No.

Daniela, no discutamos, entra ahora.

Ya te dije que NO.

Eso pensé.

Me preguntaste que te haría, bueno yo mismo te meteré en el auto.

A pesar de todo lo que pasó, lo sigo queriendo y él a mí.

Hemos pasado por tantas cosas y sé que el ya está cansado igual que yo, por eso se va a ir al terminar el año.

A decir verdad no quiero que se valla. Lo quiero, lo quiero aquí conmigo a mi lado. Aguantándome, escuchando mis cuentos, mis gritos. Lo quiero y sé aunque no es como amigo aunque trate de olvidarlo y decir que no.

A decir, verdad no sé por qué acepte a Dilan. Ya que él no me conoce del todo, si conoce mis gustos pero no tanto como Sebastián. Dilan no me conoce prácticamente como Sebastián y mucho menos él sabía que yo existía antes de que llegara a Alemania y chocáramos mientras corríamos.

Disculpame de verdad, de verdad que lo siento. No me di cuenta que estabas al frente de mi para caer y luego... Tú me pareces conocida.

Tierra llamando, que ¿te fijabas en mi abdomen perfectamente echo?

¿Qué? ¡No! Para nada. Bueno si me disculpas debo de terminar mi rutina. Gracias.

Perdona ¿Cuál es tu nombre?

No le voy a decir mi nombre a un extraño.

Bueno, te voy a decir el mío. Es Dilan Alexander.

No me aguante y me reí al recordar ese momento.

Estoy clara y se que no debería estar con Dilan, no me gusta es solo un capricho. Pero no puedo decírselo de hoy para mañana voy a parecer una puta, mejor cuando encuentre el mejor momento habló con él y le digo lo que me pasa. Pero no puede ser a penas llegar del año nuevo ya que va a pensar que me acosté con Sebastián y cambie de opinión conociéndolo o seguramente va a poner en problema a Seb.

Mi destino es estar con Sebastián, es solo cuestión de tiempo.

Esperar vale la pena... Solo si la persona que esperas está luchando con todas sus fuerzas para llegar a ti y sé que Sebastián lo hace. Lo amo y él a mí.

***

—¿Qué tienes amor?

Veo de reojo a Sebastián que está sentado en el Sofá viendo una película, menos mal que esta de espalda.

Agarre un cuchillo y una tabla para cortar las verduras de la cena.

—¿Daniela?

—¿Dime? —creo que se nota que estoy en el espacio.

Se escuchó desde lejos la carcajada de Sebastián.

Lo fulmine con la mirada aunque él no lo noto.

—Nada, es solo... —me detuve—Nada, no pasa nada.

Mi madre me toco los hombros y los empezó a masajear mientras me decía—Tranquila, puedes hablar conmigo sobre lo que te pasa —aunque quisiera hablar todo con ella, aquí no puedo.

Se acercó más a mi oído—Sé que es referido a Sebastián. Note que lo miras mucho.

Se me paso un poco el pulgar al cortar el tomate— ¡Auch!

Sin darme cuenta ya tengo a Sebastián en mis narices examinando lo ocurrido y mi madre buscando la crema.

—Daniela yo sé que en este momento estas en las nueves pero ¡Tampoco como para que pase esto! —dijo alzando cada vez más la voz.

Only Kiss Me ©Where stories live. Discover now