Cansados de la problemática de su hija, deciden enviarla a un internado para que cambie su forma de ser; tan traviesa. Allí descubrirá secretos que quizás hubiese preferido mantenerlos ocultos.
La venganza es dulce, pero, ¿qué pasa cuándo debes arr...
—¿Alguna vez has sentido que estás enamorado de dos personas a la vez?
—¡Con que es eso!– dice como si de alguna manera ya lo supiera. -¿Cómo te hacen sentir cada uno pequeña?
—No lo sé,– vuelvo a suspirar. –cuándo Sarah me adoptó, conocí a Andrés, él es el hijo de su hermano, y hemos hecho cosas de las que no me arrepiento en lo absoluto, -hago una pausa breve para darle suspenso a la situación. -Y se me ha declarado. Y por otro lado está Erick, él luego de Ian es mi otra mano, la izquierda por así decirlo - digo mientras lo miro a los ojos y él hace una sonrisa, de esas que nacen del corazón. -Desde que he salido del orfanato siempre ha estado ahí, para mí, y siempre me ha atraído. Pero últimamente, siento que una parte de mí quedó allí, con ellos.
Espero a que Michael me critique por gustar de dos personas, o no lo sé. Quizá no espero nada y él lo ha notado. ¿Por qué mi vida es tan complicada? Dejo caer todo mi peso sobre su espalda y el me rodea con sus brazos mientras apoya su mentón en mi cabeza.
—Dale tiempo pequeña, quizá con eso tus sentimientos se aclaren. Quizá sea atracción física la que sientes, tú ya sabes, las hormonas y eso. Tienes al menos dos años aquí para decidir qué es lo que sientes por tu primo y qué es lo que sientes por tu amigo.
Me volteo y lo abrazo. Fue bueno aclarar mis dudas con él.
—¿Sabes?– dice rompiendo el abrazo lentamente. –En tres horas comienzan las visitas. ¿Quieres ir a nadar?
Me levanto de un brinco y lo ayudo a levantarse del suelo. Me toma de la mano y me dirige a un vestidor dónde solo hay tres chicos secándose y colgando sus toallas usadas.
Me entrega mi bikini, — consiste en un short a medio muslo y un sostén deportivo que tapa todo mi pecho — admito que cuando el director me lo entregó me decepcionó mucho, esto no es lo que usaría para bañarme en una piscina. Pero no me quejé, era esto o el traje. Ni me lo pensé.
Nos cambiamos y echamos un clavado para meternos en esa tina gigante.
A lo lejos se ve como Ian y los demás se acercan ya con sus trajes puestos y listos para meterse con nosotros. Y para mi sorpresa, James viene con ellos.
—Te debo unas disculpas Nikole, no te volveré a juzgar sin conocerte antes.— dice mientras se sujeta de las paredes con los antebrazos al igual que yo, el tan dichoso James.
—Da igual. No me afecta ni me afectará lo que la gente opine de mí.— sonrío y él la devuelve.
—¿Empezamos de nuevo?— admito que estoy tentada a rechazar su oferta, pero mientras más seamos, mejor va a salir mi plan.
—Nikole.— digo estrechando mi mano con la suya.
—James.
—¡Un gusto!— decimos al unísono.
En ese momento siento cómo alguien me agarra de los pies e instintivamente cierro los ojos y tomo aire. Los abro soportando el ardor y veo como Ian está observándome bajo el agua. Hace una seña y de inmediato me subo a sus hombros. Salimos a la superficie y los demás ya están formados.
—¿Listos?— grita Jacob. Asentimos y comenzamos una guerra para ver quién cae primero y quién cae último.
Los dúos eran de acuerdo al peso, el agua nos llegaba debajo de las axilas por lo que los de menor peso íbamos arriba y los más robustos abajo. Difícil la verdad.
Jaiden estaba abajo y Michael arriba intentando voltear a James y Cameron. Pero Michael no aguantó los empujones bruscos de James y calló al agua.
Por otro lado, Jacob intentaba voltearme mientras que Izaak avanzaba hacia nuestro sitio para facilitarle las cosas a su compañero.
Logro empujarlo por el costado haciendo que pierda el equilibrio y ambos caigan al agua fría.
Sólo quedamos el equipo de Cameron quiénes avanzan con rapidez hacia donde nosotros estamos. Ian camina en su dirección y comenzamos una guerra campal por quién cae primero y quién queda en pié.
Los minutos pasan y nos cansamos. Aprovecho una mínima distracción por parte de James y lo empujo con mis últimas fuerzas para lograr que caiga al agua y poder ganar el maldito juego.
—¡Ganamos!— gritamos con Ian al mismo tiempo mientras segundos después me tiro al agua para poder refrescar de una buena vez por todas mi cuerpo.
El líquido que llena la pileta está fría debido a que ya me había secado de tanto tiempo estar fuera de esta.
Y así jugamos como niños pequeños hasta que viene Tyler, ¿lo recuerdan? El guardia que nos acompañó esa vez que salimos de aquí. Se puede decir, que somos amigos en secreto. Si alguien se entera de nuestra amistad con el guardia probablemente él pierda su empleo.
Una vez que me he secado y cambiado, nos dirigimos a las cabinas. Estas están una al lado de la otra separadas por un grueso plástico aislante que sirve para que las conversaciones ajenas no sean oídas por los compañeros que se tienen al lado. Como sea, hacia allí voy. Tomo asiento en la silla y tomo el teléfono para dejarlo sobre mi oído y esperar a que vengan.
—Familia Morphy.— se oye por el micrófono y unos pasos acercarse.
Suspiro y me preparo mentalmente para la visita. Se acerca y toma asiento del otro lado de la cabina e imita el gesto que yo he tenido segundos antes con el teléfono.
—Hola.— dice luego de un intervalo de pocos segundos.
