–Claro que no, necesito mantenerte quieto por lo menos al principio. Sé que después de un rato cederás y dejarás de luchar.
Sasuke salió de la habitación por un momento y cuando volvió tenía en su mano el dilatador. Un escalofrío recorrió mi espalda del pánico que sentí en ese momento. Apenas cruzó por el umbral de la puerta se fue directo a mi entrepierna.
–¡Espera! ¿Tan pronto? ¿No me puedes invitar a una cerveza antes?
–No seas estúpido.
–¿Por qué elegiste el dilatador? De todo lo que compré elegiste lo más extraño.
–Justamente por eso, de todas las cosas que ocupaste conmigo esto fue lo que más extraño y desesperante se sintió. Es perfecto para tu castigo.
Me desabrochó los pantalones casi a la velocidad de la luz e introdujo mi miembro en su boca para empezar a succionarlo. Bien, esto va mejor de lo que esperaba.
Sentía como crecía cada vez que lo empujaba hacia su garganta, Sasuke lo lamía como si fuera un dulce. Miré a su entrepierna y noté el bulto que estaba dejando un rastro de humedad por encima de sus pantalones. ¿De verdad se está excitando solo por hacerme un oral?
–Bien, está listo. –Lo sacó de su boca y un hilo de saliva espesa mezclada con otra cosa unía sus labios con mi miembro.
¿Listo? ¿Listo para qué?
Tomó el dilatador y me lo puso en la punta, tomé una gran bocanada de aire y mantuve la respiración por unos segundos mientras Sasuke introducía esa maldita cosa en mi pequeño amigo. De pronto sentí una gran presión y luego lo volvió a sacar.
–¿Qué pasa? –Pregunté un poco aliviado viendo como Sasuke ajustaba el tamaño de los anillos del dilatador.
–No entra, debo agrandarlo un poco.
–Oh, sabes que el tamaño que tiene ahora es de cuando lo ocupé contigo, ¿Cierto?
–No te emociones solo porque la tienes más gruesa que yo.
–Es más grande, más gruesa y más larga.
–¿Te puedes callar? No me voy a sentir inferior solo por eso, considero que mi tamaño está bien.
Dejó de hablar y rápidamente volvió a colocar el dilatador en la punta de mi miembro, esta vez no sentí la presión de antes, lo que sentí no lo puedo expresar con palabras. Lo único que puedo decir es que duele.
Sasuke me sujeto de mis manos atadas y me dio vuelta quedando en una posición bastante vergonzosa. Me bajó los pantalones hasta las rodillas y luego mi ropa interior. Todo mi trasero quedó expuesto, que alguien me mate por favor.
Sentí su mano acariciando mis glúteos y alrededor de mi entrada suavemente, una sensación de nostalgia me recorrió en todo el cuerpo, hace mucho tiempo que no sentía a Sasuke tocándome así.
Introdujo un dedo y no se sintió tan incómodo como pensé, comenzó a moverlo lentamente y derramó un líquido que me hizo estremecer.
–¡¿Qué es eso?! –Pregunté un poco asustado, no creo que haya sido yo. ¡Si me entero de que Sasuke me desgarró el trasero lo voy a matar!
–Tranquilo, hice una rápida visita a esa tienda a la que fuiste y compré algo de lubricante.
Suspiré un poco más calmado, mi trasero está bien, que bueno.
Debido al lubricante, creo yo, su dedo entraba y salía más fácilmente, se sentía más suave y cada vez menos incómodo. Introdujo otro dedo y no se sintió tan diferente, me avergoncé a mí mismo al darme cuenta de que me estaban dando ganas de pedirle que metiera uno más. Como si me estuviera leyendo la mente, Sasuke introdujo otro dedo y comenzó a moverlos lentamente. De un momento a otro me encontraba moviendo mis caderas de adelante hacia atrás como si estuviera rogando que se moviera más rápido, en vez de eso Sasuke sacó sus dedos y sentí algo caliente en mi entrada. Cerré mis ojos con fuerza y traté de relajarme, ya estoy aquí, nada va a impedir que pase.
#65: "Un buen castigo"
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