-Si, está bien- susurró la chica.

-¡Esa no es la respuesta!- gritó apretando fuertemente los hombros a Daphne quien soltó un leve quejido de dolor.

-¡Si señor!

Daphne se despertó exaltada y con lágrimas mojando sus mejillas. Se sentó recostandose sobre el espaldar de la cama mientras se cubría el rostro no sin antes ver la hora en el reloj de su mesa.

1:58 am.

Si tan solo hubiese hecho caso a eso que le habían enseñado no estaría pasando por aquello, no estaría llorando como una estúpida por una persona que no la había valorado y había hecho que el corazón de piedra volviese a ser parte de ella.

-Ni una vez más- murmuró Daphne apretando con fuerza las sábanas de la cama prometiendose a si misma no dejar de volver a mostrarse dócil y vulnerable ante cualquiera que se le atravesara sonriendo y jurando amor eterno.

(...)

Daphne caminaba por los pasillos. Pantalón negro ajustado, blusa con ligero escote color vino, una chaqueta de cuero y tacones ligeramente gruesos en sus pies; ese era el outfit que mostró en su primer día fuera de la habitación luego del fin de su relación, eso más su maquillaje ligeramente producido.

Cuando ingresó en la cocina estaba presente únicamente Steve Rogers. Debía ser cortes al menos y saludar.

-Buenos días- dijo con simpleza y ligera sequedad la que ingresaba a la habitación. La mirada del capitán la analizó durante instantes.

-Buenos días - respondió Rogers debatiendose en si debía mencionar algo sobre lo sucedido en la vida de la chica o no. Pensó en eso mientras la veía sacar una taza del estante y vaciar lo restante del contenido de la cafetera en la pieza de cerámica de color azul marino.-¿Cómo estás pequeña?- preguntó Steve amistosamente levantándose del asiento y acercándose con lentitud a Daphne, como si temiese ser noqueado (cosa que ya había pasado antes en entrenamientos así que sabía que era posible). Pero ella solo bebió un sorbo de su taza de café.

-Pues en perfecto estado ¿cómo mas debería de estar, desconsolada y haciendo el papel de damisela en apuros?- respondió con el mismo tono frío que había usado en el momento de sus primeras semanas en el complejo, detalle que preocupó a Steve. Él siempre le había tenido un enorme afecto a la chica, le gustaba enserio Daphne Romanoff, pero ella nunca había notado los claros indicios y había caído en los brazos de ese patán que había roto a la perfecta chica que les había costado tanto reconstruir.

-No creo que desconsolada, él es un patán y y es el que debería estar mal. Tu perdiste a un idiota, él perdió a la chica más perfecta de este universo- Steve creyó que esos cumplidos que a ella siempre le habían fascinado funcionarían en esta situación como habían funcionado en varias situaciones anteriores.

-¿Seguro que luzco bien?- preguntó Daphne muy dudosa dando una vuelta en su vestido azul cielo para la fiesta que Tony había organizado por un motivo sumamente estúpido. Pero vamos, era Tony y amaba las fiestas- debería cambiarmelo.

-¿Estás loca? Estás tan hermosa que con ese brillo natural que tienes opacaras a las estrellas, ellas van a estar celosas de que esta noche resplandezcas más que ellas- Daphne dio una torpe sonrisa y beso rápidamente la mejilla de Rogers.

One Shots | MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora