"¿Como no voy a hablarles de la mujer mas maravillosa que he conocido en mi vida?"

-Gracias por haber llegado antes que yo. No se si habria reaccionado tan friamente- Acomoda su castaño casi negro cabello y luce tan malditamente simpatica y buena onda, que no puedo evitar fruncir mis puños.

-Perdona que no hable mucho- Intento disculparme para sonar lo mas acorde a los posibles relatos de Chris sobre mi- Es que sigo en shock. El me llamó y yo salí corriendo de mi trabajo.

-Oh cielos- Dice ella colocando dos dedos de frente- Que gesto. No sabes cuan agradecida estoy porque lo hayas cuidado. Enserio. Me avisaron lo que sucedio pero era imposible que saliera del trabajo.

-Claro, es entendible- Intento sonreir y parecer amable pero en realidad muero de ganas de desacomodarle ese prolijo bollo en el que llevaba acomodado su cabello.

-¿Quieres ir a descansar?- Su voz suena tan sugerente que no puedo evitar decir que si aunque es obvio que en realidad quiere un momento a solas con el. Tomo mi cartera de la otra banca y saludo con una mano antes de retirarme.

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Hoy Chris vuelve a casa, la rehabilitacion se habia dado con exito y para mitad de mes ya le concedian el alta medica.

Prepare toda la casa decorada con algunos globos y guirnaldas de colores suaves y prepare un pastel de su color preferido para darle la bienvenida. Iba a tratar de hacer como que la discusion nunca sucedio realmente. Lo iba a hacer por el.

Termino de decorar la ultima pieza del pastel justo en el momento indicado. El timbre suena y yo toda apurada le coloco el cartelillo de carton que hice a mano, me paro frente a la puerta principal colocandome el gorrito para fiestas y con la torta en la mano, digo "Pase, esta abierto".

Cuando Christopher entra por la puerta, grito "¡Bienvenido!" con una radiante sonrisa mostrandole el pastel y el me mira confundido. Su rostro se ve demacrado, como si tuviera seis años mas de lo que en realidad tiene.

-¿Rita, volviste?- Dice el con una sonrisa menguante y yo asiento- Deja el pastel en la mesa, porfavor.

Asiento dejandolo ahi. El corre a mi encuentro abrazandome fuertemente con sus brazos. Yo le correspondo rodeando su delgada cintura con los mios y apoyo mi cabeza en su pecho. Sin embargo, cuando alzo mi rostro para verlo a los ojos, el parecia haber estado ya mirandome. Cuelgo mis manos de su cuello y el ancla las suyas en mi cintura.

En ese momento parecia no importarme nada. Ni el hecho de que tuviera novia, ni el que hubieramos peleado como idiotas hace casi un mes.

Sus ojos se posan en mis labios y yo lo imito. Mi corazon late tan fuertemente que hace que el pecho me duela y siento como la sangre fluye con bestialidad por todo mi cuerpo. No puedo evitar ponerme de puntilla de pies y el sonrie tomando mi rostro con su pulgar.

-Quiero besarte- Dice mirandome a los ojos- Ya no soporto no haberlo hecho nunca.

-¿Y que estás esperando?- Susurro y el esta a punto de unir sus labios con los mios cuando su telefono suena. El rompe el momento y trago saliva casi queriendo llorar. Llamada entrante de Melissa.

El se separa de mi con los ojos vidriosos y yo sonrio abultando mis mejillas e intentando que no se note que los mios tambien lo estan. El abre la puerta y la dulce Melissa se encuentra del otro lado, con una caja misteriosa y su radiante sonrisa de dientes grandes y perfectos

-¡Cheese!- Dice ella y la sonrisa en los labios de Chris es posiblemente una de las mas incomodas que he visto hasta ahora- ¡Mi cheese!- Ella me da el paquete en la mano y se arroja a sus brazos uniendo sus labios con los de el. El intenta abrazarla y yo miro la inscripcion en el empaque color gris platinado: "Donnita's donnitas", una pasteleria conocidisima en Seattle. Trago saliva.

          

-De "Donnita's donnitas" ¿eh?- Digo sonriendo igual de incomoda y ella me arrebata la caja de las manos.

- ¡OH SI!- Exclama gesticulando con las manos- ¡Nunca vas a probar algo mas delicioso que en Donnita's!- Asiento con la cabeza y escondo el pastel que prepare cubriendolo con una olla enorme. Las lagrimas se agolpan en mis ojos pero es entonces cuando Chris entra en escena.

-Te equivocas, Mel- Dice el intentando parecer lo mas "Chris" posible- Te presento a la competencia de Donnita's.

Ella rie en sus brazos y yo parpadeo- Te hablo enserio. Rita preparó un pastel para recibirme. Enseñaselo, anda- Me dice mirandome y sin que la castaña lo note, me guiña el ojo.

Sin demostrar verdadera emocion, descubro el pastel quitando la olla de encima. Ella abre la boca ovaladamente y se acerca a mirarlo- ¡Dios mio!- Yo corro la mesa y las sillas para que queden lo mas cerca de mi cama posible asi los tres podemos sentarnos.

- ¡No puedo creerlo! Tienes talento- Dice mirandome y yo trato de parecer modesta sin decir demasiado- Definitivamente, tenemos que probarlo. ¿Lo cortas?- Dice y yo asiento buscando un cuchillo en la cocina. Partimos tres porciones y disfrutamos. Murmura que esta bueno mientras tiene la boca llena y yo rio pinchandolo con mi tenedor

- ¿Sabes?- Dice aun masticando- Hay una ligera diferencia entre esto y Donnitas. Tu haces los pasteles crujientes y jugosos.

