Miró hacia la pista de baile el Naruto y Hinata volvían a bailar juntos y se reían a carcajadas. No era necesario ser adivino ni predecir el futuro para saber que había algo ahí. Lo había habido hace unos años y continuaba habiéndolo. Además estaba aquel niño, que aunque no se atrevió a decirlo en voz alta para no meter la pata era clavadito a Naruto, eso no podría negarlo.

- ¿Vamos a tomar un copa? -le preguntó Naruto de repente.

Menma parpadeó sorprendido, no lo había visto venir y casi llegó a asustarlo. Disimuló su perturbación y asintió antes de besar la cabeza de su mujer y ponerse en pie para seguir a su hermano hacia la barra de las bebidas.

- ¿Algo que quieras contarme? -preguntó Menma una vez que tenían sus bebidas frente a ellos.

Naruto se pasó una mano por los cabellos con nerviosismo y miró a su hermano de reojo.

- Ya no sé cómo se hace... he perdido práctica -dijo en un murmullo casi inaudible.

- ¿No sabes cómo confiar en tu hermano mayor? -preguntó Menma con el ceño fruncido- solo cuéntame lo que te preocupa y ya está. Aunque creo saber lo que pasa.

- ¿Sí? -preguntó Naruto alzando una ceja divertido.

- ¿Tiene algo que ver con cierta peliazul y cierto niño rubio? -dijo codeándolo levemente.

Naruto esbozó una leve sonrisa y asintió.

- ¿Cuándo pensabas decirme que tengo un sobrino? -preguntó alzando la voz- ¿por qué es mi sobrino cierto? -preguntó después en un susurro.

- Es tu sobrino... -confirmó Naruto- y yo ni si quiera lo sabía hasta hace dos días...

- Pero...

- Ella se fue cuando se enteró de que estaba embarazada... -dijo Naruto clavando la vista en su copa de whiskey- por Sarā, se fue por ella.

- Qué estúpido... Sarā no lo merecía -masculló Menma.

- Pero ese no es el punto -dijo Naruto.

- ¿A no? ¿Y qué es lo que pasa?

- Hinata volverá a irse y se llevará a Bolt, no quiero volver a perderlos -negó con la cabeza.

- ¿Qué has pensado? -preguntó Menma mirando como Hinata ahora bailaba con Mei.

- Le he pedido que se case conmigo y me ha rechazado -confesó.

Menma comenzó a reírse a carcajadas y si no fuese porque se agarró a la barra habría acabado en el suelo.

- ¿Qué es tan gracioso? -preguntó Naruto en un gruñido.

- Tú... pero tío... ¿cómo se te ocurre? -preguntó tornándose serio de repente- ¡Hombre... ten un poco más de tacto! ya te estoy imaginando proponiéndoselo a pelo, ahí sin anillo, ni cena romántica, ni nada parecido...

- Mei dijo lo mismo -susurró avergonzado.

Menma volvió a reírse y palmeó su espalda.

- Hasta tu hija es más lista que tú -dijo negando con la cabeza- pero... ¿Cómo fue? -preguntó Menma de repente.

- ¿Cómo fue el qué? -contestó Naruto confundido.

- ¿Cómo la dejaste embarazada? Supongo que ella no es la virgen María -bromeó.

- Creo que no debo explicarte como se queda embarazada una mujer... -espetó Naruto.

- Hablo del momento... - Menma bebió el resto de su copa de un solo trago- nunca me dijiste que te habías acostado con ella

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