PROLOGO.

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Cuando eres como yo, cuando tu padre es un Narco, cuando tu padre es sicario, no puedes llevar una vida normal.

Nunca sabrás en quién confiar; porque vives en un mundo rodeado de gente que lo único que quiere es quitar del medio a la persona que le estorbe, a la que le impida llegar al puesto que desea, sin importarle en lo más mínimo lo que pase con su familia, si van a sufrir, si no podrá seguir, lo único que desean es su propia felicidad.

Por eso desde mi punto de vista, un Narco o un Sicario no debe tener hijos.

Porque, aunque le den todo lo que puedan pedir, nunca tendrá una vida normal, nunca tendrá la dicha de sentirse libre...

Porque el dinero puede comprar todo pero no la vida. Para un Narco la vida no vale nada y mucho menos la de otra persona.

Mi padre era una persona muy humilde, que lo único que quería era darle lo mejor a sus hijos, por eso buscaba trabajo lejos de su familia, lejos de sus amigos, donde no conocía a nadie, donde solo se dedicaba a trabajar de sol a sol, por un salario que al final de cuentas no alcanzaba para mucho, solo para la comida y la educación de sus hijos.

Por eso optó, por una decisión que cambiaría su vida para siempre y dejaría marcados a sus hijos de por vida: convertirse en un narcotraficante...

La Hija del Sicario Where stories live. Discover now