se había empañado por el vapor, se miró en el espejo – Terry todo estará bien – se dijo a sí mismo mientras lanzaba un suspiro, ya que se encontraba nervioso por lo de la audición; Terry se arregló y preparo su desayuno pues a sus veinticuatro años era un joven independiente y exitoso, tomo su mochila para dirigirse a la academia Stratford donde serían las audiciones.

- Hola Terry – dijo una mujer que bajaba de la azotea del edificio.

- Hola señora Margaret – Terry saludo amable.

- Ya viste que tendrás nuevo vecino – dijo al ver el alboroto de la mudanza.

- Sí, como no notarlo – dijo con ironía, hacía días se escuchaba que taladraban las paredes para colocar algo.

- Interrumpirán tu privacidad – susurro la señora Margaret ya que sabía que a Terry no simpatizaba fácilmente con las personas.

- Que le digo... querida Margot - Terry le dio un beso en la mejilla a la mujer – voy retrasado – la veo más tarde y gracias por la cena estuvo exquisita – Terry bajo las escaleras.

- Suerte con las audiciones – grito la mujer mientras Terry bajaba rápidamente.

- No estoy nervioso, no estoy nervioso – dijo Terry en un susurro en cuanto estuvo solo.

Candy bajo casi corriendo del avión pues se había retrasado demasiado, tenía pensado llegar mucho antes, pero todo le estaba saliendo mal tan mal que solo tenía dos horas para llegar a la audición y tenía que cruzar la ciudad para llegar a Manhattan pues el estudio de danza Stratford se encontraba en Broadway, tomo su mochila y pidió que su demás equipaje lo resguardaran por unas horas, salió casi corriendo del aeropuerto tomo un taxi para que la llevara, lo que no se imaginaba el tráfico que había a esa hora.

- Todavía estamos muy lejos – pregunto Candy al chofer.

- Bastante señorita apenas estamos en Queens – explico el chofer.

- Por dios necesito llegar a Broadway – Candy puso cara de preocupación – o perderé mi lugar para la edición – hay algún otro modo de llegar – pregunto ansiosa.

- Por el metro señorita, pero a esta hora es casi imposible abordarlo.

- Me puede acercar a la estación más cercana, por favor – Candy suplico, el hombre busco la manera de salir del embotellamiento y busco alguna calle para dejarla cerca de la estación – muchas gracias dijo la joven, saco unos billetes de su bolso y le pago, al salir corrió para entrar a la estación del metro, saco su guía para saber dónde estaba y como llegar a la estación más cercana a su destino, Candy prácticamente corría entre la gente, tuvo que esperar al menos cuatro trenes para poder subir, lo mismo paso con los transbordos que hizo, miraba con insistencia el reloj de pulsera que llevaba en la muñeca izquierda, trato de tranquilizarse – si llegas Candy, si llegas – se decía para sus adentros mientras controlaba su respiración; no hizo falta que ella saliera ya que el mar de gente que descendió del vagón la hizo salir a la fuerza, su mochila se atoro con el bolso de una mujer que termino por empujarla – que grosera – Candy le dijo mientras se acomodaba su mochila, miro su reloj y corrió en cuanto salió de la estación miro a su alrededor, no sabía en verdad a donde dirigirse – no puede estar pasándome esto – dijo al verse desubicada – no sabía hacia donde ir – disculpe busco la academia Stratford – pregunto a un hombre de traje.