*Fin del Flashback*
Salí de la ducha, me envolví la cintura con una toalla y fui a mirar la hora, las 11:00 a.m.
Decidí llamar a Ana. A los dos tonos me lo cogió.
-¿Si?- pregunto ¿soñolienta? ¿Se acababa de levantar? Qué raro en ella.
-¿Es que te acabas de levantar?- pregunte riéndome, estaba harto de estar siempre de malas con ella.
-Mmm- dijo sin hablar, se notaba que estaba desperezándose.
-¿Quién es?- escuche que le preguntaba una voz masculina por detrás, ¿voz masculina? Mi cuerpo empezaba a tensarse y sin querer ya tenía los puños cerrados.
-Un amigo, ahora vete- escuche que decía ella en voz baja, pero aun así yo podía escucharla, escuche como se cerraba una puerta y ella siguió hablándome- Dime que querías Alex- dijo suavemente, hacía tanto tiempo que no me decía Alex, a la única persona que dejaba que me lo dijera era ella, pero aun así quiero saber quién es el desgraciado que se ha acostado con ella porque le voy a reventar la cabeza.
-Alexis ya está despierto, ¿vamos a ir a verlo?- pregunte rápidamente y con mi ahora usual frialdad.
-Sí, pero Bea no se viene, ¿pasas a por mí?
-Sí, en veinte minutos estoy allí- le dije rápidamente y colgué. Me coloque un polo, unos vaqueros y unas deportivas y me fui a por mi coche.
Al llegar a su casa toque el timbre y a la tercera me abrió, la mire de arriba abajo, llevaba puesta una sudadera que era tres tallas más grande que ella, unas mayas ajustadas y unas deportivas, se veía realmente sexy, bueno con todo se veía sexy.
-¿Vamos?- dijo cerrando y pasando por mi lado para ir a la puerta del copiloto. Yo bufe y me puse en marcha.
En quince minutos ya estábamos en la consulta de Alberto. Nos hizo pasar hasta la habitación donde Alexis estaba, cuando entramos nos miró a los dos y agacho la mirada, Ana se puso al lado de la cama y le cogió la mano. Alejandro tranquilízate, solo es su amigo.
-¿Cómo te encuentras?- yo me quede unos pasos por detrás de Ana para así poder escuchar bien la conversación.
-Ya mejor, gracias por encontrarme- dijo apretando levemente su mano.
-Ahora dime, ¿Quién te ha hecho esto?- pregunto ya poniéndose seria.
-No te lo puedo decir- dijo agachando la cabeza- solo me dio un mensaje para ti- dijo mirándonos a los dos alternativamente, pero refiriéndose a Ana.
-De acuerdo- dijo ella tensándose- ¿Qué te dijo?
-Ella me dijo que iba a por ti y que no iba a parar hasta verte muerta- ella asintió y se acercó hasta mí. ¿Más gente la estaba buscando? ¿Alguien más? ¿Alguien más se quiere apuntar a la fiesta de vamos a por Ana? Quien la mate primero conseguirá un perrito de peluche y una bala en la puta cabeza ¿Pero cómo podía ser eso posible? Esto cada vez se pone peor, ella asintió y soltó la mano de Alexis cuando Alberto le dijo que el tiempo de visita había acabado y que necesitaba descansar.
-Vámonos por favor- me dijo cuando ya estaba enfrente de mí.
Mientras iba conduciendo por el rabillo del ojo miraba a Ana, quien miraba por la ventanilla con el ceño fruncido.
-¿Tienes una idea de quién te puede estar buscando?- ella me miro por unos segundos y asintió.
-Más o menos- dijo solamente y se volvió hacia el cristal, no la quería presionar aunque las ansias de saber quién la estaba persiguiendo me mataban por dentro, no me gustaba no saber que estaba pasando a mí alrededor y más si se trataba de ella.
-¿Quieres comer algo?- la pregunta salió sola sin que pudiera pasarla antes por mi cerebro.
-Vale- dijo volviéndose hacia mí y encogiendo los hombros.
Conduje un rato más hasta llegar a un McDonald’s que estaba cerca de mi hotel.
Hicimos nuestros pedidos y nos sentamos en una mesa, aunque era invierno hoy era un día caluroso yo no sé cómo a Ana no le debe de estar dando el sarampión con la sudadera.
-Y bueno- dije para relajar un poco la tensión- ¿Me vas a decir quién es la gente que va a por ti?- pregunte como si nada, ella levanto la cabeza para mirarme directamente a los ojos, esos ojos color chocolate que me volvían loco.
-No- dijo solamente volviendo a su comida.
-¿Y se lo vas a decir a tu familia?- ella me volvió a mirar y frunció el ceño.
-No, ellos tampoco me dijeron que me iban a mandar para acá, además no quiero que estén en peligro, este es mi problema y ya encontrare yo sola una solución- que niña más cabezota dios.
-Tú sola no estas, además, no voy a dejar que te involucres tú sola en esto- ella frunció el ceño más todavía.
-No te estoy pidiendo permiso y mucho menos ayuda, así que mejor será que seas tú el que no te involucres en esto- dijo señalándome con el dedo.
-Me voy a involucrar quieras o no, no voy a dejar que te pase nada- dije cruzándome de brazos, ella negó con la cabeza y volvió a su hamburguesa.
Cuando terminamos de comer, la deje en su casa y me fui hacia mi hotel. Me tire en la cama y me enchufe la televisión, hice zapping hasta quedarme dormido.
Me desperté por un desagradable sonido proveniente de mi móvil, lo deje sonar hasta terminar la música y me volví a dormir, pero no lo pude conseguir ya que el móvil no paraba de sonar, al final con un bufido me levante a malas penas de la cama y fui a coger mi móvil que estaba encima de la mesa al lado de la cama.
Era Luciano.
-Ciao amico, come va laggiù? (Hola tío, ¿Cómo vas por allí?)- pregunto como siempre sobresaltándome.
-Ciao, beh che dire di te? (Hola, yo bien ¿Y vosotros?)- le dije bostezando.
-Bene (Bien)- hizo una breve pausa- Mi hanno mandato in Spagna, io sarò lì con te di Domenica (Me han mandado para España, estaré allí con vosotros el domingo)- mejor, mucho mejor, así tendría ayuda para controlar a la fiera, Ana, nos vendría bien más ayuda, además así tendría aquí a mis tres mejores amigos para salir de fiesta y que me despejen del desastre que es mi vida.
-Ok, qui ci aspetta, ora devo lasciare fino a Domenica amico (Vale, aquí te esperaremos, ahora te tengo que dejar, hasta el domingo tío).
-Ciao- dijo esto y colgué.
Me cambie de ropa y me fui al bar en el que estuve anoche, hoy era jueves y no pensaba quedarme en el hotel recomiéndome por dentro. Así que iba a hacer lo que mejor sabía hacer. Salir de fiesta.
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Dispárame. (NPSA2)
RomancePrimer disparo. Al estómago. Segundo disparo. A la cabeza. Tercer disparo. Al corazón. Segunda parte de No pienses, sólo actúa. Esta obra esta registrada en Safe Creative. Código: 1408211796207.
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