❝Protected❞ ♱ .. ﹙Yoonmin﹚

S I E T E

—No, no me gustan las chicas. —Yoongi sonrió mientras conducía. —Prefiero a los chicos.

Jimin apretó los labios, realmente no se esperaba una respuesta así de Yoongi.

—¿Por qué? —Jimin formuló una mejor pregunta. —¿Por qué prefieres a los chicos?

—Es algo que llevas dentro, cuando te atrae alguien, te hace sentir bien. En mi caso las mujeres no me atraen físicamente. Prefiero tener en mis brazos a un lindo muchacho para proteger y mejor no hablemos de lo carnal, los hombres son más pasionales y eróticos para mi. —La conversación se estaba yendo por las ramas.

—Entendí. — Dijo Jimin con una sonrisa tímida. —¿Te gusta alguien?

Yoongi entrecerró los ojos, no lo había pensado así. Obviamente nadie le atraía pero, ¿Jimin le atraía? El peligris lo había atrapado desde el primer día que lo vió. Su hermoso cuerpo y sus gruesos labios, su cabello gris, sus mejillas regordetas y sus manos pequeñas. Su blanco cuello y pequeños ojos... Todo de Jimin le parecía perfecto.

—Tal vez. —Dijo Yoongi. —¿A ti quién te gusta?

—Me gustan las chicas. —Dudó un poco en decirlo.

«Eso ya lo veremos» dijo Yoongi internamente. De alguna forma al decir eso, Jimin se volvió el objetivo de Yoongi. Para los ojos del pálido, Jimin era la tentación en persona, tan inocente por fuera pero tan provocativo a la vez. Cuando veía a Park Jimin sólo pensaba en pecar.

—¿Estás seguro? —El pelinegro levantó una ceja.

Jimin volteó a verlo.

—Eso creo.

—¿Has tenido novia? —Preguntó Yoongi.

—Una sola. —Jimin mordió su labio. —Pero eso fue a los quince años.

—¿Y te ha gustado? —Preguntó. — ¿Te has sentido en las nubes?

Jimin pensó antes de responder, esas emociones no las había sentido cuando había tenido novia. Con ella habían terminado porque él no la amaba y ella a él tampoco. Luego de eso no se sintió atraído hacia ninguna chica. Ni siquiera había sido una relación seria, solo eran juegos para el.

—No... Jamás me sentí así. —Dijo Jimin con total sinceridad.

—¿Sabes qué pienso siempre? —Dijo Yoongi aparcando el auto ya que habían llegado al cementerio. —La vida es una sola Jimin, no es bueno vivirla sin sentimientos. Explora, disfruta y siente.

Reflexionó cada palabra de Yoongi, debía implementarla en su aburrida vida. Jamás exploró nada, nunca sintió y solo disfrutó de la compañía de Hoseok, cuando reían juntos por cada cosa que su amigo hacia o decía.
Deseaba con todo su ser explorar cada sentimiento pero no podría hacerlo solo. Miró a Yoongi unos segundos y le dedicó una sonrisa, tal vez su nuevo amigo tenía razón.

—Entonces ¿Cómo hago eso? —Jimin relamio sus labios. Una idea descabellada cruzó por su cabeza. —Podrías enseñarme.

Yoongi tragó saliva y corrió la mirada de los lindos labios de Jimin, si seguía viendolo así llegaría a cometer locuras.

—Tal vez podría enseñarte. —Yoongi sonrió. —Pero a mí manera.

¿Era a caso una propuesta? Pues a Yoongi le encantaba usar el doble sentido a todo y si, estaba dispuesto a ayudar a Jimin a experimentar y disfrutar de la vida en todos sus sentidos.

—Está bien. —Jimin sonrió. —Cuando quieras comenzamos. 

Jimin salió del auto y Yoongi tras él.
Se adentraron al cementerio buscando la lápida del supuesto difunto amigo de Jimin, el peligris iba adelante mientras Yoongi veía hacia todos lados para percatarse de que nadie este siguiéndolos. Jimin se paró en seco al ver la lápida de su amigo a veinte metros de el, pero no estaba sola. Había un muchacho con cabellera pelirroja parado frente a la lápida, Jimin pudo ver cómo la piel del muchacho que estaba de espaldas era demasiado pálida, casi idéntica a la de Yoongi debido a que su cuello y manos estaban al descubierto.
El muchacho se giró levemente mostrando así el perfil de su cara y Jimin palideció, no podía creerlo, simplemente parecía estar viendo un fantasma. El muchacho sonrió y se colocó la capucha de su abrigo y comenzó a correr.

Jimin desesperado fue tras el, intentando alcanzarlo y percatarse de que sus ojos no le habían fallado esta vez, que lo había visto allí con vida.
Yoongi corría tras Jimin hasta alcanzarlo y tomar su brazo, el plan había salido a la perfección. Solo quedaba esperar a que Jimin siguiera las pistas.