El abrazo duró muy poco pero fue lo suficiente para ambos, al termino de este el Dios se retiró diciéndole que la esperaba mañana temprano a entrenar. Akari comprendía a pesar de que él no se lo dijera, qué se preocupaba por ella, así que para tener un buen rendimiento se fue a dormir.
* * *
Tras los pasos de los días Akari lograba escabullirse con tal de ver a Albafica, aunque éstas visitas no eran tan constantes cómo en el pasado.
El día de hoy, se cumplirían cinco meses de su reencuentro, y Akari había podido salir, después de hacer algo para su amigo. Al llegar al punto de reunión dónde ya la esperaba, se acercó a él con sus manos atrás de su espalda, ocultando algo.
—Perdón por la tardanza pero ésta vez no quise llegar con las manos vacías— revelando una bolsa, la cuál el tomó. —Son galletas, espero te gusten— esperando que el no desconfiara de sus galletas, pero al ver que no dudó en comer una se alegró al instante.
—Éstas perdonada sólo porque están deliciosas— ella le sonrió sonrojada —¿Cómo le hiciste para que no sospecharan de tu ausencia, ésta vez?— curioso, a lo que ella río.
—Bueno...es un secreto— riéndose, al ver que Albafica frunció el ceño.
Sin más se fueron a sentar y contemplar el atardecer, mientras en la mente de Albafica, el joven se debatía en preguntarle o no a la chica, algo que quería saber ya hace tiempo, sin más se armó de valor.
—¿Hay alguien qué te guste?— ella ante tal pregunta se tensó.
—"La verdad si hay alguien que me gusta desde hace tiempo"— se dijo así misma —Etto...no creo que aún no ¿por qué?— él se alegró por sus adentros.
—Curiosidad, pero ¿sabes cómo sería tu tipo?— intentando obtener más información, de manera discreta.
—Mmm...— llevándose un dedo a su barbilla mirando el cielo —Creo qué de quién me enamore sería mi tipo de persona a quién amaría, ya que siendo sincera no me había puesto a pensar en eso, pero ¿por qué querías saberlo?— le dijo a lo que él desvió su rostro el cuál estaba sonrojado levemente.
—Yo bueno...quería saber...para...— dijo sin verla, pero ella al ver que el cielo se oscureció tuvo que interrumpirlo.
—Perdóname por no quedarme más tiempo, pero tengo que irme antes de qué se den cuenta de qué me volví a escapar, nos vemos pronto Albafica— dándole un beso en la mejilla, y levantándose de donde estaba, pero antes de irse, se giró a verlo —Pero no creas que te escapaste por no responderme a la pregunta, así que cuando te vuelva a ver me darás esa respuesta— sin más se fue con una sonrisa en su rostro.
Albafica se quedó un rato más en ese lugar, pensando en lo que pasó unos momentos atrás, miró aquella bolsita con galletas que ella le había preparado, sonrió ante aquél gesto, por lo que al final tomó una decisión.
—"Akari prometo ganarme tu corazón"— dicho esto se retiró de ahí, esperando verla pronto.
* * *
Akari caminaba tranquilamente, parecía que nadie se había percatado de su ausencia, pero se equivocó.
—No veo en que tarea pudiste ausentarte toda la tarde— aquella voz femenina la hizo tensarse, se giró para darle una reverencia.
—Señorita Pandora yo...— pero fue interrumpida por una voz masculina y que apenas reconocía por haber hablado con el dueño de la voz muy poco.
—Estuvo conmigo, ella quería saber más para ser parte del ejército de nuestro señor Hades, por lo que aclaré todas sus dudas— Pandora arqueó una ceja y se cruzó de brazos ante la respuesta del Juez.
—Entonces por eso ambos, desaparecieron toda la tarde— a lo que el juez asintió, Akari no podía decir una palabra, ésta situación la tenía confundida. —Pero ya debes saber qué ella no ésta a tu cargo, además debiste haber pedido permiso a su maestro, lo bueno que él no se encuentra, por que sino de lo contrario— habló la pelinegra mirando al juez con indiferencia.
—Lo sé y me disculpo por haberle causado molestias por mi atrevimiento, pero creía haber hecho algo bueno, para que nuestro ejército no tenga una debilidad, sabe que ella no tiene mucho conocimiento y usted sabes las razones, aunque no aclaré todas sus preguntas— a lo que Pandora asintió, mientras Akari se sentía excluida ante la charla de sus superiores.
—Bien lo dejaré pasar, y en cuánto a resolver sus dudas tienes hasta mañana— sin más que decir la mujer se alejó de ambos con pasos elegantes.
—¿Por qué mentiste?— dijo una vez solos.
—Porque necesitabas una coartada ante tu ausencia— sonriendole de manera amigable, pero Akari se preocupó al ver que había quienes sabían de sus escapes. —Pero no te cuestionaré dónde estabas, o con quién estabas— acercándose a ella, a lo que la chica retrocedió un paso, causando que al Juez le diera gracia su comportamiento asustadizo —No quiero entrometerme en tus asuntos, no vemos mañana— alejándose de ella, con intención de irse.
—¿Mañana?... No es necesario que...— pero fue interrumpida por él.
—Claro que lo es, Pandora podría decirle a Thanatos sobre tus salidas, y, podría negarte seguir saliendo a quién sabe dónde, sólo será mañana, yo estaré en mi trabajo y tú sólo me harás compañía, ya sabes observarme, ya que creo que conoces tu papel aquí o ¿me equivoco?— La sonrisa de Minos se agrandó más al ver que no insistiría más y sin más se fue.
Akari se retiró a su habitación, con preguntas en su mente, llegó sin haberse encontrado con Hina, algo que agradecía internamente, se recostó en su cama, intentando dormir pero sus preguntas la mantenían despierta.
—"Si él también estaba ausente...¿sabrá a dónde voy o de mis encuentros con Albafica?"— se preguntaba así misma, esperando que sólo fuera una coincidencia la ausencia del Juez, hasta que recordó algo relacionado con aquél caballero de Athena —¿Por qué me habrá preguntado eso?— y con ésta pregunta el sueño la invadió, quedándose dormida.
* * *
Apenas había amanecido y Akari ya acompañaba al Juez, sólo contemplaba lo que hacía, se sentía aburrida, deseando irse a ver a su amigo, después de unas horas más tarde, se estiró un poco, para acomodarse nuevamente, dejó salir un bufido, algo que fue escuchado por el juez, sólo río levemente por su actitud.
—"Ah hoy no podré verlo, no sabré lo que me iba a responder"— arrugando su frente —"De seguro ya debe estar esperándome, pero creo que ya se dio cuenta de que no llegaré"— sin saber que sus pensamientos estaban en lo correcto.
Akari volteó a ver a Minos e intentando hacer plática y además de qué no sabía a más quién preguntar, decidió despejar sus sospechas.
—Minos tú... ¿cómo describirías el amor?— el peliplata detuvo su trabajo brevemente pero lo reanudó nuevamente aparentando no afectarle en absoluto la pregunta.
—Sólo es algo innecesario, que te hace cometer estupideces... ¿por?— viéndola de reojo.
—Entonces ya se por qué cometo tonterías— murmuró para sí misma siendo escuchada por él.
—¿Dijiste algo?— arqueando su ceja y viéndola detenidamente, al sentirse observada comenzó a sentirse nerviosa.
—¿Eh? no...sólo dije curiosidad— sonriendole de manera nerviosa, sin más Minos se dedicó a lo suyo, aparentando tranquilidad.
Mientras ella volvió a quedarse callada, así estuvieron el resto del día, hasta que por fin pudo retirarse, quería descansar, le dolía el cuello y algunas partes de cuerpo, por estar casi siempre en la misma posición, llegó a su habitación sin saber que era cista desde las sombras.
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Bandos Contrarios
FanfictionLa Cloth de Piscis es la armadura del santo de Piscis. Es una de las armaduras de rango más alto de todas las armaduras que han sido otorgadas a los Santos de Athena, las Armaduras Doradas. Pese a que en el Zodiaco, Piscis representa a dos peces la...
Capítulo VIII
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