29. Nunca te rindas

Comenzar desde el principio
                                    

—¿De qué se ríen? —Ambos mayores se miraron entre sí y luego miraron al menor fruncir el ceño esperando una respuesta.

—Siwon, déjanos a solas por favor —pidió HyukJae ahora con un semblante más serio.

Siwon estaba por responder cuando el sonido de la puerta llamó su atención.

—Señor, los amigos de sus padres avisaron que están en camino para revisar unos temas —Era Rosé la que hablaba mientras tenía en las manos una bandeja de café, jugo, galletas y frutas.
Con una mirada pidió permiso a HyukJae para acercarse al menor y darle la bandeja — Coma mucho joven, está muy delgado y débil —dando una breve reverencia a la cual Donghae sonrió, se retiró y Siwon tras ella.

—Bien, hablemos —Miró con desconfianza al mayor y continuó-Di lo que tengas que decir y vete.

—Primero desayuna, hablaremos luego más tranquilo —A HyukJae no le gustaba nada la forma en que su hermano lo veía. Esperaba que luego de haberse alimentado su ánimo mejorara aunque sea un poco.

Donghae quería protestar pero el hambre que tenía y lo delicioso que se veía todo le hizo callarse y comer.

Empezó por el café y las galletas para luego terminar con el jugo de frutas. Decidió guardar las frutas para más tarde ya que se sentía satisfecho en ese momento. Se sentía raro ser visto mientras comía, y más raro aún ver a su hermano allí sin decir nada. Una vez terminado Donghae hizo ademán de levantarse para mover la bandeja pero HyukJae fue más rápido y con un movimiento se acercó para tomarlo y llevar la bandeja a una mesa un poco más lejana.

El corazón de Donghae empezó a latir con mayor fuerza, se encontraba nervioso, sabía que el momento de hablar había llegado. Y aún más cuando sintió como la cama se hundía a la altura de sus pies. HyukJae se había sentado cerca de él. Demasiado cerca para su gusto.

—Cariño te...

—No me llames así. Mi nombre es Jung Donghae —interrumpió enojado. No entendía quien se creía que era el mayor para llamarlo de esa manera.

El mayor sólo dió una sonrisa y siguió hablando —Desde que quedaste a cargo mío eres Lee Donghae.

—¿A qué has venido? —cambió de tema para acelerar la conversación y así deshacerse más rápido del mayor. No quería pasar más tiempo de lo necesario con él.

—Tienes que regresar a casa —hizo una pausa esperando una respuesta— La señora Sandara puede llegar a casa a observar como van las cosas y al no verte se puede alarmar.

Donghae pudo escuchar como su corazón se rompía. A HyukJae no le importaba él, sólo le importaba lo que piensen los de servicios infantiles. Respirando hondo trató de pensar en como responder de una manera clara y madura. Estaba cansado de que lo vieran como a un niño que no sabía nada de la vida, era el momento para madurar y debía hacerlo bien.

—HyukJae yo...

—Te extraño. -interrumpió al saber lo que vendría.

—HyukJae...

—Regresa conmigo —volvió a interrumpir.

—Hyuk...

—Te amo —dió su sonrisa de encías al ver la cara del menor cambiar. Sabía lo que significaba eso, el menor iba a hacer una rabieta.

—¡Ya deja de interrumpir! —se río moviendo los pies para golpear al mayor con ellos.

—Extrañaba tu risa.

Al escuchar eso, Donghae dejó de reír y se sentó mejor en la cama para acomodarse.

—No quiero regresar contigo, no me siento cómodo con todo lo que pasó.

Tentar a la inocencia. [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora