Le sonreí. La señora se sentó junto a mi.

- Gi, mi manito va a jugar a la pelota. -me contó entusiasmado. - Pero ¿Te cuento un checreto?

- A ver, dime. -dije cómplice

El Gonzalito se acercó a mi oreja y susurró:

- El Luciano dijo que no viniera a verlo y con mi mami vinimos igual. -terminó con una risita

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Vi al Branco correr con la pelota desde un lado a otro. La pateó hacia uno de los cóndores, este siguió con la pelota hasta darle el pase a... ¿El Luciano?

El poodle continuó con el camino, paseándose a todos los panteras que querían quitarle la pelota, incluido el Max. Llegó hasta el arco y...

- ¡GOOOOLAZO! -gritó el chalo emocionado. - ¡VAMO WION!

- ¡Gonzalo! -lo retó su mamá

Solo me reí al verlo. La barra de los cóndores tenía la media ovación, todos celebrando y alentando al equipo.

¡Rossi! ¡Rossi! Gritaban en toda la barra.

Cóndores 1 - 0 Panteras

Quedé expectante mirando el partido. Cada vez que una pantera se acercaba al arco un cóndor le arrebataba la pelota.

Hasta que el Max le dio un pase a uno de sus compañeros, este corrió hasta el arco, donde el Tebo estaba de arquero, sin pensarlo mucho pateó y se escuchó una ovación de la barra de las panteras.

Y debo admitirlo, yo también grité.

- ¡Vamos, Panteras!

El empate estaba marcado. Por mas jugadas que hicieran, se estaba manteniendo.

Cóndores 1 - 1 Panteras

Seguramente el Max quería matar a alguien. Ya habían empatado una vez, no podían hacerlo otra.

Seguramente quería matar al Luciano, porque él había sido el que hizo el gol de los cóndores

Terminó el primer tiempo, lo cual significaba que los jugadores tenían unos minutos pa' descansar. Pero los cóndores no perdían el tiempo, se metieron todos sospechosamente al camarín a hacer quién sabe qué.

En cambio, el Max llegó corriendo hasta donde mi.

- ¡Este Luciano culiao! -reclamó. Al ver a la mamá del nombrado se retractó. - Hola tía

- Hola hijo, hiciste un muy buen pase para el gol. -lo felicitó

Mi hermano le sonrió

- ¡Pero el Luciano hizo el gol! -habló el Chalo. Luego le sacó la lengua

Los dos reímos. Le deseé suerte a mi hermano, luego volvió a la cancha a esperar el segundo tiempo.

Durante el segundo tiempo me mantuve más expectante, porque el empate creaba una tensión entre las dos barras que se podía cortar con un cuchillo. Cada vez que algún jugador se acercaba al arco, había una esperanza de romper el empate

¿Panteras o cóndores? ¿Desde cuando me había metido en esta rivalidad culiá?

No sé cómo pasó. Pero, el Branco iba con todo corriendo a hacer un gol en el arco de las panteras. Rápidamente mi hermano le quitó la pelota y comenzó a correr en dirección contraria.

Iba por el medio campo cuando el número 10 de los cóndores le quitó la pelota. Este le dio un pase al Luciano y...

- ¡AHÍ TIENEN, PANTERAS CULIÁS! -grito un weon desde la barra. Seguido de aplausos y emociones

Cóndores 2 - 1 Panteras.

¿Este será el fin de las panteras?

No, la verdadera pregunta era ¿Desde cuando el Luciano era un goleador?

Se quedaron con es puntuación hasta casi acabar los primeros quince minutos del segundo tiempo. Noté que había más movimiento para hacer goles cuando el Chalo comenzó a emocionarse

- Gi, ¡Mila! ¡El Luciano va a hacer otro gol! -me avisó expectante. La mamá estaba pegada mirando el partido

Otra vez el Luciano corría hacia el arco. ¿No le podía pasar la pelota a otro pa' hacer el gol? Llevaba dos seguidos po'

- ¡Vamos, Rossi! -gritó el Tebo desde el arco de los cóndores.

¿Y estos dos eran amigos ahora?

Rápidamente levantó la pierna pa' patear, pero llegó el número 7 de las panteras y le arrebató la pelota. Con todas sus fuerzas corrió en dirección al otro arco, le pasó la pelota a otra pantera, él llegando al arco se la pasó a mi hermano y...

- ¡GOLAZO! -gritaron los hinchas de las panteras de la barra.

Un caballero que llevaba puesta la camiseta de las panteras y sus cachetes con rayas color verde saltó pa' celebrarle el gol a mi hermano.

Cóndores 2 - 2 Panteras

No podían empatar esta vez. Pero, el tiempo se empezaba a acabar, la pelota iba de un lado para el otro. Con la familia del Luciano estábamos tan metidas esperando el desempate que ni un completo nos compramos.

Desvié la mirada solo unos segundos para revisar mi celular. Mi papá me había mandado unos mensajes preguntando como iba el partido, le informé del empate que se existía. Mientras escribía sentí cómo el Chalo comenzó a saltar

- ¡PUROS WEONES LOS CONDORITOS! -gritó un cabro en tono de burla.

Levanté la vista de inmediato. Quedaban dos minutos de partido, y en el marcador decía

Cóndores 2 - 3 Panteras

- ¿Quién hizo el gol? -le pregunté al Chalo

- El numero diez de los rojos le dio un pase al número diez de los verdes. -me trató de explicar

¿Un cóndor le dio un pase a una pantera pa' que hicieran el gol?

¿Quién chucha era el número diez de los cóndores y por qué era tan weón?

Busqué al Branco con la mirada por la cancha. Estaba apoyando su cuerpo sobre sus rodillas lamentándose. Miré la espalda de su camiseta.

"LEIVA
10"

Por culpa de él perdieron los cóndores.

Si alcanzaron a leer la primera versión. olVIDEN TODO POR FAVOR, OLVÍDENLO
Diseñé las camisetas de los cóndores y panteras, les dejo la foto abajo

Te debo unaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora