cruzandose

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En el mundo de los demonios, paralelo con el de los humanos desde siempre estos dos mundos tenían lazos junto a un tercer mundo que se trataba de el de los ángeles aunque de ellos no hablaremos, los demonios son seres de pura maldad, desde su nacimiento en su ser estaba incrustada era parte de ellos como la piel de un oso al oso aunque suena redundante, muchas veces mientras estos crecían la maldad en ellos también lo hacía, al ser una raza donde la poligamia era muy aceptada los demonios tenían bastantes hijos, más de los que un humano podría tener, además su larga vida que tenían les permitía esto, pues su promedio de vida era de un poco más de dos mil años, estos tenían la peculiaridad de que los demonios eran unas bestias, monstruos hechos para el terror y horror de los humanos, incluso algunos íncubos y súcubos tenían apariencias de monstruos aunque aun así la mayoría eran de apariencia más humana, estos demonios sexuales se caracterizaban por su fertilidad en demonios, los íncubos podían dejar fácilmente embarazadas a las demonios mientras los súcubos dejaban en el clímax de la fertilidad a los demonios, este era el secreto en su abundancia. Pero por otro lado eran descuidados con sus hijos como todos los demonios, dejándolos de lado desde los cinco años, solo los ayudaban a sobrevivir hasta esa edad, después ellos tendrían que aprender todo lo necesario para sobrevivir, sin importar solo podían sobrevivir los que se volvían más inteligentes y fuertes pues la cantidad de demonios nacientes era excesiva esta era una manera de controlar la sobrepoblación.

Una parte de todos los demonios, una fracción de ellos, no tenían apariencia de monstruos pues estos tenían una apariencia mayor a la de los humanos, por alguna razón mientras más se parecían a un humano su poder era mucho más grande, el rey demonio era un poderoso demonio con apariencia humana si no fuera por los ojos de esclerótica negra e iris celeste, sus enormes cuernos, garras, dientes totalmente afilados y su cola con un color de tez grisáceo. Este recién en sus doscientos años no estaba dispuesto a dejar que alguien más le quitará el trono, por lo cual enviaba a propósito a los demonios que tenían apariencia humana al mundo humano para que simplemente muriese pues, los demonios cuando estaban en el mundo humano sus poderes y energía eran bastante reducidos y si alguno fuera capaz de poder regresar cuando lo hiciera, no le pudieran hacer frente un vestigio de lo que podía o podría haber sido. un miedo recorrió su cuerpo cuando sintió el nacimiento del que posiblemente fuera el demonio que hasta entonces sería el más poderoso, con un poder igual a la mitad del poder total del rey demonio actual. Cuando creciera se volvería mucho más poderoso que el rey mismo y lo derrocaría como si nada, pero el rey estaba confiado en su contramedida, su técnica para estos casos. Así fue como lo dejo crecer, al igual que todos a los cinco años fue abandonado por sus padres, algo que realmente le facilitara tanto el poder mantenerse, su personalidad aparentemente tranquila pues los que eran más humanos eran los que tenían mucha más maldad en su ser, parecía como si tuviera relación. Pues un grupo de demonios se juntó alrededor de el para molestarlo constantemente. Por su característica más de un humano, lo único que le diferenciaba de un humano eran, sus ojos carmesíes con la esclerótica negra, unos pequeños cuernos que apenas sobresalían de su cabello negro, sus colmillos grandes como los de un lobo, su tez pálida y su cola de un tono negro rojizo la cual era lampiña, pero está era tan suave como la seda por lo cual siempre la mantenía alrededor de su cintura pues le molestaba que los demás la tocaran. Había soportado dos años de abusos e insultos hasta que uno se le atrevió a tomar su cola y jalarlo de ella además de llamarlo semi-demonio, el insulto más grande para un demonio pues significaba el hijo de un demonio y un humano, estos estaban muy por debajo y eran considerados escoria que jamás debía haber aparecido en el mundo de los demonios obligados a quedarse en el mundo humano con su padre o madre humano en donde solo sufrirían. Ese día estalló sus poderes, la profesora cómo los demás demonios adultos solo observaron la escena donde sus alumnos eran cruelmente masacrados, pues ellos eran así, "si no podían defenderse no debieron haberlo buscado" solo fueron unos idiotas que se dejaron matar por otro al no saber la diferencia entre todos ellos y al que molestaban, aunque ese fue el pensamiento la escena que se había formado era algo sublime para ellos, pues los pecados que cometía demostrando su maldad aun contra los suyos no era necesario aclarar que era un demonio sanguinario, los gritos, gemidos de dolor y alaridos debido al desmembramiento, mordidas, cortes, golpes que hacían incluso salpicar la sangre hasta que todo ceso que fue cuando ordeno limpiar lo que había quedado de un grupo de ocho estudiantes que ahora solo eran un puñado de masa deforme bañada en sangre con solo uno encima de todo. El demonio agitado con su corazón a mil, la adrenalina se había apoderado de él además de sus impulsos irracionales, los cuales se había dado cuenta la profesora por lo cual detuvo todo y espero que el volviera en sí para retirarlo, sus ojos carmesíes se habían envuelto en un fuego azul acompañado de un pentagrama bien dilatado en aquellos ojos, sus ropas estaban bañadas en sangre como si fueran las de un carnicero y de sus manos no paraba de gotear sangre, está profesora solo lo metió a las duchas y se fue a ver a los estudiantes que le quedaban, esto serviría de lección para los estudiantes que quedaban así como el comienzo de su liberación, había entendido cuando vio de reojo el rostro de miedo de los demás demonios así como el rostro de satisfacción de su maestra y de los demás profesores que había algo en él que podía ponerlo como superior, debía infundir el miedo e interponer su superioridad, como si algo de reírse fuese el acto que había hecho termino por reír a carcajadas, desde aquel día su personalidad cambio, más seguro de sí, con una confianza enorme, sintiéndose el rey de todo. Pues aquel que se atrevía a desafiarle o decir algo que no le gustaba lo único que recibía era una tremenda golpiza. así paso el tiempo hasta que obtuvo los tres cuartos del poder del rey demonio actual, por lo que para su mala suerte el rey demonio se apresuró en mandarlo al mundo humano, un lugar del que era muy probable que jamás regresara y pues eso era lo que quería. Una especie de laboratorio donde primero tendría que pasar por un pasillo, al llegar a la sala donde sería enviado estaba presente el rey demonio en persona, este no le demostró ningún respeto era de más incluso cuando él le miraba serio y amargado este solo sonrió de una manera burlona mientras era transportado al mundo humano tenía planeado derrocarlo cuando lo llevaran de vuelta, ya estaba confiado en que podría hacerlo.

El Demonio y La AsesinaМесто, где живут истории. Откройте их для себя