Alana tomó un vaso de jugo y se sentó a mi lado, mirando fijamente a mi padre.
Él la miró y luego volvió su vista a mí. —Quiero que trabajes conmigo de nuevo —me dijo.
—¿Para qué? —le pregunté.
—Porque lo necesito... ya te dije una vez que hay veces que yo no puedo firmar los papeles y como tú eres mi hijo necesito tu ayuda.
—¿Qué clase de ayuda señor Irwin? —preguntó Alana apoyando el vaso en la mesa.
Él la miró con recelo. Estoy completamente seguro que no le agrada para nada que Alana este sentada frente a él escuchando todo. Principalmente porque no puede hablar como quiere.
—Tengo muchos negocios señorita Brooks y no puedo atenderlos todos.
—Que lastima señor Irwin. Pero ¿no le contó Ashton que esta semana que viene tenemos parciales en la Universidad? —preguntó y me miró —¿No le contaste, cielo?
La miré extrañado. Nosotros no teníamos ningún examen o algo parecido esta semana. Entonces entendí aquello. Miré a mi padre.
—¿No te conté papá? —le pregunté. Él me miró serio —Lo lamento otra vez... no sé que pasa conmigo últimamente me estoy olvidando de contarte tantas cosas importantes.
—Bueno, eso no es nada —dijo Alana y sonrió.
—Entonces señor Irwin... no creo que Ashton pueda ayudarlo esta semana. Y tampoco la otra.
—¿Por qué? —preguntó él de mala gana.
—Ashton y yo... estamos trabajando juntos en la oficina de mi madre y... le prometimos que en las próximas dos semanas íbamos a ayudarla en un proyecto muy importante que tiene. ¿O no amor?
—Si... también me olvidé de aquello. ¡Que cabeza de novio la mía! —dije divertido y con Alana nos echamos a reír.
Bobby estaba más serio de lo que la situación ameritaba. Simplemente me encanta verlo así. Molesto, sin saber que decir, ni que hacer.
El timbre de mi casa volvió a sonar. Alana me miró y yo la miré. Ambos fruncimos el ceño.
—Que solicitados que estamos hoy, Ashton —dijo ella poniéndose de pie —Yo iré a abrir.
Alana se alejó de mí y miré a mi padre.
—No me gusta para nada las atribuciones de esta jovencita —me dijo por lo bajo.
Sonreí levemente.
—Me importa un comino si te agrada o no. Yo la amo y eso es lo importante —le dije sin dejar de mirarlo.
—¿Acaso tengo que venir yo hasta aquí para que mi hijo me de la hora? —escuché su voz y me paralicé.
Rápidamente me puse de pie. Ella entró al departamento. Mi padre giró la cabeza y la miró. De sus ojos destelló algo que hacia mucho no le veía... Obsesión.
Ella dejó de caminar al verlo allí parado. Alana se quedó quieta a su lado y miró preocupada la escena. ¿Qué diablos hace ella aquí?
—Anne —habló mi padre.
Vi que los ojos de mi madre se humedecían y entendí que el pasado y todo el dolor volvieron a ella como si nunca se hubieran ido.
Una sonrisa estúpida se curvó en el rostro de mi padre. Volví la vista a mamá y sus ojos cada vez estaban más cristalinos.
—Anne, mi amor, has vuelto —dijo Bobby.
Mi madre dejó de mirarlo. —Creo que no... que no he venido en un buen momento... vuelvo más tarde hijo —dijo ella con voz temblorosa.
ESTÁS LEYENDO
Mi Pequeña Obsesión.
FanfictionCreo que lo que mas me representan son las palabras SEXO, ALCOHOL y MUJERES. Creo que jamas pensaría a lo que me podrían llevar esas simples palabras, como sea, no las quiero aburrir, descubranlo ustedes en el camino... Ashton Irwin. ------------- E...