Híbrida.

31. Soy la peor.

—Lo... lo siento...— murmuró bajo y reí seca con el dolor en mi pecho.

—Te aseguro que averiguare todo sobre tu familia y la mía. Me importa una mierda sí te enfadas pero ya no quiero mentiras.—

No dijo nada más. Sacó los pasajes nuevos y esperamos a abordar. El vuelo fue aburrido. No como antes que estaba viendo una película y yo acostada sobre él. Ahora veía la ventana y no tenía ningún contacto con él. Me dolía pero también estaba enfadada. Al llegar recibí dos mensajes.

'Sky, debes saber algo muy importante sobre Cindy.' era Noah.

'Skyler, vuelve en este instante.' era de May.

¿Ya habrán descubierto que es mi prima?

—Llévame a mi departamento.— ya era de noche, casi de madrugada.

Asintió mientras se dirigía al mismo Audi que nos llevaba a todas partes. Subimos y prendió viaje a dónde le dije.

'Vengan a mi departamento. Debo contarles varias cosas a ustedes.' mandé un mensaje al grupo que tenía con May y Noah. Lo había creado recién y creo que me sería útil en un futuro.

—Yo sé que estas enfadada pero debes entender que en tu cumpleaños tendrás todas tus respuestas. No deberías tratar de averiguar nada en estos momentos porque será mas difícil de digerir.— levanté las cejas.

—¿Qué te hace pensar que te hare caso?—

—Porque sé que al menos algo de razón me das.—

—Concéntrate en manejar.— miré a los costados y ya estábamos en las calles de mi departamento.

—No lo admites porque sabes que tengo razón.— trago saliva.

—Estaciona el auto.— me bajaré aquí y caminaré hasta mi departamento.

—No te comportes como una niña.—

—¿Disculpa? ¿Yo me comporto como una niña? Yo no estoy jugando a los secretos como tú.—

—¿Puedes por lo menos entenderme?— estacionó frente a mi departamento y miré sus ojos.

—No y es por eso que no deberías volver a verme por un tiempo.— abrí la puerta antes de escuchar alguna estupidez salir de su tan deseable boca.

Saludé a Bunny y caminé a las escaleras. No quiero esperar al ascensor. Abrí la puerta con cuidado y todo estaba oscuro. Miré a los lados y no había nadie porque tampoco escuchaba nada. Antes de cerrar la puerta, una mano la detiene. Gruño pensando en que es Ojos grises pero cuando la abro es May con Noah. May soltó un suspiro cuando me vio y me abrazó muy fuerte. Al rato también Noah. Sí los había extrañado.

—Pasen.— susurré y cerré la puerta.

Fui al cuarto de Ellen y ella se encontraba muy dormida. Les hice una seña para que vengan a mi cuarto y comenzaron a caminar despacito sin hacer ruido.

—¿Qué ocurrió? ¿Y Dylan? Sentimos su olor. ¿Se fue?— preguntó Noah mientras se sentaba en la vieja cama que seguramente fue la única amiga que tuve en mi vida.

—Si se fue, pero Noah, necesito que comencemos a buscar sobre la familia de Cindy. Hay que averiguar lo que ocurrió con ella.—

—Lo sé, lo entendemos.— 

—¿Ya lo sabían?—

—¿Tu ya lo sabias?— fruncí el ceño.

—Esperen, ¿De qué hablan?—