CAPITULO SEIS (SEGUNDA TEMPORADA)

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Tenía que ponerlo ebrio sin que él se percatara de que esa era su intención.

Se acostaría con él, de eso estaba segura. Tenía que cansarlo para conseguir que aquel gigante durmiera de manera profunda y no fuera a despertar cuando ella estuviera en el laboratorio.

No debía fallar, no podía permitírselo.

El corazón le latía con fuerza.

Salía del cuarto de baño e iba a la habitación una y otra vez, mordiéndose los labios sin decidir cuál sería el escenario apropiado.

-Maldita sea – pronunció, cubriéndose la cara con ambas manos – puedo utilizar los dos sitios.

Solo me queda esperar que ese idiota se deje hacer.

Justo cuando sus palabras finalizaron, la puerta fue golpeada tres veces.

Ella se colocó tras la estructura de madera, cubriendo con esta su desnudez y dejando a la vista su rostro.

Sus ojos se encontraron entonces con los de un inexpresivo Raditz.

-Así que decidiste venir – comentó ella en un tono casi desdeñoso.

-Tengo que saber qué tramas – fue la contestación que recibió.

Tras esas palabras, Milk sintió como si le hubieran propinado un fuerte golpe en el estómago.

El pánico había empezado a crecer en su interior. Sin embargo la víctima se encontraba justo donde quería y no retrocedería ahora. Además si lo hacía, era muy posible que la encerraran en un calabozo, la dejaran morir de hambre o la mataran con todo y bebé.

"La última opción es la mejor de todas – pensó – no te acobardes, es tarde para eso."

Fingió un bostezo y enseguida entorno los ojos antes de dar respuesta a lo dicho por Raditz.

-Eres taaan aburrido, ¿por qué siempre crees que la gente con la que tratas trama algo?

-Déjate de tonterías y dime qué diablos quieres.

-Si vas a estar tan insoportable, es mejor que te largues. Suficiente tengo con pasar todo el día en este encierro.

Quiero divertirme un poco pero se me olvidaba que los tipos como tú, no conocen la palabra diversión.

-Eso es porque no soy un imbécil como tu marido.

-Raditz Raditz Raditz – contestó Milk al tiempo que chasqueaba la lengua – yo conviví con Goku por años y puedo asegurarte que él no dedica todo su tiempo a pensar en ti. Se entretiene con otras cosas que le son interesantes. Pero tú eres todo lo contrario, deberías replantearte si es que de verdad quieres matar a mi ex marido porque comienzo a sospechar que cuando acabes con él, tu existencia será inútil y morirás de aburrimiento.

Del odio al amor solo hay un paso, querido. Y creo que el amor por tu hermano se disfraza de odio.

El rostro de Raditz se llenó de cólera al escuchar todas las sandeces que salían de la boca de aquella mujer.

-Es mejor que guardes silencio antes de que decida desprender esa cabeza de tu cuerpo – la amenazó apretando los dientes.

-Bien, si te decides a hacerlo, dale un saludo de mi parte a Goku antes de que muera.

-Sobrevalorarte no te llevará a nada bueno.

-No estoy sobrevalorándome – contraatacó ella – solo estoy reconociendo mi valía dentro de todo este asunto.

-Vales lo mismo que un insecto rastrero. Me parece que convertirte en esposa de un saiyajin te llevó a alucinar con quien eres en realidad.

El de las habilidades es Kakaroto, no tú mi querida mujer histérica.

RELATO CORTO DE GOKU Y MILK #Wattys2019 #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora