En la hacienda Tsukino las cosas estaban silenciosamente tensas, tanto que seguro se escuchaba el aleteo de una mosca.

—Sí, eso dejó dicho el señor Kenji—.Terminó de decir Rei a Nicolás.

—Vaya—Se rascó la cabeza—…¿Y será que se queden? Digo, se ve que están acostumbradas a la vida de ciudad. Más la grandota.

Rei se tapó la boca para ocultar la risa.

—Hubieras visto lo que sufrió para ayudar en el parto de la yegua—. Se recargó en la encimera—Por saber en qué terminaría el asunto casi pierdo el examen, pero debo decir que Haruka demostró que tiene ovarios y bien puestos.

Nicolás ajustó la boina que traía puesta. De pronto se acaloró al ver los pechos de Rei asomarse por la blusa.

—Sí, esas mujeres son peligrosas. Mucho—. Reiteró cuando tuvo todo el peso de la mirada de Rei sobre su rostro.

—¿Te gusta el peligro, Nick?

Había algo raro en la cuestión de Rei, algo que alertó a Nicolás sobre la connotación que guardaba. Era obvio que estaba loco por la morena, pero no se animaba.

—¿Viste ya al nuevo médico?—Cuestionó Rei en un intento de hacer más plática.

—No. Ha de ser otro anciano.

—¡Para nada!—Soltó emocionada—Está bien rico el condenando.

Nicolás carraspeó y la miró mal

—¿Ah sí? Entonces ha de ser joto—.Aseguró denotando celos—.Casi siempre los guapos son jotos

—¡Nick!—Le dió un manotazo pero él interceptó su mano. Rei sintió todo el calor de Nicolás y tragó gordo. —¿Nick? —Parpadeó incómoda al ver que no la soltó—¿Nicky?

—¿Sólo te gustan los médicos? —. Preguntó con cierta dureza.

Rei entornó los ojos.

—No—. Soltó entre dientes—Me gustan los hombres que saben lo que quieren y van por ello.

Nick estaba deseando tener a Rei entre sus brazos, y las palabras que dijo le hicieron tener el valor para besarla. Así que la jaló bruscamente hacia él y le plantó un beso de esos que casi succionan.

...

A veces, la vida da vueltas misteriosas, vueltas raras que no se entienden y lo que pareció seguro un día otro ya no lo era.

Había anochecido ya y el firmamento extendido ante sus tristes ojos azules brilló como nunca. Hacía frío.

Serena exhaló muy despacio. Trató con todas sus ganas de ver lo positivo en el asunto y sonrió muy breve antes de volverse de nuevo dentro de la casa. Por el momento no quería encontrarse con ellas., después de acordar con el notario de pasar el año juntas todo había quedado en orden y sólo faltaba esperar.

—Serena.

Serena miró a Mina y esta sonrió.

—Lamento lo sucedido Sere, sólo

—No te preocupes Minako. No tengo problema en que se queden, sólo, sólo—Dijo no muy segura— No esperaba que esto pasara.

—Ni yo, debo confesarlo—Admitió yendo con ella por el pasilllo—.Sé que mi presencia no es grata, pero pondré todo de mi parte para que podamos conocernos mejor.

Serena sonrió con cansancio. Asintió.

—¿Haruka?

Mina encogió los hombros.

—Encerrada en su habitación.

—¿Se te apetece una taza de chocolate?

—Claro.

Mina y Serena parecían tener más afinidad dado el carácter opuesto que poseían. Serena dio un visto rápido a la suave sonrisa de su hermana y parpadeó un poco al notar la similitud con la de su difunto padre. Sonrió tenue y se preguntó cuál sería la historia de la mujer que avanzaba a su lado por el pasillo con rumbo a la cocina.

Era muy hermosa y en apariencia apacible, pero su faz denotaba cierta tristeza.

—¿Sabes?—. Le dijo afable—, Sé que Haruka es una conocida piloto de carreras—Continuó mientras abría la puerta sin dejar de mirarla—. Pero de ti no sé

Serena se calló al ver el rostro de sorpresa de Mina, se giró a mirar dentro de la cocina y encontró algo interesante.

—¿Qué?—. Gritó Serena al ver a Rei semi desnuda siendo embestida por atrás.

El grito que pegó la rubia se dejó escuchar por todo el lugar.

Nicolás no era Nicolás, era el viento en todo su esplendor, dándole tremendo espectáculo a las hermanas corrió hasta perderse en la puerta de la despensa.

—¡Serena!

Rei estaba tan roja que cualquiera podría confundirla con un tomate. Atinó a bajar su falda y subir su blusa.

—Se Serena yo, yo.

—No es necesario que digas algo, Rei. Habló tan incómoda como ellos, no podía borrar de su mente las nalgas de Nick moviéndose hacia la puerta.

Ni qué decir de Mina, ella estaba tan roja como Rei, sólo que a ella se le notaba más al ser rubia. Sólo atinó a taparse la boca ante el asombro de ver el trasero de Nicolás.

—No sabía que tenían una relación ¡Pero oigan no hagan esto en la cocina! ¡Nicolás no toques nada con, con!, ¡Con nada! ¿Entiendes?—Dijo cuando al fin reaccionó. Miró a Rei— Y tú semejante impúdica ¿Qué no tienes recámara?

Rei no supo más que hacer y salió corriendo de allí. Mina dijo que ya no quería chocolate y Serena sólo se recargó en la encimera. Dio un respingo y se separó al recordar lo que allí estaba pasando, se tocó la cabeza y negó dos veces, luego, salió de la cocina a paso rápido dándose un tumbo con Haruka.

—¿Me puedes decir qué pasa? ¿Por qué Mina iba tan roja, y Rei corriendo?

Serena exhaló y enarcó ambas cejas.

—Un ratón lamió a Rei.

Haruka arrugó la cara, Serena encogió los hombros y salió huyendo antes que Haruka siguiera con sus preguntas...

11/11/18.
14/07/19.

WILO: Es un hombre muy promiscuo, que tiene muchas mujeres.

JOTO: En México, hace referencia a las personas homosexuales.

Las Tres Tristes TigresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora