Capítulo 8: Días de recompensas

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Busqué entre mis bolsillos lo que había guardado antes de venir, por si acaso, por si Fred y George les gustaría agregarlo al plan. Pero ahora no podía preguntarles que era lo más conveniente, solo podía suponer y también divertirme un poco. Así que estiré mi brazo para dejar unos dulces sobre la mesa, lo más silencioso que se me fue posible. Filch no me vio, porque evidentemente se había quedado dormido hasta que oyó cómo me golpeé contra la madera y me cubrí la boca para no chillar.

- Señora Norris, ¿estos dulces ya estaban aquí?

La gata maulló sin darle importancia. Observé cómo Filch agarraba un dulce y lo desenvolvía para luego llevarlo a su boca. Segundos después, comenzó a hipar, incorporándose y moviéndose de un lado a otro sin parar. Resistí la risa. Dio un golpe a la mesa, tomando la taza y, cuando estaba a punto de beber el agua, la taza mordió su nariz.

- ¡Maldita sea! - chilló y se fue corriendo con la taza en su nariz y la gata siguiendo su camino.

...

- Caramelos de hipo, un truco bajo la manga - les dije a los gemelos cuando estábamos regresando a la sala común ese mismo martes. 

- ¡Eso fue asombroso! - exclamó Fred. - ¡Casi se arruina la misión porque no quería tomar la taza!

- Eres toda una experta ya, americana - me sacudió los hombros George. 

- En mi casa, tenía guardados estos dulces cuando mi hermano y yo discutíamos, servían mucho - me reí.

- Pues ahora no te librarás de nosotros tan fácil.

Negué con la cabeza, divertida. 

Entramos en la sala común y nos encontramos con un grupo de alumnos y alumnas, hablando en los sofás. Iba a pasar de largo cuando Fred y George me arrastraron con ellos hacia ese grupo.

- Una broma más a Filch por hoy - anunció Fred.

- Así que si lo ven queriendo castigar a cualquiera que se le cruce es por eso - completó George.

Aunque la mirada de ese grupo en verdad estaba en mí. 

- Oh, ella es Mackenzie, en realidad ella fue la que hizo toda la broma - me presentó George.

- Soy Lee Jordan - me extendió la mano un chico moreno con cabello alborotado y una gran sonrisa.

- Ah, el de la tarántula - le sonreí también y él asintió, entusiasmado. 

- ¿Te gustan las tarántulas también? - me preguntó una chica de cabello castaño largo y recogido en una coleta. 

- Prefiero los leones - le guiñé un ojo.

Ella rió.

- Soy Katie, Katie Bell - aclaró. - Es que aquí hay muchas Katie.

- Pero una sola Angelina Johnson - habló la chica a su lado, de cabello oscuro y piel morena. Me miró con curiosidad, inspeccionándome de arriba a abajo, y luego asentir. - Tú eres la nueva cazadora del equipo de Quidditch.

- Sí, sí - por alguna razón, sentí cómo mis mejillas ardían de la verguenza ante la mirada de aquella chica. 

- Yo también soy cazadora, y Katie - agregó con una sonrisa que me dificultaba decir si era verdadera o falsa. - Nos veremos en los entrenamientos entonces, Wood será muy duro contigo al ser de primer año y nueva en el equipo...

- No la asustes, Angelina - la interumpió otra chica que estaba sentada en el sofá con un libro en su regazo. Sus ojos celestes llamaron mi atención y tenía el cabello de color miel recogido en una trenza. - La han elegido en primer año, eso es un gran logro.

Mackenzie y la piedra filosofal | [MEH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora