-Nada grabe, solo tuvieron una recaída por falta de alimentos, pero ya están bien. Solo hay que esperar a que despierten- mi rubia amiga se acercó a ella un poco más, casi rosando sus zapatos, ella solo asintió y dejo caer unas cuantas lágrimas.

En la estancia entro el médico, para asegurarse de que todos estuvieran bien. La chica, la cual sé que se llama Nicol, no dudo ni un segundo en quedarse dormida sobre la mano izquierda de mi chico.

Sentí el corazón tibio al referirme a él como mi chico. Después de ver como sus lindos ojos se abrían y calmaban por completo la angustia de mi corazón, compartimos unas cuantas palabras y salimos de la habitación dejándolos que descansen un poco más.

Debo admitir que me dieron unos celos descomunales al ver como Nicol se abrazaba a él para dormir, pero me controle, o eso creí. Solo sé que lo primero que hice al llegar a mi despacho, en la cabaña principal, fue tomar una copa y beber unos cuantos tragos. Después se me unieron mis dos compañeros, y aquí estamos, sentados, los tres en mi oficina, con una copa de licor en mano, sumidos en un silencio cómodo, con nuestras vistas perdidas en algún punto del piso.

-Me parece raro todo esto- Sam es la primera en hablar, está sentada en unos de mis muebles individuales de cuero negro, con ambas piernas dobladas al estilo indio- digo, no me mal entienda, estoy más que emocionada y complacida por haber encontrado a mi pareja, pero, me parece raro que sea una mujer- la mire como si le fuese salido una segunda cabeza, porque a ella nunca le ha importado si su pareja es mujer o hombre.

-¿a qué te refieres?- le pregunto, no entendiendo del todo.

-A que no se en que pensar, y solo pienso en que es una mujer- la confusión se reflejaba en sus ojos verdes- la voy a aceptar con los brazos abiertos, pero, no sé si ella haga lo mismo con migo.-
Asentí, comprendiéndola por completo, si bien no me importa en lo más mínimo que mi alma gemela sea un hombre, no sé cómo se lo valla a tomar el, además, se enteró de la peor manera posible. Jamás fuese permitido que se enterara de esa manera.

-Yo creo que no le darán mucha importancia, mientras los tratemos bien, todo saldrá excelente- mire raro a mi amigo. El típico mujeriego, que tenía una mujer prácticamente cada noche, no podía creer que estuviese diciendo algo como eso.

-Esto ¿Cómo interfiere en tus planes de casa nova?-  le pregunte, al tiempo que le daba un gran trago a mi copa.

-De ninguna manera- respondió tomando de un solo trago el contenido de su copa.- tengo a alguien especial que debo conquistar-

-Que no querías encontrar a  tu pareja, porque esta lo único que aria seria estorbar- sito las palabras que él, muchos años atrás, había dicho en una fiesta, me sorprende que Sam lo recuerde.

-Eso era cuando era un cachorro inmaduro, ahora, tengo la oportunidad de ser feliz con mi alma gemela- se sirve otro poco de licor en su capa y le da un trago- si bien me había rendido a encontrarla, nunca perdí las esperanza. Siempre soñé con que este día llegaría, y no pienso dejarlo escapar- asentí en acuerdo a sus palabras.

-Buenos, brindemos por no dejar escapar a nuestras parejas- propuso Sam- salud.-

Al terminar nuestras copas de un solo trago, nos comenzamos a reír, dichosos por nuestra suerte. Hace unos pocos minutos estaba en plan depresivo y ahora, estoy más que contento.

Mi corazón no me cabe en el pecho de felicidad y no  pienso dejar escapar nunca más ese sentimiento.

***
Hace más de una hora que el sol ha salido a dar la bienvenida a un nuevo día, y hace tiempo que se nos ha acabado el alcohol. Seguíamos en la misma posición, nadie se ha movido o incluso, ha vuelto a hablar. La luz del sol se cuela por las cortinas de las ventanas de mi oficina reflejándose en el piso pulido, un panorama muy hermoso.

At Mercy Of Your.Where stories live. Discover now