AVE NEGRA | Jin ~ BTS |

06| Almacenes

Baje Encontrándome con mi padre acompañado de su escolta, papa dio una clave y las puertas enormes se abrieron, parecía ser una bodega normal, cajas de cartón y tanques de un material desconocido.

— Nueve mil toneladas de meta anfetamina —

yo—...— simplemente las palabras no salían de mi boca, papá acababa de darme toda su vida—

— la demás esta distribuida en almacenes ocultos en todo Corea del Sur, la bodega mas grande esta aquí, en Busan, la segunda esta en Anyang Gwangcheon, las demás en distintos lugares, la mayoria subterráneos— solo prestaba atención a las claras palabras de mi padre, siendo mi sangre nunca había hablado sobre esto, hay mucho que aprender— Esta todo bien?—

—claro, la mercancía esta oculta en los contenedores?— pregunte—

—Los muchachos te ayudaran y aclararan tus dudas, me voy— dijo por ultimo y salio del almacén, tras el tres de sus hombres—

.....

-En New York-

-Narra tn_-

De nuevo me tenían amarrada a una silla, habían pasado ya máximo 5 horas en que me trajeron a este lugar, sus risas se escuchaban cerca, al parecer eran 3 ya que sus voces las distingo, el olor de comida inunda mis fosas nasales, mi estómago pide a gritos alimento.

— come!— grito uno tomandome fuertemente por la barbilla—

Metió un trozo de comida a mi boca, Mastique y trague, no tarde mucho para escupir de vuelta aquel bocado, sabia horrible, no se que especie de comida era, pero su sabor era raro.

— maldita estúpida!— sentí como este arranco la venda de mis ojos bruscamente —

Observe todo mi alrededor, y al parecer estaba en lo correcto, solo tres hombres, estos voltearon a verme, tenían ojos rasgados y la piel muy blanca, su físico era perfecto, sus rostros con muy finas facciones, y su estatura era muy alta. Un pelinegro, y un rubio estaban sentados en un pequeña mesa de madera, más allá visibilice a otro mas, al parecer dormido, ahora eran cuatro.

El sujeto que me había quitado la venda era un chico con la piel muy blanca, el no era tan alto como los demás, sus labios eran muy finos y rojizos, sus ojos eran un poco más rasgados que los de los demás y su cabello era grisáceo.

—ahora veraz— pronto dijo eso se lanzo hacia mi y comenzó a besar y lamer mi cuello desesperadamente.

Comenzó a bajar sus besos poco a poco hasta llegar al borde de mi blusa, con su mano acariciaba mis piernas por encima de la tela de mi pantalón. Mis mejillas comenzaron a cubrirse de ese liquido que brotaba de mis ojos,  por mas que trataba de forcejear todo era inútil.

Los otros dos chicos desde la mesa solo miraban divertidos la escena, mientras el otro dormía plácidamente, era claro que no me ayudarían.