Oscura felicidad [Harry Styles]

Capítulo 25

-En verdad, no. Pero, ¿Qué puedo hacer, Harry? El dolor es insoportable, porque siempre está ahí para atormentarme cuando menos lo espero. Sin embargo, imaginé que una vida llena de dolor no es lo que necesito ahora. Puede que sólo este bienestar sea por un minuto o dos, y quizás luego se desvanezca. Pero tampoco puedo dejarme vencer por él; me superaré.

Quizás ese era el preciso momento en el que llegué a sentirme la peor basura del mundo. Decidí abrir la boca para escupir la verdadera razón de mi visita, pero Cher se acercó hasta mí y me abrazó. Simplemente se quedó ahí, adherida a mi cuerpo en un abrazo que, tal vez, sería el último que compartiríamos.

-Estás tenso, - levantó su mirada y decidió darle fin a ese extraordinario contacto. – y muy serio. Desde ayer estás actuando así. ¿Hay algún problema del que quieras hablar? O quizás quieras irte y dormir todo el día y no tengas las suficientes ganas de estar aquí conmigo. En serio, no es necesario que te quedes todo el tiempo aquí, o te sientas esposado a mi rutina o a esta casa.

Quería abrazarla, besarla y susurrarle toda mi verdad al oído. Sin embargo, la voz de Marcus hacía eco en mi cabeza; “Las fotos desaparecerán, y tú dejarás de distraerte con esa muchacha”

-He venido para hablar contigo…

Su ceño se tornó serio, al igual que el mío. Pero la verdad era que lo fingía todo, sólo porque quería sentirme fuerte, quería luchar contra mi lengua traicionera y la verdad que luchaba por salir.

-¿Ha ocurrido algo? ¿Tienes algún problema personal? – suspiró al ver que no respondí – Escucha, si es por el viaje a París, podemos suspenderlo o, simplemente, no ir y quedarnos aquí. No me enojaré contigo, no necesitas excusas para complacerme todo el tiempo…

-No es nada de eso, Cher. No es el viaje, ni ningún problema personal del que no quiera hablar. Yo… oculto cosas. Te oculto cosas a ti, y creo que no mereces esto.

-¿Harry?

-Quizás era miedo. Tenía miedo de que todo esto haya ido muy lejos para ti y que la realidad de pronto te golpeara con dureza. – los ojos se me empañaron. Cher quiso acercárseme, pero la detuve y la obligué a distanciarse de mí.

-Harry… - dijo en sorpresa.

-Tal vez me he dado cuenta que no era amor. – solté inmediatamente, para evitar que rompiera en llanto ahí mismo y lo empeorara todo aún más. – Quizás eras un capricho pasajero del cual me aproveché por un momento para saciar mis problemas y no sentirme solo. Creí que era algo más…. Sin embargo, me equivoqué. Lo siento.

Sentí que todo en mi interior se rompía, como un plato que cae al suelo.

-Tú dijiste…

-Sé lo que dije antes – fingí fortaleza y guardé las lágrimas para mí mismo. – Escucha lo que digo ahora, y deja de vivir en un cuento de hadas, porque el mundo es duro e injusto y te golpeará hasta verte ahogado. Discúlpame por haberte vendado los ojos a la realidad

-Entonces… - le escuché la voz flaquear y perderla, bajo la conmoción de mi tan estúpida disculpa. – sólo soy un desecho. ¿No? Sólo he sido una maldita mierda en tu vida, y tú has fingido todo esto para que yo… yo cayera a tus pies como todas esas putas arrastradas que no saben más que venderse para perdedores como tú.

-Creo que era necesario que diera freno a esta mentira. Me importas, pero no de la manera que creí…

-¿Te importo? – rió con frialdad y se revolvió el cabello. - ¡Maldito hipócrita! Aún no soy capaz de entender cómo has resistido esto. ¿Qué? ¿Acaso todos estos lujos se los das a todas tus putas personales? Les prometes el mundo y luego te largas sin dejar rastro, ¿Verdad?