-Gracias- La miro a los ojos y ella no puede hacer otra cosa que irradiar encanto.

-Melissa- Dice Chris mirandola- Rita nos acompañara a Ohio en navidad. Mi familia quiere conocerla.

La cara de Melissa cambia por completo. De repente, Me siento como esa pequeña hermana menor cuyo hermano le es fiel como perro. Soy la maldita hermana menor que se convertira gradualmente en la pesadilla de Melissa.

-¡Que bueno!- Intenta disimular emocion mientras comia otro poco de pastel.

-Saldremos el sabado- Anuncia el y ella y ella vuelve a mirarlo como petrificada- ¿Mel?

-¿El sabado?- Ella parece preocupada- Tengo dos juntas el sabado, Chris- El pareciera fingir confusion y yo bajo la vista intentando evitar que vea cuan venenosa me siento en este momento- ¿Que haras con el otro boleto de avion?- En ese momento, alzo la cabeza y los miro a ambos, la diversion se fuga de mi rostro.

-¿Qué?- Dice el pretendiendo estar confundido.

-Dijiste que tenias dos boletos de avion a Ohio.

-Si, lo recuerdo bien- Dice el con una media sonrisa- Uno para Rita y uno para mi.

La indignacion se planta en el rostro treintañero de la que esta a punto de ser su ex pareja. Sus grandes ojos se posan en mi. Si pudiera ver algo atraves de ellos, veria fuego- Bueno... saben, es algo tarde, deje a Emperador solo en casa y no le he dado de comer en todo el dia.

-¿Ya te vas?- Digo yo fingiendo la misma preocupacion falsa- Porfavor, quedate. Tu perro estara bien.

Ella aprieta los puños y los golpea sobre la mesa con frustracion a lo que tanto el como yo pegamos un pequeño saltito en nuestro lugar por el susto que nos provoco. Ella se pone de pie y toma la caja de dulces que compro con frustracion, se coloca el saco y gira el pomo de la puerta principal.

-Es un conejo- Dice irritada y se va cerrandola con fuerza.

Miro a los ojos a mi compañero de cuarto hasta que los dos nos largamos a reir en carcajadas limpias no podiendo creer lo que acababa de suceder.

-No puedo creer que le dijiste que el pasaje era para mi- Continuo riendo.

-No puedo creer que dijiste que Emperador era un perro- Carcajea el y se cubre la cara con las manos. Se inclina tanto hacia atras que la silla falsea y se desmorona haciendo que el caiga hacia el piso.-Vamos, eso no es un nombre para conejo- Digo y sin poder dejar de reir le tiendo la mano para ayudarlo a levantarse pero el la jala con fuerza haciendo que caiga a su lado y continuamos carcajeando en el suelo.

Por un momento nos calmamos y nos miramos en el suelo.

-¿De dónde salió?- De repente, la diversion que teñia el ambiente se esfuma y me siento en parte culpable por ello.

-Rita- Dice poniendose de pie y me ayuda tendiendome la mano. Yo me tomo de ella y de un salto me paro junto a el- Lo importante es que se fue. Ella no volverá.

Lo miro ocurrente y el me sonrie. Como quien diria, "desde lo alto".

-Ahora- Dice tomando mi rostro con ambas manos y yo sonrio casi sin poder respirar de la emocion subita que me invade- ¿Podemos reanudar lo que estabamos haciendo?

-Muero porque asi sea- Digo y mis mejillas se tornan rojas por completo. El me toma en sus brazos y se sienta en la cama y me coloca en su regazo y yo me inclino hacia el lado izquierdo- Pero... Espera un momento- El rueda los ojos hacia arriba y yo rio.

-¿Y ahora que, Rita?- Se queja el- Eh esperado todo este tiempo para poder besarte.

-Es que...- Digo meneando mis pies que cuelgan en el aire- Nunca he besado a nadie.

-Tienes que estar bromeando- Sonrie el chocando su frente con la mia- No me quieras decir que no has tenido por lo menos uno.

-Bueno... No he tenido mi vida social tan resuelta como tu, señor chico popular de preparatoria.

-Es facil- Rie el y yo no puedo estar mas roja que ahora que tengo su rostro a centimetros del mio y su aliento me golpea que me golpea en el rostro- Solo tienes que... besarme. Asi- Dice y entonces, sucede.

El acerca su rostro muy lentamente al mio y mi nariz choca con la suya. Casi puedo asegurar que mis brazos tiemblan y mi estomago parece la boca de un huracan cuando sus labios rozan los mios. Cierro los ojos y el se separa un poco.

-Oh Dios- Digo riendo como si fuera una chiquilla en apuros- ¿Lo hice?

-Hey, no te lleves mi merito- Dice el- Ahora tu tienes que intentarlo.

Asiento no muy segura y uno nuestros labios mientras coloco mi mano en su cuello. Me separo casi enseguida por que de pronto senti que me ahogaba, pero jamas habia estado tan tensa y al mismo tiempo tan emocionada como ahora.

Sus ojos recorren todo mi rostro.

-Enserio eres hermosa- Dice volviendo a besarme y esta vez,

esta vez

si es un beso de verdad.

B-M1N3 ✓ [Ya impreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora